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¿Recargado o disminuido?: Del uribismo 2002 al uribismo 2018

Con el nombre del Centro Democrático, el uribismo vuelve al poder a y ser la bancada dominante en el Congreso colombiano.

19 de julio de 2018

La aplanadora uribista fue el término con el que se denominó al respaldo parlamentario que tuvo Álvaro Uribe desde que llegó a la presidencia en el año 2002. Hasta entonces, nunca un parlamento había estado tan en el bolsillo del presidente de turno, y lógicamente le garantizó una amplia gobernabilidad, o margen de maniobra.

Durante los ocho años de su gobierno, Uribe tuvo una de las mayores gobernabilidades de la historia. Su bancada legislativa estuvo integrada por disidentes del liberalismo, que después conformaron los partidos de la U y Cambio Radical, además del pleno del Partido Conservador.

Para el año 2006, su segundo periodo en la Casa de Nariño, la bancada oficialista estaba integrada por 50 congresistas de La U, 47 del Partido Conservador, 35 de Cambio Radical, 15 de Convergencia Ciudadana (hoy Opción Ciudadana) y 13 de Alas Equipo Colombia (partido absorbido por el Conservador), para un total de 160 parlamentarios, es decir, el 59 por ciento del Congreso.

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Pero llegó Santos, quien recibió el guiño de Uribe, y rompió los récords de gobernabilidad. La diferencia que hubo entre la bancada uribista y la santista, es que los partidos que integraron la coalición obtuvieron más curules y mayor votación en las elecciones del 14 de marzo de 2010, y además contaban con el apoyo del Partido Liberal, algo que Uribe nunca consiguió a pesar de haber sido senador de ese partido (entre 1991 y 1994).

El Partido Liberal, en el segundo periodo de Uribe, tuvo como jefe máximo al expresidente César Gaviria que se convirtió en el principal opositor del uribismo. Con Juan Manuel Santos, las cosas cambiaron. Gaviria lo calificó como un presidente de talante liberal.

Cuando Juan Manuel Santos rompió con Uribe, en el momento en que reconoció (mediante una ley) que en Colombia había un conflicto armado interno y no una amenaza terrorista, y se sentó a negociar con las Farc, el uribismo tuvo que refundarse fuera del Partido de la U, y así nació el Centro Democrático.

Ese partido, en 2014, se convirtió en el escaparate de la oposición a Santos, desde la orilla derecha del espectro político.  Ahora, en 2018, el uribismo volvió al poder y su fuerza en el Congreso podría ser de auténtica aplanadora.

Primero porque tienen el mayor número de escaños en el Congreso, con 19 en Senado y 32 en la Cámara. No constituyen mayorías, pero podrían consolidarla con otros partidos. El Partido Liberal, de la mano de César Gaviria, se comprometió en apoyar al nuevo presidente Iván Duque. Los conservadores (con 15 senadores), que desde Andrés Pastrana (1998-2002) no tienen presidente en propiedad, pero no se han privado de las mieles del gobierno durante los 16 años de Uribe y Santos, seguramente seguirán la misma conducta.

Cambio Radical, el segundo partido en número de curules (16 en Senado y 30 en Cámara), y el Partido de la U (14 escaños en Senado), podrían conformar el partido mayoritario, pero seguramente ejercerán presión burocrática a cambio de votos para los propósitos del nuevo gobierno.

La coalición uribista versión 2018 parte con el Centro Democrático, el Partido Conservador, el Liberal, Colombia Justa Libres y el Mira. En el papel 145 congresistas de los 276 que conformarán el nuevo Congreso.

Es probable que Iván Duque tenga una gobernabilidad similar a la de Uribe en 2002, cuando tenía el control de casi el 60 por ciento del parlamento, pero no alcanzará al 86 por ciento que tuvo Juan Manuel Santos, al menos en su primera administración.