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Jeanine Añez, presidenta de Bolivia. Foto: Presidencia Bolivia.

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“No intervengan”: la advertencia de Bolivia a Estados Unidos y Brasil por el caso Jeanine Áñez

Áñez fue detenida la semana pasada acusada de sedición, terrorismo y conspiración por lo que su antecesor y rival, Evo Morales, denuncia como un “golpe de Estado” en su contra.

18 de marzo de 2021

Bolivia pidió a Estados Unidos y Brasil “no intervenir” en sus asuntos internos, luego de que esos países expresaran preocupación por la encarcelación de la expresidenta de derecha Jeanine Áñez.

La Cancillería boliviana informó en dos comunicados que había tenido reuniones separadas en La Paz con diplomáticos de Estados Unidos y Brasil, y les recordó los acuerdos internacionales que llaman a los países a no intervenir en materias de “jurisdicción interna” de otras naciones.

A la encargada de Negocios de Washington en La Paz, Charisse Phillips, le “recordó el deber de abstenerse de intervenir en asuntos internos” de Bolivia, y al embajador brasileño, Octávio Henrique Dias, la “no intervención” en los procesos judiciales en marcha, según los textos.

Áñez fue detenida la semana pasada acusada de sedición, terrorismo y conspiración por lo que su antecesor y rival, Evo Morales, denuncia como un “golpe de Estado” en su contra.

El Departamento de Estado había expresado “preocupación” por el arresto de Áñez, mientras que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, había llamado a que “el Estado de derecho sea plenamente respetado en Bolivia”.

La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea también han pedido respeto a las garantías judiciales y transparencia en el proceso.

La Paz criticó el miércoles al secretario general de la OEA, Luis Almagro, por plantear que se lleve el caso boliviano a la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya.

La exmandataria conservadora, de 53 años, y sus exministros de Justicia y Energía fueron encarcelados el fin de semana pasado, como parte de una investigación en un supuesto derrocamiento del presidente izquierdista Evo Morales.

Tras las protestas que siguieron a su polémica reelección en octubre de 2019, la Policía y las Fuerzas Armadas hicieron un llamado para que Morales diera un paso al costado, lo que obligó al mandatario a dimitir y a salir del país.

Áñez, entonces segunda vicepresidenta del Senado, asumió la Presidencia. La exmandataria cumple prisión preventiva de cuatro meses en una cárcel de mujeres de La Paz, donde el miércoles sufrió una descompensación de la que fue tratada en el interior del presidio.

Descompensación de Áñez

La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez sufrió este miércoles una descompensación en una cárcel de La Paz, donde cumple prisión preventiva mientras es investigada por el presunto golpe de Estado contra el exmandatario izquierdista Evo Morales en 2019.

Norka Cuéllar, abogada de Áñez, dijo a la prensa local que ella estuvo “en estado crítico” por una subida de presión. “Está en este momento con oxígeno y está bastante afectada”, señaló la letrada, aunque autoridades de la prisión aseguraron posteriormente que se encuentra estable y bajo supervisión médica.

Áñez cumple su cuarto día detenida en la capital boliviana después de que el pasado domingo una jueza le dictara cuatro meses de cárcel, mientras la Fiscalía busca pruebas para cimentar la acusación en su contra, sobre los incidentes registrados a finales de 2019.

La exdiputada del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty presentó una denuncia contra Áñez, cinco exministros, el gobernador electo de la rica región de Santa Cruz (este), Luis Fernando Camacho, exjefes policiales y militares, y otros civiles por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración.

Los exministros de Justicia y Energía también fueron encarcelados. Las detenciones generaron protestas esta semana entre los defensores de la expresidenta derechista en varias ciudades del país andino, principalmente en Santa Cruz.

También hubo reacciones en el ámbito internacional, como de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA). La oficina de Luis Almagro dijo que “el sistema judicial boliviano no está en condiciones de brindar las mínimas garantías de juicio justo” y pidió la liberación de los detenidos.

La Cancillería boliviana consideró las declaraciones de Almagro como “provocaciones malintencionadas” que “pretenden favorecer a los intereses particulares y políticos que representa”.

Áñez reemplazó en noviembre de 2019 al izquierdista Morales, quien dimitió en medio de violentas protestas sociales de opositores que lo acusaron de fraude en las elecciones presidenciales de un mes antes y con las que buscaba continuar en el poder hasta 2025.

Con información de la AFP.