Petro rectificará lo que dijo contra Uribe, ¿cómo lo hará?

"Uribe debió haber estado preso hace tiempos, y por delitos de lesa humanidad. Hoy, claro van a decir es que está hablando Petro y eso no es cierto. Miren mi debate del paramilitarismo en Antioquia del año 2007", estas son las palabras que el senador Gustavo Petro pronunció en una entrevista que le hizo Vicky Dávila en la W Radio el pasado 24 de agosto. Precisamente este viernes a la misma hora (12 m) y en la misma emisora el excandidato presidencial rectificará, tal como se lo ordenó un juez.

El pasado miércoles el juzgado tercero penal del circuito falló en favor del senador Uribe, quien interpuso una tutela contra Petro por vulnerar sus derechos fundamentales a la honra, el buen nombre, la dignidad y presunción de inocencia. Por tanto, ordenó a Petro rectificar sus palabras en máximo 48 horas, las cuales están a punto de cumplirse.

Como la rectificación será en medio de una entrevista Petro deberá cuidar muy bien sus palabras porque el juez también ordenó que "en futuras entrevistas, o en comentarios que realice a través de redes sociales se abstenga de usar afirmaciones categóricas de comportamientos delictivos en contra del accionante, mientras no se haya probado su responsabilidad y haya sido declarado penalmente responsable por la autoridad competente".

Sin embargo, si se tienen en cuenta los trinos de Petro en redes sociales en estas horas que han transcurrido a partir de la orden judicial, el senador de la Colombia Humana se mantiene en las denuncias que realizó en el debate de control político que realizó en el Congreso en 2007, en el que habló de la posible relación de Uribe con la génesis del paramilitarismo en Antioquia.

Horas después, otro trino, Petro aseguró que Uribe trata de censurarlo, y que por eso comparte el debate de control político que hizo en el Congreso en 2007. "Se los entrego a ustedes completo para que lo irradien dentro de sus amigos y amigas".

Petro, uno de los más férreos contradictores del expresidente Uribe tratará de bajarle al tono a sus declaraciones, sin dejar sus convicciones ni su postura política de lado.