Las curules que la Guajira quiere recuperar

Jorge Ballesteros Bernier fue el último senador guajiro electo. En esta legislatura que finaliza el próximo 20 de julio, la península no tuvo representación en la cámara alta del Congreso de la República. Ballesteros ocupó curul durante el periodo 2010-2014.

Su clan político ha logrado imponer gobernadores y alcaldes durante los últimos 25 años en la Guajira. Ballesteros fue dos veces gobernador y su hijo, José María Ballesteros Valdivieso, actualmente preso, también fue gobernador durante el periodo atípico (2013-2015). Su primo hermano, Samuel Santander Lopesierra, fue senador para el periodo 1998 – 2002 por el partido Liberal antes de ser extraditado.

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Sin embargo, ese electorado que en el pasado garantizó presencia y vigencia política al clan Ballesteros, en las pasadas elecciones fue recogido por senadores como Armando Benedetti Jimeno, José Alfredo Gnecco Zuleta y Bernardo Elías, de la U., Antonio Guerra De la Espriella, Arturo Char y Dayra Galvis de Cambio Radical quienes sumaron en La Guajira significativos guarismos a sus caudales electorales.

De ahí que si bien esos senadores pudieron haberse llevado cerca de 70.000 votos, La Guajira no tuvo voz en el Senado durante la legislatura que está por terminar.

Mayoría, presos

Estas elecciones posiblemente sean las más dramáticas en la historia política del departamento de la Guajira en términos de liderazgo y credibilidad. En la actualidad se encuentran presos casi todos los exgobernadores, con excepción de Álvaro Cuello Blanchar (1998 – 2000), quien es investigado por el atentado contra Kiko Gómez en octubre de 2011, y Jorge Ballesteros Bernier. Este último fue gobernador entre 1992 y 1994 y, luego, durante unos meses del 2003 tras una batalla jurídica ante el Consejo de Estado.

A hoy se encuentran presos y condenados: Kiko Gómez, de Cambio Radical, en La Picota; Hernando Deluque, conservador, (2001 2002) actualmente con detención domiciliaria en Ríohacha; y José Luis González, Liberal, (2004 – 2007), condenado a 15 años por la construcción de unos espolones, también en detención domiciliaria.

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Adicionalmente, son investigados por delitos contra la administración pública: Oneida Pinto, de Cambio Radical, elegida para el periodo 2015 – 2019 quien ejerció seis meses y actualmente está con detención domiciliaria en Bogotá; Jorge Pérez Bernier, del Partido de la U, dos veces gobernador y cabeza visible del movimiento Nueva Guajira, preso en una guarnición militar en Bogotá; y,Chemita Ballesteros, preso en La Picota por unos contratos de alimentación escolar.

El gobernador elegido en remplazo de Oneida Pinto, en las elecciones atípicas de octubre de 2015, Wilmer González, no alcanzó a acomodarse en el escritorio ni a firmar un solo contrato porque fue detenido el 27 de febrero de 2017 por falsedad en documento privado al no registrar en su reporte de gastos electorales 2.000 millones de pesos que presuntamente le habría entregado una persona de nombre Arnold Lascarro Cadena.

La Fiscalía formuló la acusación con base en una conversación telefónica entre Lascarro y González. Sin embargo, en un interrogatorio, el testigo dijo que esa llamada “había sido una chanza”. Después, la Fiscalía, en un documento de Policía Judicial en poder de Semana, confirmó que Lascarro no había participado en la campaña del elegido gobernador que ya completó un año y varios días preso. Otros dos testigos fueron considerados como no confiables.

A recuperar curules

Como gobernadora encargada se encuentra la excontralora departamental, Tania Buitrago, quien fue nombrada en noviembre pasado en remplazo de Weildler Guerra Curvelo, quien estuvo durante nueve meses encargado también.

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Semana conoció que la gobernadora se aseguró de blindar la contratación de la administración departamental enviando cartas a los bancos diciendo que cualquier pago a nombre de la Gobernación debe llevar su autorización.

En medio de ese panorama, para estas elecciones hay dos candidatos oriundos del departamento aspirando al Senado. El más sonado y más criticado es Fernando Gómez Bacci, hijo del exgobernador Juan Francisco Gómez y de Bibiana Bacci, quien fue senadora hace algunos años.

Gómez Bacci cuenta con el aval de Opción Ciudadana y va en alianza con José Durán, candidato a la Cámara por el partido Liberal, sobrino del actual representante Antenor Durán Carrillo, quien se retira después de más de dos décadas en el congreso.

A Fernando Gómez lo apoyan los tradicionales aliados políticos de Kiko, como son el exsenador y exministro liberal Amylkar Acosta, Carlos Robles, el exalcalde de Maicao Eurípides Pulido, los amigos del exgobernador José Luis González, Oneida Pinto y el exalcalde de Maicao, Ovidio Mejía.

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El segundo candidato que aspira a ganarse una curul en el senado es Jaime Luis Lacouture, conservador, de Villanueva, cuñado de Bernardo Elías Náder, quien tendría el respaldo de quienes votaron por Ñoño Elías en 2014, cuando sacó 17.000 votos en La Guajira.

Una tercera candidata al senado es la líder wayuu Arelis Uriana, candidata al senado por el MAIS quien, desde Barrancas, lidera una lucha contra las multinacionales que explotan el carbón.

Voto wayuu a 10 y 20 mil

Aunque para la Cámara de Representantes hay varias listas en las que figuran mujeres guajiras, como la exdiputada Gina Gnecco por CR, Tina Soto por el partido Conservador, Karen Cerchar por la U., Yasmín Romero por el Polo Democrático, Basilia Epiayú y otras seis más que aspiran a romperle el espinazo al nepotismo, al clientelismo y a la corrupción, se van a encontrar con un desierto político muy árido donde primarán las alianzas tradicionales con alcaldes y poderes enquistados que van a dificultar la renovación.

De estas mujeres se estima que logre una curul la candidata conservadora a la Cámara Tina Soto, quien lleva como aliados a los candidatos a Senado Armando Benedetti y Jaime Lacouture. Pero sus posibilidades son muy limitadas ante el poderío de los candidatos a cámara de la U y del partido Liberal.

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La compra de votos a indígenas wayus venezolanos que tengan la doble nacionalidad y a los colombianos repatriados influirá en los resultados, en especial en los municipios de Uribia y Maicao, donde hay más presencia de migración venezolana. A los wayuus venezolanos y a los que tienen doble nacionalidad, les pagan el voto a 10.000 y 20.000 pesos, una cifra que es casi igual al salario mínimo en Venezuela.

Volverá a la Cámara sin ningún problema, según estimativos, Alfredo Deluque, quien completa el próximo 20 de julio dos periodos como congresista. A Deluque lo apoyan Jorge Ballesteros, Nueva Fuerza Guajira, su padre el exgobernador Hernando Deluque, la dos veces alcaldesa de Uribia, Cielo Redondo y su hijo Luis Solano, alcalde actual de Uribia; el alcalde de Albania Pablo Parra (exesposo de Oneida Pinto), además de los alcaldes de Dibulla, Barrancas y Hatonuevo, entre otras. Deluque va en alianza con José David Name, pero no todos sus aliados votarán por Name: unos votarán por Fernando Gómez porque son viejos aliados de Kiko.

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Lo seguro, lo que los guajiros dan como cierto, es que las dos cámaras se mantendrán en manos de Deluque y José Durán, el sobrino de Antenor. Es muy posible que el hijo de Kiko Gómez obtenga la votación que necesita para ser elegido senador, pero va a necesitar que su partido, Opción Ciudadana, alcance el umbral que podría estar entre 380.000 y 400.000 votos.

De esta manera, los poderes condenados y presos, mantendrán su maquinaria por cuatro años más mientras La Guajira sigue paralizada sin gobernador.

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