Conclusiones
Jimena Romero cuenta el cambio de los roles de género en la televisión: “Hemos sido criadas durante veinte siglos con una visión masculina”
Jimena Romero, guionista detrás de la exitosa novela Ana de nadie, contó su historia: cómo el rol de la mujer ha cambiado en el mundo de la televisión con el pasar de los años.
Léenos en Google Discover y mantente un paso adelante con SEMANA

Señora Isabel fue una reconocida producción colombiana de los años noventa que rompió los paradigmas de la industria al mostrar la historia de una señora de más de 50 años que termina su matrimonio para luego empezar a salir con alguien 15 años menor. En su momento, causó una profunda polémica por ser un tema tabú y provocó el rechazo de la audiencia más conservadora hacia la serie producida por Bernardo Romero Pereiro.
Hoy, más de 30 años después del último capítulo de la novela, Jimena Romero contó en Foros Semana cómo fue recoger el legado de su padre para producir Ana de nadie, una serie que enamoró a los colombianos y que para la libretista abarca gran parte del cambio de los roles de la mujer a lo largo de los años.
“El gran acierto de la producción es llegar a tantas mujeres que se dieron cuenta de los abusos que han sufrido durante su matrimonio y su decisión de terminar con esas conductas”, dijo.
Romero, además, recuerda cómo su madre, Judy Henríquez, y su hermana, Adriana Romero, estuvieron en la telenovela y ahora con Ana de nadie hace una suerte de remake de la primera serie, con la que busca una reivindicación sobre el papel de las mujeres en la sociedad pidiendo cambios grandes al respecto.

“Hemos sido criadas durante 20 siglos con una visión masculina, la cual se ha interiorizado hasta el ADN”, aseguró. “Realmente, nos vimos obligadas a pensar en ese rol de la mujer, cómo ha cambiado en 30 años y en muchos aspectos. Por supuesto que ha cambiado, pero en muchos otros aspectos no. La realidad es que es la misma historia. Es la historia de una mujer de 50 años que tiene la osadía de reinventarse a esa edad después de que descubre que su marido le ha sido infiel por dos años con una mujer 20 años más joven”, contó la guionista en su participación en el foro.
Con respecto a la necesidad de narrar las historias reales de las mujeres, se inspiraron en amigas, familiares, empleadas, jefas, que las creadoras de la novela han conocido durante toda su vida, y recopilaron las más llamativas. “Todos los personajes de Ana de nadie son personajes de un mosaico de historias absolutamente reales”, dijo Jimena Romero.

De igual manera, la construcción de Ana de nadie tuvo que ver con que cada miembro de la producción se metió en los zapatos de los personajes, pero la creadora también reflexionó acerca de la misma naturaleza de la mujer: “Yo me puse a pensar: ¿por qué?, ¿por qué a las mujeres nos cuesta tanto trabajo hablar sobre lo que sentimos?, ¿por qué es tan difícil?”.
En respuesta a eso, dice que “las mujeres necesitamos sentirnos menos raras. Las mujeres nos sentimos diferentes todos los días. Estamos cableadas diferente a los hombres. ¿Qué le vamos a hacer? Así es, tenemos hormonas totalmente distintas, pasamos por cosas diferentes en la vida, experimentamos el mundo de otra manera, lo vemos de otra manera. No significa mejor ni peor. Diferente. Y esa diferencia nos hace particulares y nos hace que veamos el mundo de una manera bastante similar, pero no lo sabemos”, contó.

“Creo que ahí estuvo la gran ventaja, el gran privilegio de que hayamos podido llegar a tantas personas. Hay muchas mujeres que nos dicen: ‘No sabes lo importante que fue para mí haber oído que Ana le dijera tal cosa a su esposo, le cantara la tabla a su mamá insoportable, le dijera a su hija lo que tenía que decirle’. Pero a lo que voy es que eso me hace pensar que nos hace falta poder realmente decir lo que sentimos y lo que pensamos sin miedo”.