Ovejas negras

Desde la semana pasada, la británica Kate Middleton, novia del príncipe William, ha aparecido con más frecuencia de la habitual en los medios de comunicación de su país. Pero no lo ha hecho por sus andanzas con el segundo en la línea de sucesión de una de las monarquías más emblemáticas del mundo, sino por un hecho del cual no es responsable: un video en el que aparece su tío materno, Gary Goldsmith, repartiendo lo que parece ser cocaína, jactándose de sus relaciones con la realeza y ofreciendo prostitutas de lujo a un periodista encubierto.

Aunque es una situación que se sale totalmente de sus manos, Kate está afrontando un problema que padecen muchos famosos. Pues si bien en todas las familias hay una 'oveja negra', quienes están de manera constante bajo el escrutinio público sufren particularmente por los escándalos de un familiar vergonzoso.

En ese mismo país, por ejemplo, ha sido objeto de controversia la vida del hijo de Margaret Thatcher, Mark. Fue acusado de utilizar para beneficio propio las influencias políticas de su madre, la primera ministra desde 1979 a 1990, y de recibir una comisión millonaria en la venta de armamento a Arabia Saudita. Luego fue condenado a cuatro años de libertad condicional por "participar en actividades mercenarias", relacionadas con la financiación de un intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial.

Otros mandatarios han tenido dolores de cabeza similares. La popularidad del presidente Jimmy Carter se vio seriamente afectada en Estados Unidos por su hermano alcohólico, Billy, catalogado en su obituario en The New York Times como "una vergüenza política de marca mayor". El Presidente debió aclararle a la prensa que no controlaba lo que decía su hermano, a raíz de unos comentarios antisemitas de Billy y de sus dudosas relaciones con el régimen libio de Muammar Gaddafi, quien era el Osama Ben Laden de la época. En Francia, el hijo del presidente François Mitterrand, Jean-Christophe, fue acusado de estar involucrado en el tráfico ilegal de armas a Angola en los años 90, cuando ese país se desangraba en una guerra civil y su padre era el líder del país galo. La vida de Roger Clinton, el hermano de Bill, no es menos escandalosa: en los 80 estuvo en prisión por distribuir cocaína y luego fue acusado de recibir dádivas para intermediar en los indultos presidenciales de su hermano, incluido el caso de un supuesto mafioso que estaba cumpliendo una pena por tráfico de heroína y que finalmente no fue perdonado.

Las estrellas del espectáculo y los deportistas también han cargado con el peso de un pariente problemático. El caso de Steffi Graf, una de las mejores tenistas de la historia, es conocido: a finales de los 90, su padre fue condenado a casi cuatro años de prisión por evadir más de seis millones de dólares en impuestos relacionados con los ingresos de su hija.

El papá de Tobey Maguire, quien interpretó a Spiderman, desesperado por sus problemas financieros, decidió robar un banco y pasó dos años en prisión. El drama de Charlize Theron, la bella actriz surafricana, es particularmente doloroso: su madre mató a su padre cuando supuestamente amenazó con atacarla. Aunque fue considerado defensa propia, Theron sigue cargando con el lastre de un crimen familiar. Pero el que se lleva el premio es el papá sicario de Woody Harrelson, el actor de Natural Born Killers. Asesinó a un juez federal por órdenes de un narcotraficante y fue condenado a dos cadenas perpetuas. Hace dos años murió en una cárcel de máxima seguridad en Colorado, a donde fue transferido porque trató de escaparse en Atlanta.

Las situaciones de Mariah Carey y Billy Bob Thornton también son particulares. El actor y ex esposo de Angelina Jolie no tiene una relación estrecha con su hija, acusada en junio de matar a un bebé mientras trabajaba como niñera. En cambio la cantante no ha ocultado su dolor por la situación de su hermana, Alison, quien fue arrestada por prostitución y es portadora del virus del sida. Mariah ha tratado de ayudarla y ha financiado su rehabilitación.

"Supongo que en ella vi lo que no quería que pasara conmigo", dijo la artista alguna vez. "Por eso trabajé el doble de duro". Igual le pasó a Charlize Theron: "Tuve el mejor ejemplo. Es el ejemplo de lo que no se debe hacer". Tobey Maguire también se llenó de valor: "El arresto generó en mí una ambición incontenible". Estos tres personajes han aprendido a desprenderse de las críticas para encontrarles un lado positivo a las 'metidas de pata' de sus familiares. Pero no todos lo logran.