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| Foto: Juan Barreto/AFP

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“Quieren tapar que lo torturaron”: oposición sobre “suicidio” de Fernando Albán

Fernando Albán murió el lunes y, según el gobierno, se suicidó lanzándose al vacío. Las versiones oficiales se contradicen mientras su abogado desestima lo afirmado y exige, como varios organismos internacionales, aclarar las circunstancias de la muerte.

Víctor Amaya
9 de octubre de 2018

La Fiscalía de Venezuela informó que el concejal Fernando Albán, supuestamente implicado en el “atentado” al presidente Nicolás Maduro en agosto, se suicidó lanzándose desde el décimo piso de un edificio policial cuando iba a ser trasladado a tribunales. El fiscal Tarek William Saab, impuesto por la chavista Asamblea Constituyente en ese cargo, afirmó que Albán solicitó ir al baño "y estando allí se lanzó al vacío". Esa versión contradice la del ministro de Interior Néstor Reverol, quien afirmó que el opositor estaba en una sala de espera con ventanas, donde decidió terminar con su vida.

Cuando Albán murió, su abogado Joel García lo esperaba en tribunales para su audiencia. Ahora, desestima la versión oficial. “El fiscal da una versión a priori, sin investigar”. Añade que en la necropsia practicada “existen dudas”.

El acta de la autopsia, realizada en la Morgue de Bello Monte de Caracas, sede de Medicatura y Ciencia Forense, determina que el deceso ocurrió por “politraumatismo craneoencefálico severo”, “traumatismo toracoabdominal cerrado” y “shock hipovolémico” producto de una “caída de altura”.

El defensor ha atendido a otros presos políticos y reafirma que “en el baño del piso 10 no hay ventanas, pero sí en una sala donde yo dudo mucho que cualquier preso pueda pararse, abrir una ventana y demás, sin que nadie se percate o lo impida. Nadie deja solo a un preso”. Por eso, exigen al Sebin mostrar las grabaciones de las cámaras de seguridad que pululan en la edificación.

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Ibéyise Pacheco, investigadora del sector militar, afirma que el piso 10 del Sebin es un área administrativa. “Entrando por las escaleras a la derecha hay un único baño muy pequeño donde los funcionarios van con el preso.  El cubículo con inodoro no tiene ventana. Del lado izquierdo del pasillo hay oficinas. Una de ellas de (Gustavo) González López”, el director del organismo.

Julio Borges, diputado en el exilio y cabeza de Primero Justicia, agrega que en el lugar también queda el despacho del almirante Aldo Gregorio Lostracco Lucena, director de Inteligencia del Sebin. Dice que a esa oficina llevaron a Albán antes de su muerte.

Otras voces afirman que Albán murió a manos de funcionarios y se busca encubrir su homicidio. Es la tesis que suscribe el concejal Jesús Armas, compañero de partido. El analista Jesús Seguías, en un breve informe, se preguntó si quizá producto de golpizas le fracturaron una costilla que le perforó el corazón. “Obvio, un suicidio con una soga en el cuello no eliminaría las evidencias de la tortura. Sólo una caída con alto impacto corporal podía camuflar los signos de la flagelación y la crueldad”.

Católico, hasta la muerte

Fernando Albán llegó a Venezuela desde Nueva York el viernes 5 de octubre. Estaba de viaje con su familia, pero también había acompañado a Julio Borges en reuniones en las Naciones Unidas. Fue apresado en el mismo aeropuerto e incomunicado hasta el día siguiente. Fue señalado de haber participado en el “atentado” a Nicolás Maduro del pasado 4 de agosto.

El domingo, su abogado pudo verlo y hablar con él. “Él estaba sereno, tranquilo. Era profundamente católico. Ese día nos dijo que lo tenían en el piso 10, el lugar donde otros presos políticos han testimoniado torturas y tratos crueles”.

Joel García relata que “también nos comentó que no lo habían tocado, pero sí lo habían presionado para que grabara un video implicando a Julio Borges en un magnicidio. Agregó que si estar preso contribuye a la libertad de Venezuela prefería quedarse ahí. Dudo que alguien que diga eso se suicide al día siguiente”.

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La organización de Derechos Humanos Provea considera que la muerte de Albán es producto de “terrorismo de Estado” y recuerda “el asesinato por torturas de Fabricio Ojeda en 1966 y Jorge Rodríguez en 1976. Ambos casos fueron presentados como suicidios y posteriormente se demostró que fallecieron a consecuencia de torturas”. Rodríguez es el padre de la Vicepresidenta y del Ministro de Información venezolanos.

Que se investigue

El cadáver de Albán fue velado en el Parlamento venezolano, controlado por la oposición. Luego sería enterrado por orden de su familia, que se negó a la cremación, como les fue sugerido por autoridades, según su abogado Joel García.

La muerte de Fernando Albán es la tercera que ocurre de un preso político en cautiverio durante el mandato de Nicolás Maduro, quien no se ha pronunciado al respecto al cierre de esta nota. Entretanto, la Asamblea Nacional de Venezuela, el Arzobispado de Caracas, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas han exigido que se investiguen imparcialmente las causas del fallecimiento.