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Indígenas de la etnia Misak tumban la estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar. Foto: Julián Moreno / AFP
Indígenas de la etnia Misak tumban la estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar. Foto: Julián Moreno / AFP | Foto: AFP

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Anuncian recompensa para capturar indígenas que derribaron estatua en Popayán

La comunidad indígena tumbó un monumento al conquistador Sebastián de Belalcázar tras un juicio simbólico en que se le declaró culpable de delitos como genocidio, despojo y acaparamiento de tierras.

18 de septiembre de 2020

Luego de que el pasado miércoles varios indígenas de la etnia Misak tumbaran la estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar en la ciudad de Popayán, autoridades regionales anunciaron una recompensa para dar con los responsables.

El hecho, de acuerdo con la comunidad, se dio tras una marcha en la capital del Cauca convocada para reivindicar la memoria de ancestros asesinados y esclavizados en la época de la conquista en América.

La protesta, sin embargo, no cayó bien entre varios sectores del país y el alcalde de Popayán, Juan Carlos López Castrillón, junto con el general Jorge Luis Vargas, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, anunciaron que están tras la pista de quienes derribaron el monumento ubicada en El Morro, uno de los sitios más altos de la ciudad.

“A través de una investigación criminal de la Policía Nacional y del CTI de la Fiscalía, se están identificando a los responsables del daño al patrimonio cultural de la ciudad de Popayán, que es un delito. Es prioridad para las autoridades identificarlos (…) se ha ofrecido una recompensa de hasta cinco millones de pesos por la identificación de los responsables”, explicó el oficial.

Autoridades anunciaron que al lugar ya se desplazaron investigadores desde Bogotá “para apoyar a la seccional de investigación criminal de Popayán en todos los actos y recoger elementos materiales de prueba alrededor de este daño importante al patrimonio del país”.

La Fiscalía del Cauca anunció por su parte que ha dado prioridad a la investigación, mientras que el alcalde López Castrillón anunció que el monumento será restaurado.

“Defendemos la protesta social, y es legítima, pues todos tenemos derecho a protestar. Lo que repudiamos es la violencia”, dijo en su momento el mandatario local.

El hecho se conoció a través de videos en redes sociales, que muestran cómo varios indígenas derribaron la estatua del conquistador usando cuerdas.

El Movimiento de Autoridades Indígenas del suroccidente reivindicó el acto explicando que el hecho de tumbar la estatua de Belalcázar obedeció a la decisión de un juicio simbólico en que se le declaró culpable de delitos como genocidio, despojo y acaparamiento de tierras.