La administración de Donald Trump hizo cambios en los requisitos de visado de estudio para los ciudadanos chinos, como limitar el periodo de la visa de de cinco años a solo uno. | Foto: Getty Images

EDUCACIÓN

La ‘guerra fría’ entre China y Estados Unidos se muda a las universidades

360.000 estudiantes chinos en Estados Unidos están quedando atrapados en el fuego cruzado en la guerra comercial entre Washington y Pekín. El país norteamericano les está cerrando las puertas por temor al espionaje económico.

4 de junio de 2019

Este lunes, China pidió a sus ciudadanos evaluar más cuidadosamente "los riesgos" de irse a estudiar a Estados Unidos.

En un comunicado público, el gigante asiático mencionó una serie de dificultades para los aplicantes chinos a una visa de estudio, como los mayores plazos en la tramitación los visados, la reducción de su período de validez y un aumento en la tasa de rechazos.

Asimismo, el ministerio de Educación chino instó a los a los estudiantes universitarios que aspiran a estudiar en universidades de Estados Unidos a "ser conscientes de la necesidad de tomar mayores precauciones y hacer todos los preparativos adecuados".

El comunicado surge en plena guerra comercial con la administración de Donald Trump, meses después de que el director del FBI, Christopher Wray, asegurara que Pekín ha estado usando estudiantes graduados e investigadores académicos en su labor de espionaje económico.

"China ha sido pionera (...) en el robo en (sectores de) innovación, en una amplia gama de universidades, empresas y organizaciones", aseguró Wray. “Creo que el sector académico debe ser mucho más avanzado y consciente sobre este problema, para que otros exploten su ambiente abierto y colaborativo de investigación”, agregó.

Relacionado: El nacionalismo está detrás de la guerra comercial entre China y Estados Unidos

Por esta razón, la administración de Donald Trump hizo cambios en los requisitos de visado de estudio para los ciudadanos chinos, como limitar el periodo de la visa de de cinco años a solo uno para ciertos estudiantes de áreas tecnológicas.

Otras autoridades y legisladores estadounidenses ya habían expresado su preocupación ante el hecho de que estudiantes y académicos chinos pudieran ser utilizados con fines de espionaje por el gobierno comunista chino.

A mediados de mayo, el Partido Republicano presentó una propuesta de ley en el Congreso que prohibiría a cualquier persona vinculada con el ejército chino obtener un visado de estudiante o de investigador.

Estas decisiones podrían afectar a unos 360.000 estudiantes chinos que estudian en universidades estadounidenses y que contribuyen, según datos citados por la agencia de prensa china Xinhua, con 14.000 millones de dólares a la economía de Estados Unidos.

"Esto no solo golpea a todos los chinos que estudian en Estados Unidos, sino también a los que ya terminaron con éxito sus estudios", subrayó en el comunicado publicado por el Ministerio de Educación de China en su página web.

El New York Times reportó en abril que el gobierno le ha cancelado la visa a varios investigadores de ascendencia china sin ningún motivo aparente, más allá de las sospechas de robo de información en ciencia y tecnología.

Al menos 30 profesores, expertos y directores de institutos académicos chinos han perdido su visa en el último año por las investigaciones de contrainteligencia del FBI.

Le puede interesar: Cazadores de migrantes: los paramilitares de Estados Unidos

La respuesta de la academia

La mayoría de universidades han respondido positivamente ante el llamado a cooperar con el FBI para prevenir los presuntos actos de espionaje.

“Las universidades debemos ser parte de la solución”, dijo Peter McPherson, presidente de la Asociación de Universidades Públicas al medio especializado Times Higher Education. “Es un asunto complicado, pero un gran número de nuestras universidades en todo el país están en conversaciones constantes con las oficinas regionales del FBI”.

En los últimos años, al menos 10 universidades estadounidenses cerraron su sede del Instituto Confucio, una entidad sin ánimo de lucro que promueve la lengua y la cultura chinas en otros países y es financiado por Pekín.

Sin embargo, también ha habido rechazo de la comunidad académica, especialmente la sinoestadounidense, que siente las medidas del FBI como una cacería de brujas en su contra.

“En las últimas décadas ha habido varios casos de científicos sinoestadounidenses erróneamente acusados de espionaje. Aunque luego retiran los cargos, dichas demandas tienen un efecto devastador, no solo en sus carreras sino en la comunidad de científicos chinos en general”, escribió un grupo de científicos de origen chino en una carta abierta publicada en marzo en la revista Science.

Con información de AFP.