Finanzas personales

“Si te enfocas en aumentar tu valor, el dinero será una consecuencia”: Livi Silva

Las reflexiones de la experta en finanzas personales Livi Silva, durante la octava sesión del Círculo de Mujeres Semana Dinero, giraron en torno a cómo los miedos financieros heredados y aprendidos influyen en el manejo del dinero y por qué la independencia financiera se ha convertido en la nueva revolución femenina.

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Yenny Rodríguez Barajas
25 de septiembre de 2025, 4:46 p. m.
En cuanto a inversiones, Silva recomienda empezar con instrumentos de bajo riesgo, como fondos de renta fija o CDT, y avanzar progresivamente hacia activos productivos: bienes raíces, franquicias, portafolios de acciones o incluso productos digitales que generen ingresos recurrentes.
“La independencia financiera está muy relacionada con el amor propio financiero, y en las mujeres esto se ha visto limitado por la crianza tradicional, que nos enseña a servir a los demás y dejarnos de últimas”, explicó durante su intervención en la octava sesión del Círculo de Mujeres Semana Dinero, | Foto: SEMANA

La independencia financiera no es únicamente el resultado de hacer un buen presupuesto o de ahorrar con disciplina. Para Livi Silva, coach y mentora financiera con más de 20 años de experiencia en banca y consultoría, representa un cambio profundo en la forma como las mujeres se relacionan con el dinero y consigo mismas. “La independencia financiera está muy relacionada con el amor propio financiero, y en las mujeres esto se ha visto limitado por la crianza tradicional, que nos enseña a servir a los demás y dejarnos de últimas”, explicó durante su intervención en la octava sesión del Círculo de Mujeres Semana Dinero, realizada el 18 y 19 de septiembre en Bogotá, con la participación de cerca de 200 afiliadas, entre empresarias y ejecutivas de distintos sectores.

Esa dependencia se refuerza por patrones heredados. Los miedos financieros se transmiten de generación en generación y se manifiestan en heridas emocionales: temor al abandono, miedo a no ser aceptadas, inseguridad para cobrar lo que realmente vale el trabajo, dificultad para disfrutar lo que se gana por miedo al juicio o la crítica. “Muchas mujeres negocian, administran, crean e invierten, pero lo hacen mejor para otros que para ellas mismas”, subraya Silva.

Según datos del Banco Mundial de 2015, apenas el 49 por ciento de las mujeres en América Latina y el Caribe tenía una cuenta bancaria, solo el 10 por ciento accedía a crédito y apenas el 11 por ciento ahorraba de manera constante. Aunque la brecha salarial se ha reducido en los últimos años, persiste una diferencia significativa: las mujeres ganan en promedio un 20 por ciento menos que los hombres, y 9 de cada 10 aceptan ofertas laborales sin negociar mejores condiciones. A esto se suma que, pese a que diversos estudios muestran que son mejores inversionistas, solo el 9 por ciento de ellas lo reconoce.

Los miedos financieros se transmiten de generación en generación y se manifiestan en heridas emocionales: temor al abandono, miedo a no ser aceptadas, inseguridad para cobrar lo que realmente vale el trabajo, dificultad para disfrutar lo que se gana por miedo al juicio o la crítica.
“Muchas mujeres negocian, administran, crean e invierten, pero lo hacen mejor para otros que para ellas mismas”, subraya Silva. | Foto: SEMANA

Estrategias para transformar la relación con el dinero

Frente a este panorama, la experta plantea que el primer paso es trabajar en la autoconfianza y en la educación financiera. “No se trata de perseguir el dinero, sino de aumentar tu valor para que el dinero sea una consecuencia”, señala. Esa construcción de valor comienza con decisiones prácticas: contar con un fondo de emergencia de entre tres y seis meses de gastos básicos, organizar el flujo de caja con la regla 50/30/20 (50 por ciento para gastos básicos, 30 por ciento para complementarios y 20 por ciento para ahorro, inversión y deudas), y evitar que el uso de la tarjeta de crédito supere el 15 por ciento de los ingresos, dado que es el producto financiero con la tasa más alta del mercado.

En cuanto a inversiones, Silva recomienda empezar con instrumentos de bajo riesgo, como fondos de renta fija o CDT, y avanzar progresivamente hacia activos productivos: bienes raíces, franquicias, portafolios de acciones o incluso productos digitales que generen ingresos recurrentes. “La independencia se alcanza cuando tus inversiones generan los ingresos suficientes para cubrir el estilo de vida que deseas”, sostiene.

El emprendimiento femenino también requiere estructura. La especialista aconseja aplicar la metodología de Producto Mínimo Viable (MVP), que permite validar la propuesta de valor con clientes antes de realizar grandes inversiones, fijar precios con base en los costos reales y asegurar la rentabilidad como condición para la sostenibilidad. “Lo que no es rentable no es sostenible, y lo que no es sostenible no puede crecer”, enfatiza.

Pero más allá de lo técnico, la clave está en el componente emocional: el 95 por ciento de las decisiones financieras son emocionales. Identificar los gastos impulsivos, reconocer los “gastos hormiga” y entender la relación entre ansiedad, consumo y deuda es fundamental para transformar hábitos. “Tus finanzas personales son 20 por ciento conocimiento y 80 por ciento comportamiento”, recuerda Silva, resaltando que el éxito financiero es más una habilidad emocional que matemática.

La experta clasifica cinco perfiles de mujeres financieras: conservadora, protectora, confiada, creadora e innovadora, cada una con fortalezas y desafíos. El reto está en reconocer el propio perfil y evolucionar hacia modelos más conscientes y sostenibles, en los que la confianza y la autovaloración sean el eje.

Al cierre de su intervención en el Círculo de Mujeres Semana Dinero, Silva dejó un mensaje que resume su visión: “No existe revolución femenina sin evolución financiera. Cuando una mujer se educa y aprende a hablar e invertir su dinero, el mundo mejora”, anotó.