Acción climática
La estrategia de sostenibilidad que conecta el legado empresarial de Challenger con los retos del futuro
Challenger, empresa del Grupo Lemco, inició la implementación de una hoja de ruta en sostenibilidad y que integra formación técnica, producción responsable y acción climática. La estrategia busca articular prácticas históricas de la organización con objetivos medibles y verificables.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

Con casi 60 años de presencia en Colombia, Challenger, una marca del Grupo Lemco, avanza en la formalización de una estrategia de sostenibilidad que, según Mariana García Herrera, directora de Sostenibilidad y RSC del Grupo, “consolida una estructura clara, medible y prudente, que alineará el propósito social con los retos empresariales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. La directiva señala que esta hoja de ruta se construye sobre prácticas que la compañía ha desarrollado durante su trayectoria y que ahora tendrán seguimiento técnico y verificación permanente.
Grupo Lemco es un holding colombiano con 60 años de experiencia en sectores industriales y de manufactura, integrado por empresas familiares que han consolidado su operación por medio de procesos de crecimiento sostenido. Challenger, una de sus unidades más representativas, fábrica gaso electrodomésticos y equipos de línea blanca con enfoque en diseño, la obsesión por los detalles y la producción local. La nueva estrategia de sostenibilidad toma como base ese recorrido industrial y su relación con las comunidades.
De acuerdo con García, desde sus orígenes Challenger ha desarrollado procesos de producción con un sentido de responsabilidad asociado al entorno donde opera. “Ese recorrido es hoy la base para avanzar hacia una estrategia de sostenibilidad con objetivos definidos y verificables, que integra los componentes social, ambiental y empresarial”, afirma.
La hoja de ruta se organiza en tres ejes: formación técnica y empleabilidad, producción responsable y acción climática. Cada uno, explica la vocera, se construye “con sustento técnico, coherencia operativa y evidencia”. García añade que la estrategia busca evitar aproximaciones superficiales. “No se trata de seguir modas,
sino de consolidar prácticas existentes y darles un marco de gestión basado en datos”. Como parte del proceso de estructuración del eje de acción climática, en agosto de 2024 se adelantó una jornada de restauración ecológica mediante la siembra de 200 árboles nativos en Guatavita.
Más allá del ejercicio simbólico, estas intervenciones se integran al sistema de gestión ambiental como acciones de mitigación de emisiones, fortaleciendo la estrategia climática del Grupo y aportando datos y trazabilidad para la toma de decisiones. Según García, “el objetivo es que estas iniciativas evolucionen de actividades puntuales a mecanismos verificables que apoyen la estrategia corporativa y contribuyan a una cultura organizacional orientada a la sostenibilidad”.
Para la directora de Sostenibilidad, “la reputación no se mide en cifras superficiales, se sostiene con resultados tangibles”. Con esa premisa, Challenger estructura una estrategia que busca integrar su historia empresarial con un marco de sostenibilidad que será aplicado progresivamente en todas las unidades del Grupo Lemco.
