Cuba, Puerto Rico, Uruguay y la Ciudad de México tienen despenalizado el aborto. | Foto: archivo particular

EDUCACIÓN

Educar, la mejor estrategia contra el embarazo adolescente

Un informe de la Alianza por la Niñez evidencia que en el país casi el 18 por ciento de los niños nacen de madres entre los 10 y 19 años. Aunque Colombia ha avanzado en la reducción del embarazo adolescente, aún queda mucho camino por recorrer.

25 de septiembre de 2020

“Mi plan no era quedar embarazada. Tenía 16 años cuando me enteré de que esperaba a Isabella, en ese entonces yo no me llevaba bien con mi mamá, peleaba mucho con ella, por esa razón me fui de la casa, dejé a un lado mis estudios e intenté vivir con el papá de la niña, pero no funcionó”, relata Sol Angie de 18 años.

En el marco de la Semana Andina de Prevención del Embarazo en la Adolescencia , la Alianza por la Niñez Colombiana publicó un informe en el cual evidencia cómo las desigualdades en educación terminan teniendo un impacto directo en el embarazo adolescente.

Aumentan los embarazos adolescentes en Latinoamérica

Si bien la tasa de embarazo adolescente en 2019 mostró una disminución del 4,5 % frente a lo acontecido en 2018, los promedios ocultan inequidades y diferentes realidades. La educación de la madre juega un papel clave en el contexto del embarazo adolescente.

Cuando la madre no tiene educación, la tasa de mortalidad infantil puede ascender a 51 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. A ello se suma que el mayor porcentaje de adolescentes madres o embarazadas, es decir, el 41.8 % de ellas, se encuentra entre las jóvenes con el menor nivel educativo (primaria), mientras que el menor porcentaje (4.7%), se contempla en las adolescentes del quintil más alto de riqueza.

Del total de las madres adolescentes que dieron a luz durante 2018, el 15.5 % estaba cursando preescolar y básica primaria; el 42.3 % estaba en básica secundaria, que comprende los grados entre sexto a noveno y el 32 % se hallaba estudiando la media académica o clásica, la cual agrupa los grados de décimo y undécimo. Únicamente, el 4.6 % de ellas tenían estudios tecnológicos o eran profesionales.

“A los 17 años quedé embarazada de Isabella, yo en ese momento estaba en grado once y aunque alcancé a graduarme, fue muy duro para mí. Yo era una joven dedicada al estudio y con mi mamá trabajaba los fines de semana para ahorrar dinero para mi universidad, ese era mi sueño”, agrega Evelin de 18 años, quien a igual que Sol es otra de las adolescentes beneficiarias del programa ‘Mamá Mentora’ de la Fundación Apego, el cual consiste en desarrollar en las adolescentes, habilidades que les permitan autogestionar sus proyectos de vida.

Educación sexual y reproductiva

Un estudio realizado por Profamilia y la Fundación Plan analizó algunos determinantes sociales y entre los hallazgos evidenció que acceder oportunamente a la información sobre anticoncepción, garantizar la permanencia de los adolescentes en la escuela y entender que la salud sexual debe ser un tema prioritario para las personas independientemente de su sexo, género u orientación sexual, se convierten en factores protectores del embarazo adolescente.

“Todas las niñas, los niños, los y las adolescentes y jóvenes tienen el derecho a tomar sus propias decisiones de manera informada, a tener el control sobre su salud y su vida sexual y reproductiva, y a estar libres de coacción, violencia, discriminación y abuso”, enfatiza Ángela Anzola, presidente Ejecutiva de la Fundación PLAN.

“Yo le digo a los adolescentes que antes de tener un hijo, cuídense, infórmense y asesórense bien, que si quieren ser mamás lo hagan cuando hayan terminado sus estudios y estén en condiciones de brindarles lo mejor. Por ejemplo, Isabella es mi motor y llegó a mi vida para cambiármela totalmente, pero no quiero que ella repita mi historia y por esa razón quiero ser una madre comprensiva que se comunica bien con ella”, reflexiona Sol Angie.

Tanto Sol Angie como Evelyn aseguran que muchos de los embarazos que se presentan a edades tempranas ocurren porque los hijos no tienen confianza en sus padres, les da pena hablar sobre sexualidad y eso conlleva a que en ocasiones se confíe más en los amigos o las parejas, y es por ello que consideran que, en las familias y en la escuela, se debe abordar el tema de la sexualidad sin ningún tipo de mito o limitante social o cultural.

Relaciones de poder

Según el DANE, en 2018 nacieron 649.115 bebés de los cuales 123.223 tenían a una madre entre los 15 y 19 años, lo que equivale al 19 % de los nacimientos en Colombia.

Algunos estudios como el realizado por Profamilia y la Fundación PLAN evidencian que los embarazos en adolescentes no se dan entre personas de la misma edad. De acuerdo con el DANE, en 2018 entre las mujeres de 15 a 19 años que ya son madres, la edad del padre de su hijo era superior entre 2 a 10 años en el 63.6 % de los casos y en el 10 % de las ocurrencias el papá era mayor que la mujer por más de 10 años.

Para Ángela Anzola, presidenta ejecutiva de la Fundación Plan, el carácter multidimensional de las causas del embarazo en la adolescencia requiere un abordaje y la creación de estrategias intersectoriales que estén orientadas hacia la prevención y a la postergación de la maternidad y la paternidad temprana.

“Nos preocupan principalmente, los embarazos que se producen como consecuencia de las relaciones de poder en contra de las niñas y que se esconden detrás de los matrimonios infantiles y uniones tempranas y forzadas, lo que genera, no solamente embarazos muy tempranos y de alto riesgo, sino también desigualdades y vulneraciones a los derechos de las niñas y las adolescentes”, enfatizó Anzola.