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Niños vulnerables
De acuerdo con la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la falta de acceso a agua para el consumo incrementa la probabilidad de que los niños, niñas y adolescentes adquieran diarrea y otras enfermedades infecciosas es más alto. | Foto: AP

INFANCIA

Cerca de 1,5 millones de niños corren peligro tras paso de huracanes por Centroamérica, según Unicef

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia advirtió que estos niños están expuestos a enfermedades potencialmente mortales.

23 de enero de 2021

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió este sábado que, luego de dos meses del surgimiento de los huracanes Eta e Iota, que atacaron diferentes países de América Latina, más de 1,5 millones de niños, niñas y adolescentes están en riesgo de contraer enfermedades potencialmente mortales en Centroamérica.

Lo anterior es consecuencia de los daños y la contaminación que han sufrido las fuentes de agua potable de estos países como Guatemala y Honduras, entre los que están pozos y letrinas, luego de las tormentas que ocurrieron en noviembre del año pasado, de acuerdo con las declaraciones de la directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough, tras la visita hecha a las zonas más afectadas por los desastres naturales.

“Me duele ver que muchas casas y escuelas todavía están enterradas bajo la arena o cubiertas de barro en las comunidades afectadas por los huracanes [...] Dos meses después de que los fuertes huracanes azotaron a Centroamérica, las necesidades humanitarias de las familias con niños, niñas y adolescentes siguen siendo generalizadas y durarán mucho tiempo”, dijo Gough, según reportó Europa Press.

Así las cosas, de acuerdo con la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la falta de acceso a agua para el consumo incrementa la probabilidad de que los niños, niñas y adolescentes adquieran diarrea y otras enfermedades infecciosas es más alto. Lo anterior también puede generar desnutrición, abandono de la escuela y más índices de pobreza en estas zonas.

Como resultado de los huracanes, en países como Honduras, Guatemala y Nicaragua se han cerrado 1.230 escuelas que tienen daño parcial o total, pues los fuertes vientos levantaron los techos, y destruyeron los baños y las paredes. Además de eso, los muebles y materiales de estudio también se vieron afectados.

El llamado de la Unicef es a tomar medidas rápidas y efectivas, para evitar poner en riesgo la escolarización presencial un año más, debido a los impactos de los huracanes, y luego de estar cerrados los colegios por la pandemia del coronavirus.

Así mismo, la funcionaria de la Unicef alertó que estas áreas afectadas, en algunos casos, tienen los índices de violencia y de pobreza más altos en todo el mundo, desde antes de la pandemia de la covid-19, los cuales fueron impulsados por los huracanes.

“Me preocupa que muchos padres perdieron sus trabajos debido a la pandemia y luego perdieron sus pertenencias, casas y cultivos debido a los huracanes. Estos niños, niñas, adolescentes y sus familias se quedan ahora con muy poca comida, muy poca agua potable y muy poco dinero para sobrevivir”, explicó la coordinadora humanitaria.

Es importante recordar que en diciembre de 2020, Unicef pidió US$42,6 millones con el objetivo de entregar asistencia humanitaria a 647.000 personas afectadas por los huracanes, incluidos 327.000 niños, niñas y adolescentes.

Pero dos meses después del ataque de estos huracanes a los países de América Latina, Unicef dijo que solo ha recibido menos del 30 % de los fondos requeridos para entregar esa asistencia a las familias necesitadas, por lo cual hizo un llamado urgente a la comunidad internacional “para que refuerce su compromiso financiero de crear condiciones mínimas para que las familias afectadas por los huracanes con niños, niñas y adolescentes permanezcan en sus comunidades, y evitar grandes contratiempos en el acceso a la educación, la nutrición, la protección, el agua y el saneamiento”.

Del mismo modo, pidió a los gobiernos de países de Centroamérica reabrir los colegios y escuelas, pues argumenta que “las próximas semanas y meses serán fundamentales para la restauración de la educación, incluidos los sistemas de saneamiento y agua en las escuelas, así como para implementar protocolos de salud para prevenir la propagación de la covid-19”.