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La COP30 logró un acuerdo climático, aunque sin objetivos concretos sobre fin de los combustibles fósiles
Colombia fue uno de los países más beligerantes en la defensa de la aprobación de unos objetivos y calendario concretos para el fin de los combustibles fósiles.
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El presidente de la 30ª Conferencia de las Partes de la Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30), André Corrêa do Lago, anunció este sábado la aprobación del acuerdo Global Mutirão -Colaboración Global-, un documento para reducir el uso de combustibles fósiles, aunque sin compromisos ni metas claras.
“La ciencia prevalece. El multilateralismo ha ganado”, proclamó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un comunicado publicado tras conocerse el acuerdo. “En el año en el que el planeta superaba por primera vez, y quizás de forma permanente, los 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales, la comunidad internacional tenía que elegir: seguir o rendirse. Hemos elegido la primera opción”, reivindicó.
El acuerdo fue alcanzado tras una noche de intensas negociaciones cerradas. Incluye avances en adaptación, financiación y reglas de transparencia, pero deja para 2026 las decisiones que deberían de haberse tomado en la actual cita.
Tras el anuncio del acuerdo varias delegaciones han expresado abiertamente su protesta, por lo que consideran una postura poco dialogante de la presidencia, incluidas las delegaciones de la Unión Europea, Colombia, Panamá y Suiza.
El propio presidente de la COP30, Corrêa do Lago dictó la suspensión del plenario las objeciones de media docena de delegaciones. “Lo siento. No he visto las banderas”, apuntó el representante brasileño, que abrió una ronda de consultas a puerta cerrada.
🌍O 12º dia da COP30 começou com um balanço da conferência📊
— COP30 Brasil (@Cop30noBrasil) November 21, 2025
O presidente da COP30, embaixador André Corrêa do Lago, abriu os trabalhos com um chamado a todos os negociadores a lutar para manter vivo o Acordo de Paris.⚠ Ou cuidamos do regime climático, ou todos saímos perdendo. pic.twitter.com/iiZSpLfSz8
Colombia fue uno de los países más beligerantes en la defensa de la aprobación de unos objetivos y calendario concretos para el fin de los combustibles fósiles. La delegación colombiana expresó su malestar por la ausencia de partes que habían sido acordadas por consenso.
“Colombia no aceptará un texto que niega la ciencia, impide el cumplimiento del objetivo de 1,5 C, y le da la espalda a los pueblos y s la vida”, destacó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Irene Vélez.
Tras la reanudación de la sesión plenaria, Corrêa do Lago destacó las “amplias consultas” mantenidas tras la interrupción y confirmó la aprobación de los textos pactados durante la noche, a pesar de las objeciones planteadas en el plenario y las quejas por falta de opción para expresarse.
“Lamento profundamente el no haberme percatado de las peticiones de las partes para tomar la palabra. Como muchos de ustedes no he dormido y probablemente esto no ha ayudado, como tampoco mi avanzada edad”, apuntó.
También hubo otras críticas al acuerdo por parte de países como Rusia, Argentina y Paraguay, que rechazaron el lenguaje inclusivo utilizado en el documento y pidieron una definición de hombre y mujer basadas en el sexo.
Deforestación y combustibles fósiles
“Crearé dos mapas: uno para revertir la deforestación y otro para la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles”, había planteado Corrêa do Lago durante la sesión plenaria de la COP30 celebrada este sábado.

El marco es de cumplimiento voluntario, pero durante el año que dura la presidencia brasileña de la COP estas dos cuestiones estarán a la cabeza de la agenda.
Así, se organizarán reuniones de alto nivel en las que el planteamiento tendrá un marcado componente científico, pero en la que además participarán los gobiernos, la industria y la sociedad civil. Una vez realizadas, el resultado se volcará de nuevo en la COP, destacó Corrêa do Lago.
La primera conferencia de alto nivel se celebrará en abril en Colombia y se centrará en la reducción del uso de combustibles fósiles, ha explicado.
Contra el cambio climático
El texto “Global Mutirão: Uniendo a la humanidad en una movilización global contra el cambio climático” propone la aceleración de la aplicación del Acuerdo de París y destaca la urgencia de reducir rápidamente las emisiones. La propuesta destaca la importancia de la equidad, los derechos humanos y del multilateralismo y advierte de lagunas significativas en el ámbito de la financiación de las medidas para combatir el cambio climático.
El documento fue adoptado por 194 países, lo cual es en sí mismo planteado como un triunfo en vista de las turbulencias geopolíticas actuales. Prevé triplicar la financiación para la adaptación, aunque el objetivo de alcanzar los 120.000 millones de dólares anuales para esta partida se ha aplazado cinco años, hasta 2035.
Finalmente, no menciona la cuestión de los combustibles fósiles con medidas concretas como resultado de la oposición drástica de países productores de petróleo como Arabia Saudí.
En paralelo, se aprobó con el apoyo de 90 países un plan para la transición hacia una economía sin combustibles fósiles que no forma parte del acuerdo final. La iniciativa fue impulsada por el país anfitrión, Brasil, con el apoyo fundamental de Colombia.
Un segundo plan de lucha contra la deforestación logró el apoyo de otros 90 países, aunque su ausencia del acuerdo final de la COP30 supone un importante revés, porque la cita se celebró precisamente en Belém, en plena Amazonía, con el fin de facilitar inclusión de esta cuestión. Brasil también impulsó la creación del Fondo Bosques Tropicales Para Siempre, que prevé la dedicación de fondos para evitar la tala de bosques.

Otro de los acuerdos importantes, muy valorado por la sociedad civil, fue el de la creación del Mecanismo para una Transición Justa, un plan que fomenta que la transición hacia una economía verde sea justa y proteja los derechos de toda la población, con mención especial a trabajadores, mujeres, indígenas y afrodescendientes.
El secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, destacó que el acuerdo supone “una señal política y de los mercados” en medio de las “aguas políticas tumultuosas”, del “negacionismo, la división y la geopolítica”.
“La COP30 ha demostrado que la cooperación climática está viva y funcionando, que mantiene a la humanidad en la lucha por un planeta vivible, con el objetivo firme de mantener los 1,5ºC al alcance. No estoy diciendo que estemos ganando la lucha climática, pero es innegable que aún estamos en ella y que estamos contraatacando”, remarcó.
*Con información de Europa Press


