Stamen Grigorov, la historia de la persona que inventó el yogur homenajeado por Google
Stamen Grigorov, la historia de la persona que inventó el yogur homenajeado por Google | Foto: Cortesía

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Stamen Grigorov, la historia de la persona que inventó el yogur homenajeado por Google

No solo fue el autor de este líquido, sino también fue quien desarrolló la primera vacuna contra la tuberculosis del mundo.

27 de octubre de 2020

Como es costumbre, Google homenajea a varias personalidades que han cambiado la historia del mundo o que han aportado algo de su conocimiento para marcar un antes y después en la sociedad.

El homenaje de este martes es dedicado a Stamen Grigorov, el médico y microbiólogo búlgaro quien fue el primero en descubrir la bacteria esencial para la fermentación del yogur. No obstante, el investigador también contribuyó al desarrollo de la primera vacuna contra la tuberculosis del mundo.

Se sabe que el yogur es una sustancia que puede llegar a tener más de 4.000 años de historia, que la literatura lo nombra por primera vez en la Historia natural, de Plinio ‘El Viejo’, y que hasta la longevidad de Abraham es atribuida a las propiedades del yogur en la tradición persa, pero el conocimiento del proceso de fermentación que da como resultado el líquido natural tiene apenas un siglo.

Sobre el inventor, Grigorov nació el 27 de octubre de 1878 en el pueblo de Studen Izvor, en Bulgaria. Completó su educación secundaria en ciencias naturales en Montpellier, Francia y luego estudió medicina en Ginebra, Suiza. Después de su boda en 1904, el científico regresó a la universidad para trabajar como asistente de investigación.

El búlgaro decidió conocer más a fondo del yogur cuando su esposa le regaló algunos alimentos básicos de la cocina búlgara, incluido el yogur, para que tuviera presente su hogar. Sus ansias de aprendizaje para responder interrogantes le llevaron a investigar el proceso de fermentación del yogur búlgaro y posteriormente lograr aislar la bacteria que lo producía. En reconocimiento a su hallazgo, la comunidad científica llamó a la cepa Lactobacillus bulgaricus. Este descubrimiento lo hizo en el laboratorio microbiológico del profesor Léon Massol en Ginebra.

Sin embargo, la fama científica que consiguió no lo alejó de la medicina práctica y regresó a su país para dirigir un pequeño hospital donde también consiguió resolver una de sus obsesiones, combatir la tuberculosis, adelantándose a Fleming en el uso de la penicilina, y a los que luego se llevaron la fama de descubrir la vacuna contra la tisis: Albert Calmette y Camille Guérin.

En 1905, Grigorov asumió el cargo de médico jefe en un hospital local en su ciudad natal de Trun; y al año siguiente, publicó un artículo innovador que demuestra el primer uso de hongos penicilina contra la tuberculosis. A través de sus experimentos científicos, primero en el laboratorio y luego en pacientes, Grigorov demostró el efecto curativo de aquellos elementos en la enfermedad infecciosa.