Estados Unidos
Alerta en Estados Unidos: retiran 15.000 juguetes para perros y gatos por riesgo de baterías que ponen en peligro sus vidas
Las autoridades advierten que las baterías de botón de estos juguetes pueden causar lesiones graves o la muerte si se ingieren.
Léenos en Google Discover y mantente un paso adelante con SEMANA

La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos (CPSC) ha impulsado el retiro de más de 15.000 juguetes para mascotas tras descubrir que las baterías de botón de una bolita LED podrían quedar expuestas si el envoltorio plástico se rompe, lo cual representa un grave riesgo para niños que juegan cerca y para los animales mismos.
Esta decisión, que afecta a los populares “Pet Zone Laser Pointer & LED Ball” de Petmate, se tomó luego de detectarse que el cascarón de las esferas puede dañarse con facilidad y liberar las pilas internas, que son altamente peligrosas si se ingieren.
Aunque hasta la fecha no se han reportado incidentes o heridos, la CPSC ha subrayado que la gravedad potencial: quemaduras químicas, daños internos o la muerte por obstrucción; justifica la medida preventiva según la normativa vigente, en particular la Ley Reese’s, aprobada en agosto de 2022 para reducir accidentes con baterías de botón.

El retiro obliga a descartar o devolver los juguetes comercializados entre septiembre de 2024 y marzo de 2025, vendidos en Menards y plataformas digitales, y exige que los consumidores afectados dejen de utilizarlos de inmediato y soliciten el reembolso correspondiente vía los canales habilitados por Petmate, conforme a las instrucciones dadas por el importador, Doskocil Manufacturing Company Inc., con sede en Texas.
El llamado también incluye recomendaciones para desechar o reciclar las baterías usadas según las normativas ambientales locales, con el fin de evitar problemas de salud pública o daño ecológico.
Diversos expertos en salud infantil y veterinaria han manifestado su apoyo a la decisión, advirtiendo que las baterías de botón son una amenaza subestimada en hogares con niños o animales.
Un estudio reciente de la Academia Estadounidense de Pediatría alertó que estas pilas, tan pequeñas como inofensivas a simple vista, pueden liberar una corriente eléctrica y provocar perforaciones en el esófago en menos de dos horas si se ingieren.

Por su parte, asociaciones de veterinarios han señalado que los animales suelen mordisquear y tragar lo que encuentran, lo que hace aún más urgente evitar juguetes que contengan este tipo de baterías, por los riesgos de obstrucción intestinal o envenenamiento álcali-cobróico.
De hecho, algunos hospitales pediátricos han recomendado precaución con cualquier producto no estrictamente para niños que esté al alcance de los menores, incluyendo juguetes para mascotas.
Además, se han intensificado llamados a revisar etiquetas y empaques de productos similares, pues muchos consumidores desconocen que los juguetes aparentemente inofensivos pueden representar un peligro invisible.
Las normas federales establecen que solo los juguetes dirigidos específicamente a niños menores de catorce años deben cumplir estándares de seguridad rigurosos, pero cuando hay cruce de uso con mascotas, esa protección puede quedar fuera de cobertura, lo que deja un hueco normativo que expertos instan a cerrar mediante regulaciones más amplias.
Hasta que se implementen cambios estructurales, la CPSC y Petmate mantienen activa una línea de atención para los usuarios afectados, y recomiendan mantener los juguetes lejos de niños y animales mientras se tramita el reembolso.
Este tipo de retiros preventivos visibiliza la importancia de monitorear no solo los productos infantiles, sino también aquellos para el cuidado de mascotas, pues pueden impactar la seguridad de toda la familia, sin importar de qué miembro se trate.