Protestas en Francia: familiar de Macron fue agredido durante manifestaciones contra la reforma pensional

La Policía de Francia detuvo este martes a ocho personas acusadas de pegar una paliza presuntamente al hijo de un sobrino de la primera dama, Brigitte Macron, en el marco de una protesta contra la reforma de las pensiones en la ciudad de Amiens, a unos 115 kilómetros al norte de París.

De acuerdo con el reporte oficial, Jean Baptiste Trogneux, jefe de la empresa de chocolates Trogneux, recibió golpes en la cabeza, brazos y piernas por parte de seis hombres y dos mujeres que se encontraban realizando una cacerolada en el centro de la ciudad, según informó su padre, Jean Alexandre Trogneux, en declaraciones a la cadena TF1.

Los atacantes, que se encuentran bajo custodia, también profirieron insultos contra el presidente, Emmanuel Macron, su mujer y su familia antes de huir del lugar de los hechos cuando tres vecinos de la zona intervinieron.

Ahora, la víctima se encuentra bajo supervisión tras ser hospitalizada a la espera de ser sometido a un escáner para determinar el alcance de los golpes.

“Con esta agresión hemos sobrepasado todos los límites”, aseguró su padre a los medios de comunicación, tras indicar que fueron detenidos seis hombres y dos mujeres.

Por su parte, la primera dama Brigitte Macron denunció, en una declaración enviada a la AFP, “la cobardía, la estupidez y la violencia” de los agresores. “He denunciado en varias ocasiones esta violencia que solo puede conducir a cosas peores”, agregó.

“Jean-Baptiste tuvo el coraje de enfrentar la cobardía, la estupidez y la violencia de un grupo que dejo a la justicia calificar”; señaló, de acuerdo con el reporte de BFMTV.

La clase política, de izquierda a derecha, denunció también lo sucedido. “Golpear al sobrino nieto de un político, para hacer daño a este último, es un acto cobarde”, subrayó el diputado izquierdista Alexis Corbière.

“La violencia va cada vez más lejos y la agresión del sobrino nieto de Brigitte Macron tendrá que ser sancionada muy severamente por la justicia. Siempre condenaré esta violencia, aunque no sea recíproca cuando seamos las víctimas”, dijo por su parte, Marine Le Pen.

Francia vive desde enero protestas contra una reforma de las pensiones que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y aumenta a 43 años a partir de 2027 la cotización necesaria para una pensión completa.

La tensión contra esta medida aumentó en marzo cuando Macron la adoptó por decreto, pese al rechazo mayoritario, y ahora busca pasar página con otros proyectos a la espera de su entrada en vigor a partir de septiembre.

Desde la llegada al poder de Macron en 2017, las protestas contra su política se acompañan de ataques a la cadena de chocolaterías de la familia de la esposa del mandatario en el norte de Francia, lamentó Jean-Alexandre Trogneux.

Las denuncias de actos de violencia física o verbal contra responsables políticos aumentaron un 32% en 2022, cuando el país celebró elecciones presidenciales y parlamentarias, según el ministerio del Interior.

La semana pasada, Yannick Morez dimitió como alcalde de la localidad de Saint-Brevin-les-Pins (oeste) después que su domicilio fuera incendiado en marzo en un contexto de protestas de la extrema derecha contra un centro de acogida de migrantes.

Crecen las protestas

Las protestas han continuado y se han extendido pese a que se espera el debate de un proyecto de ley que podría derogar esa reforma, adoptada a la fuerza, sin votación previa en el parlamento.

El pasado primero de mayo, Día Internacional del Trabajo cerca de 800.000 personas se manifestaron en toda Francia para protestar contra la reforma de las jubilaciones, de acuerdo con cifras de la Policía.

Sin embargo, el sindicato CGT, en cambio, sostuvo que fueron 2,3 millones los que se manifestaron en todo el país.

“Existe un profundo reto y el diálogo solo podrá reanudarse si el gobierno muestra que tiene voluntad de tener en cuenta las posiciones de los sindicatos”, explicaron.

En el marco de esas protestas 540 personas fueron arrestadas, 305 de ellas en París, explicó el ministro de Interior, Gérald Darmanin.

“Hubo un nivel de violencia en la parte delantera de la marcha [...] excesivo”, declaró el prefecto de la policía de París, Laurent Nuñez, en la emisora France Info, acusando a extremistas.

Darmanin indicó que tres agentes de la policía recibieron lesiones y tuvieron “una situación extremadamente difícil” aunque sus vidas no corrieron peligro.

Un policía fue hospitalizado con la cara quemada a causa de un cóctel Molotov.

No hubo un reporte oficial de las cifras de heridos por el uso de gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y otras armas represivas por parte de la policía, pero al menos dos periodistas, incluyendo un fotógrafo de la AFP, sufrieron lesiones leves.

* Con información de Europa Press y AFP