Las compañías que invierten en el bienestar de sus empleados aumentan su productividad en un 31 %

En la actualidad, la salud mental se ha convertido en un tema fundamental para las áreas de recursos humanos de muchas empresas. Además, se ha encontrado que cuando no se goza de una buena salud, la productividad baja y la motivación se afecta.

Según Beltrán Benjumea, managing director de PageGroup Colombia, no prestar la debida atención a la salud mental de los colaboradores lleva al deterioro de los propios indicadores de las compañías y genera gastos elevados. Por ello, estas deben invertir en espacios acogedores y en la escucha activa de las necesidades de todos.

De acuerdo con el informe de Great Place To Work, el primer paso para mejorar el ambiente laboral es escuchar a los colaboradores. Este es el punto inicial para poder analizar las necesidades, y lograr mejores estrategias para incentivar espacios de trabajo con beneficios, reconocimiento, respeto, compañerismo, equidad, entre otros.

Además, otro punto fundamental es el papel del liderazgo, los líderes tienen la posibilidad de fomentar entornos saludables donde los colaboradores se sientan cómodos de aportar ideas y construir nuevos proyectos.

El bienestar

Así mismo, la inversión en el bienestar de los colaboradores y el ambiente laboral es clave para el aumento de la productividad y motivación. Según el estudio, se estima que las compañías que invierten en bienestar aumentan su productividad en 31 %, reducen los errores en 19 % e incrementan la creatividad en 55 %.

Además, la Universidad de Harvard y MIT descubrieron que la mejor estrategia para sobresalir en los mercados se da con equipos de trabajo felices y comprometidos.

En Latinoamérica, son cada vez más las organizaciones que se preocupan por el bienestar de sus empleados, pues ocho de cada diez colaboradores siente que está trabajando en organizaciones comprometidas con la creación de entornos psicológica y emocionalmente saludables.

Óscar Jiménez, director de proyectos de Great Place To Work, aseveró que “el interés por la salud mental ha ido creciendo no solo en las organizaciones, sino en los demás escenarios de la sociedad”.

Hay que tener en cuenta que una parte fundamental del ambiente laboral es la adecuación de las oficinas. Con la pandemia, estos espacios han tendido al cambio y es necesario redefinir para qué se va a las instalaciones de las empresas.

Sin duda son espacios que deben transformarse y ya no estarán enfocados única y exclusivamente al trabajo individual. Las nuevas oficinas deben centrarse en fomentar la motivación, los espacios de colaboración, la creatividad e innovación, además de ofrecer experiencias que atraigan a los colaboradores.

Por su parte, Eliana López, directora de Michael Page, aseveró que “se deben adoptar nuevas dinámicas en el uso de las oficinas para evaluar su éxito o fracaso”.

En un par de años, la aceptación, fomento y resultados parecen ser positivos en su mayoría, pero se dependerá de la capacidad de la organización para adaptarse a nuevas realidades y, sobre todo, en la medida en la que ayuden al talento a tener mayor flexibilidad y productividad.

Además, las oficinas sostenibles pueden reducir entre 30 y 50 % el uso de energía y reducen las emisiones de CO2 hasta 35 %. De esta manera, cumplen con las prioridades sociales, como la salud y productividad de los empleados, y con las prioridades económicas, como el retorno de inversión y la reducción de riesgos.

Mientras, los espacios abiertos se han convertido en una tendencia de las nuevas oficinas, se deben olvidar los puestos de trabajo fijos y de los lugares cerrados. Esta característica promueve metodologías ágiles de trabajo, generando un clima laboral sano e innovador.

Este modelo favorece la integración de todos los empleados y fomenta el sentido de pertenencia. Además, contribuye al trabajo en equipo y aporta mayor fluidez para realizar lluvias de ideas.