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| Foto: Fotomontaje SEMANA

BOGOTÁ

Las dos caras de Mateo Gutiérrez, ¿cuál es la real?

Para su familia es un joven universitario contestatario y crítico. Para la Policía, el autor de bombas panfletarias al servicio del Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP). ¿Qué hay detrás?

3 de marzo de 2017

En la facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional se respira un aire denso desde que el pasado 23 de Febrero fue arrestado en el norte de la ciudad el estudiante de sociología Mateo Gutiérrez León por la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog), en coordinación con la Fiscalía General de la Nación.

La captura realizada cuatro días después del atentado de la Macarena, reivindicado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el que falleció el patrullero Albeiro Garibello Alvarado y resultaron lesionados 24 uniformados y dos civiles, ha generado una serie de movimientos públicos tanto a favor como en contra de la detención de Mateo. El contexto que ha antecedido este debate judicial es la detonación de más de 30 artefactos dispuestos en la ciudad de Bogotá desde 2015.

A pesar de que no se encuentra vinculado al hecho de la Macarena, Mateo Gutiérrez es acusado de participar en la implementación y detonación de dos "bombas panfletarias" -unos explosivos de baja intensidad acompañados de consignas políticas- en la carrera 10 con calle 18, y en la 16a con calle 76 el 18 de septiembre de 2015; por lo que le fueron sindicados los cargos de terrorismo, concierto para delinquir, hurto agravado y calificado, y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.

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Aunque en un primer tiempo los comunicados emitidos por la Mebog y la Fiscalía trataron de ligarlo con la detonación de por lo menos 10 petardos sembrados en Bogotá en 2015, 2016 y 2017, estos se descartaron en la audiencia de formulación de acusación. En dicha instancia también se decidió llevar por separado el proceso en contra del otro imputado: Arturo Stiven Buitrago Montaño, alias el Cojo, acusado del delito de terrorismo en concurso homogéneo y sucesivo.

Entre los diferentes atentados acaecidos en medio de los diálogos de paz firmados por el gobierno con las FARC e iniciados con el ELN, se pueden sin embargo distinguir por lo menos tres actores que parecen tener muy poco en común.

Además de los atentados perpetrados por el ELN, con saldo de varios muertos y decenas de heridos, el Gaula del Ejército identificó a una célula criminal responsable del estallido de dos bombas plantadas en 2015 como parte de una política de extorsión y a un nuevo grupo identificado como Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), presuntamente afín al ELN y autor de diversos ataques de baja intensidad que a la fecha solamente han provocado daños materiales. A este último, desconocido hasta hace poco y reconocible por su bandera azul y amarilla marcada de una estrella roja, es al que las autoridades han vinculado a Mateo, después de realizarle un seguimiento durante más de un año.

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Para el abogado defensor del estudiante, Eduardo Matías, el arresto de Mateo y su consecuente imputación responden por lo tanto a una presión social que ejercieron sobre la Policía Nacional, que en su afán de resultados habría fabricado un caso en su contra, realizando así un nuevo "falso positivo judicial".  "Tanto por parte del presidente (quién emitió un tweet el día de la captura) como por parte de la policía y de los ciudadanos hubo mucha presión para capturar a los responsables de los atentados después de lo que pasó en la Macarena, lo que quizá llevó el fiscal a exagerar los hechos y casualmente, a capturar a dos sujetos que llevaban un año en seguimiento con base en la sola declaración de un testigo", afirmó.

Para ambas partes, la clave del proceso reside en las declaraciones del famoso testigo que fue amenazado, amarrado y amordazado el día de los hechos en el apartamento en dónde estalló la bomba y de dónde se colgó la bandera del MRP. En su primera declaración, el hombre aseguró haber sido agredido por una persona "morena y mona, alta, con pinta de gamín", mientras que 14 meses después, reconoció en una serie de fotografías a Mateo Hernández como el responsable del suceso, a pesar de ser este de piel blanca y de pelo negro, según describe Eduardo Matías.

Para el abogado defensor del estudiante, Eduardo Matías, el arresto de Mateo y su consecuente imputación responden por lo tanto a una presión social que ejercieron sobre la Policía Nacional.

Por su parte, la Fiscalía aseguró disponer de una prueba maestra para demostrar la responsabilidad del estudiante, de audios en los que se escuchan sus conversaciones con el otro imputado y de videos en su contra, además de una sábana de llamadas realizadas desde su celular antes y después del atentado en una zona aledaña de los hechos, los cuáles todavía no ha sido puesto a disposición del público.

Pero lo complejo de este proceso es que no solamente se está discutiendo en el ámbito judicial, sino que ha llegado más allá y en particular a las aulas de sociología de la Universidad Nacional. El 27 de febrero pasado se llevó a cabo un coloquio estudiantil para estudiar soluciones de apoyo a Mateo y a su familia. De acuerdo con su antigua monitora Itayosara Rojas, Mateo siempre fue un estudiante juicioso, implicado en diversas actividades sociales y académicas y solidario de sus compañeros. Cuando se realizaron protestas en contra de las amenazas realizadas a varios estudiantes de la facultad, Mateo fue a las marchas en muestra de apoyo, asegura Itayosara, quién precisa sin embargo que tener inclinaciones políticas no es un delito y es muy distinto de portar un arma.

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En cuanto a los padres de Mateo, Aracely León Medina, abogada de formación y Omar Gutiérrez Lemus, han realizado diversas declaraciones y comunicados públicos para reafirmar la inocencia de su hijo, quién, aseguran, es un alumno aplicado, amante de los animales, del rock, del deporte y de los viajes que casi siempre realiza en familia. Durante algunos de esos viajes familiares a Cuba es cuando el estudiante habría sido adiestrado en el manejo de explosivos, aseguraron algunos medios de comunicación, calificación que su padre consideró absurda, ya que estos como tantos otros se realizaron en su presencia.

Otro de los argumentos en su contra fueron las fotografías presentadas al público en las que se ve a Mateo con diferentes estilos de cortes de cabello y de barba destinados a impedir su identificación según la policía, en tanto que estas simplemente fueron tomadas en diferentes momentos de su vida, lo que explicaría los mencionados cambios, de acuerdo con Omar.

Durante las audiencias preliminares organizadas el viernes 24 en el juzgado de Paloquemao, el abogado Matías presentó una segunda línea de defensa, después de que el juez 67 de garantías descartara los cargos de concierto para delinquir y uso de arma de fuego.

Los hechos, asegura, de cualquier manera no configuran un acto terrorista, en cuanto no provocaron zozobra ni terror entre la población presente debido a la debilidad del estallido; en tanto que los daños materiales presentados, como la quiebra de los vidrios del apartamento fueron producto del ingreso de la fuerza y el hurto calificado es menos que evidente, declaró, debido a la concentración de sujetos foráneos en el apartamento después del incidente, siendo que el testigo únicamente aseguró que le habían retirado la SIM card de su celular para impedirle hacer llamadas, pero no el aparato.

De concretarse alguno de los sistemas de defensa presentados por Eduardo Matías, el caso de Mateo, recluso por el momento en la cárcel Modelo, pudiera entrar en la lista de los casos de errores judiciales contabilizados por el Congreso de los Pueblos, organización que computó 13 mil demandas realizadas por hechos similares entre 2009 y 2012, de las cuales 8.600 correspondieron a personas vinculadas a la insurgencia. El 75 por ciento de los capturados dentro del conteo  fueron declarados inocentes.

Sin embargo, será competencia de un juez penal del Circuito decidir cuál es la correcta entre las dos versiones de la vida de Mateo presentadas por las partes, de acuerdo con las pruebas presentadas por la acusación tanto como por la defensa del estudiante de sociología. En entrevista telefónica, el padre de Mateo, Óscar Gutiérrez aseguró guardar un as bajo la mango que podría servirle de prueba final si lograra demostrar que el día de los atentados su hijo se encontraba en un evento social de la Universidad Nacional llamado "Hasta las cuatro" con sus compañeros, lo que descartaría su presencia en las cercanías del lugar en donde explotaron los petardos. A menos de que las autoridades logren demostrar lo contrario. Entonces, solamente se sabrá realmente quién es realmente Mateo Gutiérrez y que relación guarda con el recientemente formado Movimiento Revolucionario del Pueblo.

Texto de Diego Legrand