Mundo
El peculiar fenómeno natural que solo se ve en esta montaña de Latinoamérica
La formación geológica sorprende al mundo por sus formas y colores.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

Perú vuelve a captar la atención internacional con una nueva maravilla natural. Tras la popularidad de la Montaña de Siete Colores, una formación geológica menos conocida, pero igual de impactante, está acaparando la mirada de científicos y turistas: la montaña Pallay Punchu, en el corazón de los Andes peruanos.
Ubicada a más de 4.700 metros sobre el nivel del mar, en la provincia de Canas, región del Cusco, Pallay Punchu de Aucallama se distingue por su aspecto casi irreal. Las crestas presentan líneas perfectamente delineadas y tonalidades vibrantes que, desde el aire, parecen un poncho gigante extendido sobre la cordillera.
El nombre Pallay Punchu proviene del quechua pallay, que significa “tejer”, y punchu, “poncho”. El término resume lo que la vista confirma: una formación que parece tallada con precisión geométrica, como si la propia naturaleza hubiera tejido la roca.

A diferencia de otras montañas coloridas de la zona, como Vinicunca o Palcoyo, Pallay Punchu se caracteriza por sus ángulos definidos y colores más contrastantes, producto de la sedimentación de minerales como hierro, azufre y cobre, moldeados por la erosión y los movimientos geológicos de millones de años.
Especialistas en geología del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas de Perú (Sernanp) destacan que el relieve del área ofrece una lectura única de la evolución andina. “Pallay Punchu revela cómo los sedimentos marinos, transformados por la presión y el tiempo, emergieron para formar un patrón natural de enorme precisión”, explicó un vocero de la entidad en medios locales.
El acceso al sitio parte del distrito de Layo, a tres horas por carretera desde la ciudad del Cusco, seguido de una caminata de alta montaña que puede durar entre tres y cinco horas. En los últimos años, agencias turísticas han comenzado a incluir Pallay Punchu como una alternativa menos concurrida pero más desafiante que Vinicunca, atrayendo a viajeros interesados en experiencias naturales y culturales más auténticas.

La zona está habitada por comunidades quechuas que promueven un turismo responsable. Varios guías locales ofrecen recorridos que combinan la caminata con relatos sobre la cosmovisión andina, donde las montañas son consideradas seres protectores.
A pocos kilómetros se encuentra la Laguna Langui Layo, a casi 4.000 metros de altitud, que complementa el paisaje con un contraste visual imponente. Este cuerpo de agua, uno de los más extensos de la región, alberga truchas y aves altoandinas, convirtiendo el lugar en un punto clave para la observación de fauna silvestre.
Aunque su descubrimiento turístico es reciente, Pallay Punchu se perfila como el tercer gran atractivo natural del Cusco, junto con Vinicunca y Palcoyo. Las autoridades regionales buscan incluirla dentro de los circuitos oficiales de turismo sostenible, ante el creciente interés internacional. La montaña, que comenzó a ganar notoriedad en redes sociales en 2020, se ha convertido en símbolo del vínculo entre naturaleza y cultura en los Andes.


