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MUNDIAL 2018

¿Cómo jugarle a Inglaterra?

Los europeos son rápidos, verticales y tienen su mejor arma en los centros y el cabezazo. Será clave ganar los duelos en las bandas y hacerse al control del mediocampo, para que corran, pero detrás del balón.

3 de julio de 2018

Ante los ojos del mundo deportivo, Inglaterra llega como la favorita contra Colombia, en el último juego de los octavos de final del Mundial. Es un favoritismo producto, por un lado, del peso histórico de una selección campeona del mundo y con una de las mejores ligas locales, que se combina con una nueva generación, de jugadores muy jóvenes, que prometen empezar a brindar las alegrías que sus antecesores, con jugadores brillantes como Beckham, Owen o Scholes, no dieron. 
Colombia llega con el antecedente de haber dado una buena impresión en el Mundial pasado, en el que pasó de esta ronda, pero con una discreta participación en la fase de grupos en Rusia, pese a que avanzó primera. Esa es una ventaja inicial: entrar al campo de juego sin la presión de ser el favorito puede ser un alivio para Colombia y, por el contrario, un primer obstáculo para una selección tan joven, la tercera entre las menos longevas de las 32 del Mundial, según un informe del Observatorio del Fútbol y el Centro Internacional de Estudios Deportivos. 
Eso entre los factores que pesan en la mente de los jugadores. Ya en la cancha, Inglaterra es un equipo vertical y rápido. Sus transiciones entre la defensa y el ataque son de pocos toques, y sus medios y delanteros buscan el área en la primera oportunidad, para aprovechar la contundencia de sus delanteros, especialmente de Harry Kane, el goleador parcial de la copa. 
Por eso, es necesario que, como sabe hacerlo, Colombia se haga al control. Que los ingleses corran, pero detrás del balón, y no con este en sus pies. Que el desgaste sea de ellos, para que le bajen a las revoluciones y la tricolor pueda hacer su fútbol. El promedio de edad de los colombianos es de 27,3 años, mientras que el de los ingleses es de 25,9, así que el factor físico es clave, más en estos partidos que se pueden alargar hasta la prórroga. 
Ante las rápidas transiciones de los ingleses, protagonizadas por jugadores como Lingard, Young o Sterling, la tarea de los volantes de recuperación colombianos es vital. Sánchez y Barrios, que suenan como los titulares en esa tarea, tendrán que pegarse a los medios ingleses y evitar que manden centros desde las bandas -su principal arma- en busca de los cabezazos de Kane o de Sterling.
En ese punto, Arias y Mojica también tienen que saber guardar sus posiciones, y cuidar sus aventuras en el ataque, pues un desborde de los leones, con los laterales mal plantados, puede ser fulminante. Por lo mismo, Cuadrado y Lerma tendrán que estar activos en el ataque por las bandas, para  evitar que los laterales ingleses queden libre y se sumen al ataque. 
El as de Inglaterra es la pelota quieta. Los dos goles con los que le ganó a Túnez nacieron de tiros de esquina y otros dos de los seis que le encajó a Panamá se originaron en balones parados que fueron cabeceados. Con jugadores prolijos para rematar con la cabeza, como Kane o Stones  (y una altura promerio de 1,82 metros frente al 1,80 de Colombia), la tricolor tendrá que cuidar esas jugadas. Para eso cuenta con jugadores como Mina, el más alto del Mundial, Dávinson Sánchez y el mismo Falcao, que suele bajar a defender en las pelotas paradas. 
Los duelos individuales también tendrán protagonismo. El que pueda sostener D. Sánchez con Kane, su compañero en el Tottenham. O el de Cuadrado con Maguire, por la banda derecha. En defensa, Inglaterra juega con una línea de tres, por lo que hay espacio para el desborde del nacido en Necoclí, o de Muriel o Lerma, dependiendo de la decisión de Pékerman, por el otro extremo. 
En últimas, Colombia debe confiar en su juego, apostarle a circular la pelota y buscar la profundidad que puede darle Quintero. Y no desesperar, aguantar los embates que, con su gran despliegue físico, seguro impondrá Inglaterra en los primeros minutos. La ocasión está servida y, pese al favoritismo que sienten los europeos, Colombia tiene disponibles todas las armas para pasar a cuartos.