Estados Unidos
Alcalde Adams impulsa prohibición de carruajes en Central Park y desata fuerte polémica en Nueva York
El proyecto de ley conocido como Ryder’s Law busca retirar gradualmente los carruajes de caballos en Central Park, generando apoyo animalista y resistencia sindical.
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El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha lanzado una ofensiva política para eliminar los emblemáticos carruajes tirados por caballos en Central Park, argumentando que esa tradición representa hoy riesgos para los animales y para los peatones.
Según un comunicado oficial, Adams emitió la Orden Ejecutiva 56, que insta al Departamento de Policía a intensificar la vigilancia de carruajes que operen fuera de zonas autorizadas y a apoyar una transición laboral para los conductores que quedaran afectados.
El proyecto de prohibición, conocido como Ryder’s Law, propone prohibir la operación de nuevos permisos desde el 1 de junio de 2026 y asegurar que los caballos retirados no sean vendidos para fines crueles. Adams solicitó al Concejo Municipal que acelere la aprobación del proyecto y acompañe la orden ejecutiva con acciones concretas de regulación.

La medida ha generado reacciones polarizadas. Organismos como Neoyorquinos por Calles Limpias, Habitables y Seguras (NYCLASS) han aplaudido el anuncio como una victoria para los derechos de los animales.
También PETA respaldó la decisión, señalando recientes colapsos y muertes de caballos como evidencia de que la industria ya no es sostenible. En contraste, el sindicato de Trabajadores del Transporte (TWU), que representa a los conductores de carruajes, lanzó una campaña mediática de cerca de un millón de dólares para combatir la propuesta, acusando al alcalde de traicionar a la clase trabajadora.
El debate se intensificó luego de un accidente en mayo de 2025, cuando dos carruajes chocaron en Central Park al asustarse los caballos, dejando heridos a los conductores. Ese incidente revitalizó las críticas sobre los riesgos para público, animales y operadores.
También cabe recordar un caso previo. En 2025, un conductor fue absuelto de cargos de crueldad tras el colapso de un caballo llamado Ryder en 2022, lo que reinició el debate sobre la ética de esta tradición urbana.

Quienes defienden el fin de los carruajes sostienen que los caballos están expuestos a ruido intenso, calor extremo, tránsito urbano y agotamiento continuo. Organizaciones como el Instituto de Bienestar Animal han documentado que ese ambiente es incompatible con el bienestar animal. Además, ya en un informe del City Bar de Nueva York se planteó hace años una transición hacia “carruajes eléctricos sin caballos” como alternativa moderna.
El Concejo Municipal debe ahora deliberar el proyecto. Algunos concejales respaldan la iniciativa, mientras otros advierten que la medida puede estar motivada por intereses inmobiliarios, dado que las licencias y los estables están ubicados en zonas lucrativas.
En paralelo, Adams ha comprometido al gobierno local a diseñar programas de reconversión laboral para los conductores e inversiones en transporte turístico sostenible.
Este cambio podría poner fin a más de 150 años de tradición en Nueva York, adaptando el paisaje urbano a estándares modernos. La decisión del Concejo marcará si la ciudad prioriza la seguridad pública y el bienestar de los animales, o preserva una forma turística histórica.