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La joven afirmó que cuando hay mal tiempo su mercado se demora aún más en llegar a casa. | Foto: Tik Tok:@salinaalsworth_ak

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‘Tiktoker’ cuenta que tiene que ir en avión al supermercado, esta es la razón del insólito suceso

La joven señaló que le cobran por libras el mercado que deba transportar.

15 de diciembre de 2022

En las redes sociales se han comenzado a evidenciar las rutinas que se viven en países alejados o con diferentes culturas, y este tipo de videos son rápidamente viralizados por conocer los pequeños detalles que para algunos son normales, pero para otros son simplemente extraordinarios, incómodos o inimaginables.

Pues bien, uno de estos sucesos es el que evidenció una chica influencer que vive en Alaska, la región estadounidense más al norte del continente. La joven fue identificada como Salina Alsworth, de 25 años, quien contó a través de un video de TikTok toda la travesía que tiene que hacer para poder ir al supermercado mensualmente.

Así entonces, la joven indicó que vive en un pequeño pueblo lejos de las grandes ciudades, por lo que algunas veces es difícil conseguir algunos víveres y otros productos de uso diario, situación por la que debe subir en un avión hasta el poblado urbano más cercano para hacer las compras; infortunadamente, a estos lugares solo se puede llegar vía aérea.

En sus videos contó que el “avión taxi” que coge para ir a los lugares alejados le cobra 2,5 dólares, es decir, cerca de 12 mil pesos colombianos aproximadamente, por cada libra que pese el mercado, por lo que entre más compre más deberá pagar; incluso, recalcó que en una ocasión tuvo que pagar lo equivalente a 2 millones de pesos por llevar la comida a su casa.

“Si hace mal tiempo, puede pasar hasta una semana antes que los artículos frescos que compro puedan llegar a casa”, afirmó en uno de sus videos la joven creadora de contenido.

‘Tiktoker’ reveló cómo consiguió aprobación de su visa a EE. UU.

Aunque el joven celebró la aprobación del documento que lo acredita para entrar legalmente a Estados Unidos, advirtió que este fue el final de un largo proceso que le costó varios intentos previos en los que las autoridades norteamericanas ya le habían dicho ‘no’ a sus pretensiones.

De acuerdo con el tiktoker, esta era la quinta vez que se presentaba a la Embajada con el ánimo de tramitar el documento que le permitiera ingresar a Estados Unidos, afirmando que en ocasiones anteriores había intentado toda clase de estrategias, entre las que se incluía asistir acompañado de su mamá, mientras que en otras oportunidades había buscado hacerlo solo.

Finalmente, la ‘vencida’ llegó en un intento solitario, obteniendo el sello de aprobado y la esperanza de conocer Estados Unidos.

Si bien esta podría ser la historia de cualquier ciudadano que celebrase la consecución del permiso, la historia del tiktoker se volvió visible, no solo gracias a que este mismo la hizo pública a través de su cuenta en la referida red social, sino también porque fue visto por sus seguidores como un loable ejemplo de resiliencia y perseverancia, en tanto nunca se dejó amilanar por los negativas recibidas.

“Había ido solo y con mi mamá y siempre me negaban la visa, yo no sé por qué razón”, advierte el joven en su video, en el que también compartió algunos detalles de la lluviosa mañana en que finalmente accedió a la visa americana.

En medio de las curiosidades de su más reciente y contundente intento por lograr la visa, el joven advirtió, a manera de anécdota, la ocurrencia de un hecho particular que lo alcanzó a sugestionar. No obstante, reconoció que considera que no es un aspecto determinante, pero que él sí aplicó a manera de cábala en medio de los nervios que enfrentaba por su quinta aplicación a la visa.

El joven explicó que en la fila final, antes de llegar a las ‘casillitas’, espacio que califica como “horrible” y que genera “dolor de estómago”, se percató de que todas las personas que se ubicaban en la hilera de la derecha habían logrado salir sonrientes con el papelito que acredita la aprobación de la visa, mientras que los de la fila izquierda salían cabizbajos por el fracaso en ello.