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En los últimos años, la Alianza Verde se ha fortalecido electoralmente en Bogotá. Los exsenadores Antonio Navarro y Claudia López han protagonizado el proceso. | Foto: CARLOS JULIO MARTÍNEZ-SEMANA

POLÍTICA

Antonio Navarro contra Claudia López

Dados los antecedentes electorales de Bogotá, quien gane la encuesta de los verdes para escoger candidato a la alcaldía tendrá grandes posibilidades de ganar. Así está el panorama.

10 de marzo de 2019

En Bogotá, los motores de las campañas a la alcaldía solían arrancar en junio. En esta oportunidad, por cuenta del calendario del Consejo Nacional Electoral, se han anticipado. Esa instancia determinó que el martes próximo se vence el plazo para que los partidos decidan si harán o no consultas internas o interpartidistas en mayo. Dado que desde la pasada elección presidencial las consultas fueron claves para apalancar candidaturas, quienes quieren acudir a ellas ya han lanzado sus nombres.

Hasta ahora habían formalizado su aspiración Hollman Morris, inscrito por Mais; Ángela Garzón, elegida por consulta en el uribismo; el exsecretario de Gobierno de Peñalosa, Miguel Uribe; el exsecretario de Integración Social de Petro, Jorge Rojas; Lucho Garzón por el movimiento de disidentes liberales En Marcha; Celio Nieves por el Polo Democrático; el exviceministro del Interior Luis Ernesto Gómez por el movimiento Activista; y Antonio Navarro por la Alianza Verde. En el sonajero también están Carlos Fernando Galán y la exdirectora del Sena María Andrea Nieto.

Aunque estaba presente en los medios, ni la opinión pública ni los expertos tenían puesto el foco en esa competencia. Sin embargo, la semana pasada Claudia López decidió lanzarse al ruedo y encendió el debate. Esto sucedió por varias razones.

Resulta muy probable que quien sea el candidato compita en una consulta interpartidista con otras fuerzas de centro e izquierda.

La primera de ellas, porque los datos recientes sobre las preferencias electorales de los bogotanos llevan a pensar que el candidato que represente a la Alianza Verde tendrá las mayores opciones de llegar a la alcaldía. En Bogotá ganó el Sí en el plebiscito por la paz, opción a la que, junto con otros partidos, los verdes le metieron la ficha. También, en contraste con el resto del país, las preguntas de la consulta anticorrupción –liderada por López– pasaron el umbral y esta tuvo una votación sorprendente. Y en las elecciones a Congreso, Antanas Mockus le tomó por mucho la delantera a Álvaro Uribe, el senador más votado.

La tendencia de Bogotá a identificarse con los verdes se debe a que con el tiempo entre los electores de la ciudad han ido tomando fuerza las posiciones de centro y de izquierda. Así quedó demostrado en un reciente estudio del Centro Nacional de Consultoría, que comparó la visión de los ciudadanos de la capital con los del resto del país: mientras que el 28 por ciento de los bogotanos se considera de izquierda, solo el 20 por ciento del resto de colombianos se ubica en esa orilla.

A lo anterior se suma que, según un análisis de Cifras y Conceptos sobre la reciente elección a Congreso, los verdes han tomado fuerza en localidades que tradicionalmente habían sido consideradas bastiones del Partido Liberal como Chapinero y Kennedy. Así mismo, en la clase media que es la que más vota en Bogotá.

Para que los verdes escojan candidato, López competirá con Antonio Navarro en una encuesta en abril con una base compuesta, en parte, por militantes de ese partido. Los resultados son impredecibles. Aunque el nombre de Claudia López genera más polémica y emociones, Navarro lleva más tiempo en campaña. Las encuestas sobre la materia la dan por ganadora, pero con muy poco margen de superioridad sobre el exsenador.

Puede leer: ¿Cómo les iría a Claudia López y Antonio Navarro al medirse en una encuesta?

Los dos tienen coincidencias en temas nacionales y locales, aunque un estilo diferente. A Navarro, durante toda su carrera, lo han reconocido como una figura tranquila, capaz de dialogar con los extremos. A eso se suma un prestigio ganado por su capacidad de liderar procesos desde el Ejecutivo. Lo hizo como ministro de Salud de César Gaviria, recién desmovilizado del M-19, y posteriormente como alcalde de Pasto y gobernador de Nariño. En estos dos últimos cargos tuvo un desempeño destacado. También pasó en dos oportunidades por el Senado, en el que libró pocas peleas, se distanció del Polo Democrático y realizó un trabajo admirado. El eje de la propuesta de Navarro gira alrededor de la democracia participativa. Se destacan cuatro de sus ideas: adquirir para el Distrito la reserva Thomas van der Hammen; promover la termovalorización o energía obtenida de las basuras para avanzar hacia el cierre del relleno Doña Juana; desarrollar programas dirigidos a promover la convivencia –sobre todo en horas de la noche–; y combatir la contaminación del aire.

Al igual que Navarro, López también ha sido una parlamentaria destacada y una figura mediática. Sus inicios políticos se remontan al movimiento de la Séptima Papeleta, que convocó la Constituyente de 1991. Luego trabajó para la primera administración de Enrique Peñalosa como directora de Acción Comunal. En 2004 ganó reconocimiento por sus denuncias sobre parapolítica y en 2014 se convirtió en la senadora más votada de la Alianza Verde con más de 81.000 sufragios, por encima de Navarro, entonces cabeza de lista. En 2018 fue pieza clave en la campaña presidencial de Sergio Fajardo y, como Navarro, se sumó a Petro en la segunda vuelta. En su discurso de lanzamiento, llamó a la convergencia y buscó identidades ciudadanas al señalar: “Soy parte del 70 por ciento de los bogotanos frustrados con el mal rumbo por el que Peñalosa lleva a Bogotá”. Planteó temas para corregir como detener la tala de árboles y promover la siembra; acelerar la sustitución del diésel por combustibles limpios; concentrar a la policía en capturar atracadores, violadores y narcotraficantes; completar la primera línea del metro hasta Suba y Engativá en vez de hacer el TransMilenio por la Séptima; y conectar cerros orientales, la reserva Thomas van der Hammen y la ronda del río Bogotá, entre otros.

Confidencial: La foto de Mockus, Antonio Navarro y Claudia López

Una vez salga el candidato de los verdes vía encuesta, lo más seguro es que se concrete una interpartidista con Celio Nieves, Luis Ernesto Gómez, Jorge Rojas y eventualmente Lucho Garzón. Petro tendrá un papel importante en reforzar la candidatura que salga de esa consulta, lo cual, de paso, podría implicar una polarización de la campaña. El uribismo, con Ángela Garzón, y una eventual alianza con Miguel Uribe y otros candidatos jugarán en la otra orilla.

Otra figura aún no ha formalizado su intención de ser candidato, pero podría representarle un fuerte reto a Navarro o a López. Se trata del exsenador Carlos Fernando Galán, quien probablemente se inscribirá por firmas. Galán le dio un portazo a Cambio Radical cuando la mayor parte de su bancada decidió apoyar a Iván Duque en segunda vuelta. Lo hizo argumentando que no tiene ninguna identidad con el uribismo ni con los valores que representa esa corriente. Eso puede generarle adeptos entre quienes no son ni petristas ni uribistas. A esa ventaja se suma el hecho de que la derecha no lo miraría con tanta desconfianza como podría hacerlo con Navarro y con López. Sobre todo, si el elegido entre ellos dos logra tener el apoyo del Polo y el petrismo después de la interpartidista.

El centro: Claudia López marca el rumbo de su apuesta por la Alcaldía de Bogotá

Aún faltan ocho meses para la elección y no es claro quiénes podrán ocupar el centro del espectro político. Pero sí lo es que en ese contexto, y por cuenta de los antecedentes electorales de la ciudad, el candidato verde –Claudia López o Antonio Navarro– tiene grandes posibilidades de ocupar la Alcaldía de Bogotá.