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¿Visones zombis? Animales sacrificados en Dinamarca causan alarma al salir de sus tumbas
Alrededor de un millón de visones sacrificados para contener una mutación del coronavirus, resurgieron de las fosas donde fueron enterrados.
Dinamarca fue noticia a inicios de este mes por sacrificar millones de visones para combatir una extraña mutación del coronavirus transmisible a los humanos, una controvertida decisión que, según admitió quien hasta entonces era el ministro de Agricultura y Alimentación de ese país, Mogens Jensen, “carece de fundamento jurídico”.
Jensen, quien tuvo que renunciar a su cargo en días pasados tras la tormenta política que desató la orden de sacrificar a todos los visones de Dinamarca, señaló en su momento a la cadena de televisión local TV2 que habían cometido un error, al explicar que, pese a la orden dada por el propio gobierno, en realidad “no existe fundamento jurídico para pedir a los criaderos de visones que sacrifiquen a sus animales fuera de las zonas” en las que se detectaron mamíferos contagiados.
El viernes ese lamentable hecho volvió a ser noticia tras conocerse que estos animales después de ser sacrificados, y posteriormente enterrados, resurgieron de sus tumbas debido a los efectos de los gases de descomposición.
Las impresionantes imágenes de los cadáveres de los visones saliendo a la superficie se dieron a conocer por la televisión pública DR donde se evidencia que en una de las fosas improvisadas donde fueron sepultados los animales sacrificados, exactamente en un terreno militar cerca de Holstebro, en el oeste de Dinamarca, los cadáveres de los visones están recubiertos sólo por una fina capa de cal y de tierra arenosa, condiciones que según la policía local, habrían facilitado el extraño fenómeno.
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Aunque la televisión danesa afirma que los visones en este terreno estaban enterrados solo a un metro de profundidad, el ministerio de Medioambiente y de Agricultura asegura que los visones están enterrados entre un metro y medio y dos metros.
Al respecto, Leif Brogger, consejero municipal de Holstebro, expresó al diario Jyllands-Posten que para el ministerio, la reaparición de los cadáveres es “un problema temporal ligado al proceso de descomposición de los animales” y añadió: “El Estado juega con nuestra naturaleza y la utiliza como un vertedero”, lamentando así lo sucedido.
Por su parte, Hans Christian Osterby, alcalde de la ciudad de Holstebro, señaló en una entrevista concedida al canal TV2 que la forma en que fueron enterrados los visones fue “completamente incorrecta” y expresó que las autoridades no debieron enterrar a los animales en su municipio sin solicitar primero, el correspondiente permiso, hecho al que se refirió ante la prensa de ese país, Frederik Waage, profesor de derecho en la Universidad del Sur de Dinamarca, señalando que es posible que el Gobierno haya incurrido en un delito al no buscar acuerdos antes de, con los municipios donde fueron enterrados los visones.
Por otra parte, según informa AFP, los animales que resurgieron de su ‘tumba’ fueron enterrados a 200 metros de un lago, es decir 100 metros menos de lo recomendado, lo que hace temer problemas de contaminación por fósforo y nitrógeno, situación que las autoridades prometieron resolver.