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"Desde el primer momento en que la vi tocando Bossa Nova y Jazz con su guitarra, cantando en portugués, supe que podría funcionar", dice Tucker Halpern sobre su compañera de viaje musical Sophie Hawley-Wled. Sin duda, ha funcionado. Foto: Diana Rey Melo

Entrevista

“Queremos que cada parte de nuestras vidas sea arte”, Sofi Tukker

El dúo regresó a Colombia y se tomó a Bogotá y a Medellín con su mundo de color y energía. ARCADIA habló con ellos sobre su música, la relación con Bomba Estéreo y la inesperada influencia que ha ejercido este país en sus vidas.

José M. Barragán
21 de febrero de 2020

Sophie Hawley-Wled y Tucker Halpern se conocieron en un toque y decidieron juntar talentos para conformar uno de los grupos musicales con mayor proyección de los últimos tiempos. En tan solo 4 años de carrera, ya han conseguido ser nominados al Grammy, realizar giras internacionales y hacer parte de los anuncios de Apple y la banda sonora de la recién estrenada película de Harley Quinn. 

Aman a Colombia y se consideran fans de J Balvin y Shakira. Visitaron el país por primera vez en 2018, para tocar en el Festival Estéreo Picnic y llenar de energía la carpa grande. De regreso, lo dieron todo en Bogotá. En un escenario que llenaron de plantas y pantallas de colores vivos, con su show llevaron a la euforia total a los asistentes y en el que sumaron estéticamente con bailes y prendas de colores fosforescentes. En su show en Medellín, Sophie se lastimó la pierna, pero esto no le impidió seguir con el show y llevar la fiesta hasta el final... 

Segunda vez tocando en el país, ¿qué es lo más emocionante de volver? 

T: La vez pasada Estéreo Picnic fue increíble. No teníamos idea de qué esperar, pero hubo mucha gente ahí afuera bailando durante el show, divirtiéndose un montón. En Colombia tienen una gran vibra.

S: Es emocionante pues, además, ahora tenemos una canción con nuestra banda colombiana favorita, Bomba Estéreo, y hemos pasado tiempo de calidad aquí.

¿Cómo surgió la colaboración con Bomba Estéreo?

T: Nos conocimos hace un par de años. Nosotros ya éramos fans de ellos y los vimos en un par de festivales. Cuando los saludamos, nos dimos cuenta de que ellos también eran fans nuestros. Nos volvimos amigos y siempre dijimos que teníamos que hacer algo juntos. Finalmente pudimos hacerlo con ‘Playa Grande’.

Después de grabar Playa Grande estuvieron un tiempo filmando el video en la casa de Li Saumet, en Costeño Beach, ¿qué tal fue la experiencia? 

S: Fue uno de los momentos más inspiradores de nuestras vidas. Hablamos demasiado, tenemos mucho en común. Compartimos muchos de nuestros valores con ellos. También nos dimos cuenta de que se puede vivir así: en la playa, en medio de mucho color. Cuando llegamos, Li salió a saludarnos con un vestido largo hermoso y un coco fresco en la mano. Nos mudamos a Miami inspirados por la forma en la que vive, porque su estilo de vida está lleno de color, es muy saludable y está en medio de la naturaleza.

¿De qué forma les ha cambiado la vida estos momentos que compartieron en Costeño Beach?

T: Siempre quisimos transportarnos a un lugar hermoso como Colombia. Con nuestra música, cuando te pones los audifonos, sientes que estás ahí, incluso si estás en Nueva York y hace frío. Nos dimos cuenta de eso y, en algún momento del año, decidimos irnos a vivir a ese lugar en el que queríamos y crear un mundo a nuestra manera. Eso, definitivamente, lo inspiró Bomba. Queríamos que nuestro entorno fuera también nuestra inspiración. 

S: Me gusta ver cómo la música y la vida se reflejan la una en la otra, porque la vida puede ser una forma de arte. Ahora queremos hacer que lo nuestro sea parte de un todo: que lo que hacemos con la música, con nuestras vidas, con la forma en que nos vestimos, que cada parte de todo sea también arte.

En su paso por Medellín, Sophie Hawley-Wled se lastimó una pierna, pero eso no le impidió seguir irradiando música y terminar el espectáculo. Foto: Diana Rey Melo.

¿Cómo es ese mundo de Sofi Tukker?

S: Nuestro mundo es muy tropical, colorido y raro. Está lleno de todo tipo de personajes y es muy comunitario. Recibimos mucha energía de las personas que nos rodean... 

T: Tratamos constantemente de hacerlo más nuestro. Un buen ejemplo es nuestro show en vivo. Cuando empezamos, hace 3 o 4 años, teníamos esta especie de árbol de libros, un pequeño instrumento que golpeamos con baquetas para hacer sonidos. Siempre soñamos con que fuera un gran árbol y con poder crear una especie de jungla en escena. Estamos tratando de traer ese mundo a nuestra realidad y que sea lo que es allí. 

El árbol es muy característico de su apuesta visual y musical, ¿de dónde surgió la idea?

S: Al principio hacíamos música por el simple hecho de hacer música, y cuando empezamos a pensar cómo serían nuestras presentaciones en vivo quisimos crear algo en donde se usara el cuerpo entero y ofreciera una experiencia más visual. En principio conectamos micrófonos a unos pedazos de fruta y vegetales, pero luego se dañaron y ya no funcionaron tan bien.

T: Decidimos usar los libros de poetas con los que estábamos trabajando, y todo tuvo sentido. Podíamos usar la cubierta de un libro para hacer la batería, y con la poesía trabajamos para adaptarla en canciones como Drinkee o Matadora. Estábamos tratando de ser creativos y hacer algo diferente, y hemos seguido evolucionando.

Sus shows están cargados de energía y generan una atmósfera especial, ¿cómo sienten esa relación con el público cuando están allá arriba?

S: Es increíble ver tanta gente ante nosotros, te hace pensar qué puedes devolverles. Nosotros los vemos, ellos nos ven, es un ciclo. Una de las cosas que más me hace feliz es que en nuestros shows la gente es muy sociable y amistosa. Es muy lindo mirar hacia el público y ver un montón de gente bailando sonriente en todo el lugar, ver lo diferente de todas las personas que vienen a vernos y la forma en que se integran. Es muy especial.

T: Una gran parte de todo esto es que amamos hacerlo, demasiado. Cuando estamos ahí arriba, nos estamos divirtiendo de verdad. Y estamos agradecidos y emocionados por estar ahí. Eso es lo que nosotros podemos darle a la gente, incluso si no tenemos muchas pantallas y producción detrás nuestro. Con suerte la principal conexión es ese sentimiento de amor auténtico por lo que hacemos.

Aparte del show en vivo, ¿qué ha cambiado para ustedes desde que empezaron a tocar como Sofi Tukker?

T: Muchas cosas. El mundo se siente mucho más pequeño. Nos sentimos muy conectados a lugares de todo el mundo a los que no habíamos ido nunca. Sabemos más quiénes somos y ahora tenemos un punto de vista propio y ‘algo para decir’. Aún seguimos haciendo música que queremos oír y que amamos; con suerte, a otra gente le gustará, pero si nosotros estamos felices con ello, entonces estamos bien.

S: Al empezar la banda lo hacíamos por la música y ahora todo en torno a la música pero el mundo que estamos creando también se ha convertido en una gran parte de lo que hacemos. Y eso ha crecido y se ha solidificado a la par con que nosotros nos hemos convertido más en nosotros y nos hemos vuelto más conscientes de lo que queremos ofrecer y lo que queremos atraer.

¿Qué creen que pueden ofrecer más allá de su música? 

T: Esperamos ayudar a cambiar un poco el mundo. Si podemos mejorarle el día a una persona, o si podemos hacer que una persona se sienta mejor cuando no está bien, entonces ya hicimos que el mundo sea mucho mejor. 

S: Tratamos de que nuestra música transmita algo de auto-aceptación y realización personal. Algo que haga que ames quien eres y en lo que te estás convirtiendo. Cuando eres completamente tú, también alcanzas un punto de mayor receptividad y tu corazón se abre y te conectas con los demás. Eso es lo que queremos ofrecer.

Agradecimiento y emoción, "eso es lo que nosotros podemos darle a la gente, incluso si no tenemos muchas pantallas y producción", dijo a ARCADIA Tucker Halpern. Foto: Diana Rey Melo.

Llevan alrededor de 4 años haciendo música juntos, ¿en qué momento supieron que podía funcionar?

T: Desde el primer momento en que la vi tocando Bossa Nova y Jazz con su guitarra, cantando en portugués, supe que podría funcionar. Sabía que podía hacer algo con ello. Siempre creí que nuestras diferencias nos hacían únicos. 

S: Creo que hay muchos momentos en los que creo en lo que hacemos. No sabía lo que iba a pasar cuando nos juntamos, solo nos gustaba hacer música. Luego empezamos a tocar en vivo y creímos en ello también. En la medida en que crecemos, seguimos evolucionando nuestras idea sobre lo que podemos hacer y lo que podemos ofrecer.

¿Qué les falta alcanzar todavía en este camino? ¿Hacia dónde los está llevando?

T: Siempre hemos querido hacer tours con grandes conciertos en arenas y estadios. Siempre hay algo más que podemos hacer.

S: No sabemos hacia dónde podemos ir. Todos los años vemos que podemos hacer algo nuevo que no teníamos idea que estaba dentro de nuestras capacidades. Para nosotros, por ahora, la meta es simplemente hacer la música que nos gusta, levantarnos cada día y sentirnos agradecidos y emocionados por lo que hacemos. Seguir creciendo. En tanto nuestra integridad se mantenga allí y crezca y podamos regar nuestro amor por el mundo, estaremos bien.