Especial Atlántico y Barranquilla
El ambicioso plan para transformar el agro en el Atlántico: “Es el futuro del departamento”
Con 2.062 hectáreas sembradas de palma, plátano y limón Tahití, el departamento fortalece su vocación agroindustrial.

Atlántico avanza en la consolidación de un modelo integral de desarrollo rural que combina agroindustria y pesca sostenible. Ya son 2.062 las hectáreas intervenidas en palma, plátano y limón Tahití, las cuales benefician a 232 agricultores organizados en 14 asociaciones, con créditos superiores a los 30.000 millones de pesos gestionados a través del Banco Agrario.
Estos cultivos, localizados principalmente en el sur del departamento, registran cosechas de 290 toneladas mensuales de palma de aceite y 65 toneladas mensuales de limón Tahití, valoradas en cerca de 400 millones de pesos. Un dinamismo que fortalece la economía campesina y le abre paso a la internacionalización de la producción.
El gobernador del departamento, Eduardo Verano de la Rosa, ha sido enfático en que “el futuro del Atlántico lo tenemos que construir sobre la base de la agroindustria”. Actualmente hay disponibles 279.000 hectáreas para producción. El plan de la Gobernación es aumentar el aprovechamiento de la tierra con vocación agropecuaria del 3,8 al 5,6 por ciento con proyectos como AgroAtlántico 360, que integra inversión pública, innovación tecnológica y articulación con las comunidades.
Marisabella Romero, secretaria de Desarrollo Económico, resaltó que el objetivo es expandir los beneficios a municipios como Campo de la Cruz, Santa Lucía y Manatí. “Queremos que nuestros campesinos se conviertan en verdaderos empresarios del campo”, afirmó.
La productividad rural también se fortalece con el Programa de Distritos de Adecuación de Tierras, que ya suma 5.400 hectáreas con sistemas de riego y drenaje, que benefician a 670 productores. Esta infraestructura agrícola garantiza cosechas estables y ha incrementado los ingresos campesinos. El impacto de estas acciones se refleja en historias como la de Fulton Parra, un cultivador de palma africana en el municipio de Repelón. “Con la producción mensual ya puedo sostener mis cultivos y generar empleo para seis trabajadores. La Gobernación nos dio el impulso inicial con agua, luz y asistencia técnica, y hoy nuestros predios han multiplicado su valor”.
Otro eje estratégico es el Plan + Pescao, que en 2025 inició con la liberación de 400.000 alevinos de bocachico en el embalse del Guájaro, en Repelón. Este programa, articulado con la Corporación Regional Autónoma y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca busca garantizar la sostenibilidad de la pesca artesanal y recuperar el equilibrio ecológico. ¿Por qué bocachico? Según el gobernador esta es la especie emblemática del departamento y de mayor demanda en el mercado. En 2024 se sembraron 550.000 alevinos y la meta de este año es alcanzar 1,5 millones de ejemplares.
El talento humano rural también avanza: 10.000 productores han mejorado sus capacidades técnicas a través del Plan Departamental de Extensión Agropecuaria, mientras que 2.900 han recibido insumos y acompañamiento en programas como SER Empresario y Gallinas Ponedoras, que promueven la autonomía productiva y dinamizan la economía familiar campesina.
*Contenido elaborado con el apoyo de la Gobernación del Atlántico.