Estados Unidos
Estados Unidos deja sin protección a 250.000 venezolanos: fin del TPS desata ola de incertidumbre y temor a deportaciones
La decisión del gobierno estadounidense de no renovar el Estatus de Protección Temporal para Venezuela, deja a miles de familias en riesgo de perder su trabajo, su hogar y su derecho a permanecer en el país.
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Una ofensiva legal y política contra el estatus migratorio ha empujado alrededor de 250 mil nacionales de Venezuela hacia la incertidumbre en los Estados Unidos, al perder el amparo del Temporary Protected Status (TPS).
Así lo informó este viernes la Agencia de Prensa Latina, que atribuye esta situación a la decisión de la administración de Donald Trump y a un fallo del máximo tribunal estadounidense.
¿Qué cambia para los venezolanos con TPS?
El TPS es un estatus migratorio que permite a nacionales de países afectados por conflictos, desastres o crisis prolongadas residir y trabajar temporalmente en EE.UU., sin riesgo inmediato de deportación.
En el caso de Venezuela, existen dos designaciones relevantes:
La designación de 2021, “Venezuela 2021”, que originalmente extendía cobertura hasta el 10 de septiembre de 2025, de acuerdo a la que se registra en USCIS.
Con el vencimiento del periodo de gracia, “miles de migrantes del país sudamericano se quedarán sin estatus y podrían ser detenidos para luego enfrentar un proceso de expulsión de territorio estadounidense”, aseguró la agencia en mención.
Esto pone en riesgo la estabilidad de quienes han trabajado, vivido y aportado al país norteamericano.
Ante el fin del TPS, los venezolanos en Estados Unidos deben actuar con rapidez y cautela. Lo primero es verificar bajo cuál designación estaban protegidos, 2021 o 2023, ya que de ello dependen los plazos de validez de sus permisos de trabajo.
También es clave mantenerse informados sobre posibles extensiones judiciales, buscar asesoría legal confiable y explorar alternativas migratorias como el asilo o visas humanitarias.

Un giro político que pone en vilo a una comunidad
La revocación o no renovación del TPS para los venezolanos no es solo técnica, sino que tiene una trascendencia política importante. Desde la campaña electoral de Trump, se prometieron “las mayores deportaciones de inmigrantes indocumentados” en la historia estadounidense.
La secretaria del Department of Homeland Security (DHS), Kristi Noem, sostuvo que la acción era necesaria para “garantizar que [el TPS] se use correctamente”, argumentando que su alcance había sido abusado, como se registra en el medio web Político.
La administración Trump considera que el TPS fue demasiado prolongado y que EE. UU. debe “controlar la frontera” y limitar los amparos migratorios.
Por su parte, expertos advierten que la medida deja “sin protección” a miles que llevan años viviendo legalmente bajo TPS.
Como advierte el análisis jurídico de la American Immigration Council, el TPS nació para proteger personas que no pueden regresar a su país por razones extraordinarias.
Sin embargo, con la decisión de terminar la designación para los venezolanos, EE.UU. pone en la cuerda floja la vida de miles de familias que ya estaban integradas en el tejido social.
La decisión coincide con las elecciones y con un contexto migratorio polarizado, lo que hace que, a la vista de algunos, el TPS se convierta en tema de campaña más que de política migratoria humanitaria.


