Vivienda
Para tener en cuenta: estas son las sanciones poco conocidas en los conjuntos y edificios de Colombia
Este es un tema que se encuentra debidamente reglamentado en la legislación nacional.
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El respeto a las normas es fundamental para mantener una convivencia armoniosa en cualquier comunidad, especialmente en edificios o conjuntos residenciales, los cuales están regulados por el régimen de propiedad horizontal.
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Estos espacios compartidos reúnen diversos individuos con diferentes estilos de vida, intereses y necesidades, lo que hace imprescindible el establecimiento de normas que permitan garantizar el bienestar colectivo.
Desde el cumplimiento de horarios y la restricción de ciertas actividades, hasta el pago de cuotas y el cuidado de las áreas comunes, el respeto a estas reglas se convierte en la base para crear un ambiente de convivencia pacífica y respetuosa entre todos los residentes.
Es esencial comprender que el respeto a las normas no solo favorece la tranquilidad y seguridad de la comunidad, sino que también contribuye a fomentar un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el espacio que compartimos.
Las propiedades bajo régimen de propiedad horizontal, ya sean conjuntos residenciales o edificios de apartamentos, requieren que sus residentes, sean propietarios o arrendatarios, cumplan con el reglamento de propiedad horizontal y las normas de convivencia establecidas. Sin embargo, muchas personas desconocen las sanciones y multas que pueden ser impuestas en caso de incumplimiento.
Uno de los casos comunes que pueden llevar a sanciones es el no pago de cuotas extraordinarias decididas en la asamblea general. En otras situaciones, algunos arrendatarios pueden infringir las normas de convivencia al realizar fiestas a altas horas de la noche, afectando la tranquilidad de los demás residentes.
Según el Ministerio de Justicia, es importante mencionar que las sanciones deben estar claramente estipuladas en el reglamento de propiedad horizontal para poder ser aplicadas.
En caso de que una sanción no esté contemplada, no podrá ser impuesta a los infractores. Para incluir una nueva sanción en el reglamento, se debe convocar a una asamblea de copropietarios y obtener su aprobación.
En el caso de infracciones cometidas por arrendatarios, no es necesario citar al propietario del inmueble en la diligencia de descargos. Además, el propietario no tiene la obligación de asumir las multas impuestas al arrendatario.
Así mismo, si alguna persona desea impugnar una sanción impuesta, podrá hacerlo a través de un proceso verbal sumario ante un juez civil municipal.
Aunque las sanciones pueden incluir restricciones, es importante tener en cuenta que existen servicios esenciales que no pueden ser suspendidos, como el acceso a los citófonos, la atención del portero, la entrada y salida del infractor, el uso de casilleros y las zonas comunes esenciales. Las sanciones que pueden ser impuestas por la asamblea de propietarios y el consejo de administración se dividen en tres tipos: sociales, monetarias y restrictivas.
Las sanciones sociales se aplican cuando hay mora en el pago de la administración o cuotas ordinarias y extraordinarias. En estos casos, se puede publicar un listado de morosos, pero esta medida solo puede ser expuesta en espacios de tránsito interno para salvaguardar la privacidad y el buen nombre de las personas. Además, esta sanción solo aplica a aquellos residentes propietarios, no a aquellos que arriendan un inmueble.
En cuanto a las sanciones monetarias, estas son multas económicas que se imponen cuando persiste el incumplimiento de una obligación. Estas multas no pueden ser superiores a dos veces el valor del pago de la administración mensual y pueden acumularse sin exceder 10 veces dicho valor. Las multas se deben aplicar a la persona que incumplió la obligación, ya sea propietario o arrendatario.
Por último, las sanciones restrictivas implican la prohibición del uso y goce de las zonas comunes no esenciales al infractor, como la piscina, el salón comunal, las áreas de juegos y gimnasio, entre otros espacios de interacción.
Es importante que todos los residentes que estén bajo régimen de propiedad horizontal conozcan sus derechos y deberes, así como las sanciones que podrían enfrentar en caso de incumplir con las normas y reglamentos. La convivencia pacífica y el respeto hacia los demás residentes son fundamentales para garantizar un ambiente armonioso y seguro en estos espacios colectivos.
Es relevante destacar la existencia de sanciones y multas específicas para aquellos que infrinjan las normas establecidas.
Estas medidas tienen como objetivo no solo corregir comportamientos inadecuados, sino también incentivar el respeto y el cumplimiento de las normas por parte de todos los miembros de la comunidad. Para ello, es fundamental que las asambleas de propietarios y los consejos de administración actúen de manera justa y equitativa al aplicar las sanciones, asegurándose de que estas sean proporcionales a la falta cometida.