Estados Unidos
“Cállate”: Trump pierde la calma y genera polémica global por su trato a un periodista extranjero
La tensa reacción del presidente durante una rueda de prensa desató comentarios y volvió a encender el debate internacional.
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Donald Trump interrumpió abruptamente a un periodista australiano durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca y le dijo “¡Cállate!”, cuando fue interrogado acerca de la compatibilidad de sus negocios con el ejercicio del poder.
El corresponsal John Lyons, de la Australian Broadcasting Corporation (ABC), cuestionó si un presidente puede tener múltiples intereses empresariales mientras ocupa el cargo, lo que detonó la reacción airada del mandatario. Según registros, Trump insistió en que sus hijos gestionan sus compañías mientras él se dedica a la presidencia.
El incidente ocurrió en medio del creciente escrutinio internacional sobre las empresas de Trump, incluidas sus propiedades inmobiliarias, campos de golf y recientes lanzamientos en criptoactivos.

Lyons preguntó si el presidente era más rico ahora que al inicio de su segundo mandato, Trump contestó que muchos de los contratos se firmaron antes de asumir, pero reconoció que la operación continúa bajo la supervisión de sus hijos.
La tensión escaló cuando Trump, al sentirse desafiado, preguntó al reportero de dónde era. Tras saber que es australiano, acusó la pregunta de “perjudicar a Australia” y amenazó con comentar su conducta con los líderes de ese país.
Luego se tocó los labios con el dedo índice y reiteró “¡Cállate!” Antes de pasar a preguntas de otros periodistas.
Este episodio se da en un contexto más amplio. Expertos en ética señalan que los negocios privados de Trump generan preocupaciones sobre posibles conflictos de intereses.

En marzo de este año, Reuters documentó que los tokens criptográficos propios de Trump, inversiones familiares y propiedades bajo gestión de sus hijos despiertan dudas sobre si los intereses privados influyen o podrían influir en decisiones oficiales.
Por otra parte, la libertad de prensa y el rol de los medios han vuelto a estar en el centro del debate. Organizaciones periodísticas y analistas advierten que las declaraciones agresivas contra reporteros, especialmente extranjeros, podrían afectar las relaciones diplomáticas y la percepción internacional de la transparencia del gobierno estadounidense.
Aunque Trump defiende que no dirige directamente sus negocios, el hecho de que continúen bajo propiedad familiar y que él pueda recibir reportes o beneficiarse indirectamente mantiene el interés público al máximo.
La pregunta de Lyons resume lo que para muchos ciudadanos y especialistas es una cuestión pendiente: ¿hasta qué punto se pueden disociar los deberes del gobierno de los intereses privados de quien está al mando?