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Colombia tendría 34.000 policías más en cuatro años. | Foto: Policía de Bogotá

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Cinco puntos para entender el revolcón en la Policía y el Ejército

El relevo del general Nicacio Martínez, el aumento del personal activo dentro de la institución, la ampliación de efectivos del Esmad y las nuevas directrices de la política de seguridad hacen parte del tsunami que se viene en la fuerza pública.

30 de diciembre de 2019

Hace una semana, el presidente Duque presentó la nueva política de seguridad y convivencia ciudadana del país. Uno de los temas claves presentados por el jefe de Estado el aumento del pie de fuerza de la Policía con lo que Colombia tendría 34.000 uniformados más en cuatro años. Las medidas fueron anunciadas en medio de un revolcón que sacude incluso a los altos mandos de la fuerza pública. 

En entrevista con María Isabel Rueda, el consejero presidencial Rafael Guarín dio puntadas sobre la fórmula que planea el Gobierno para enfrentar la inseguridad. Guarín advierte que muchas de las directrices tendrán que tomarse de manera gradual y progresiva, especialmente las que tienen que ver con la racionalización del recurso humano de la Policía. Estos son algunos puntos de los cambios que se vienen en la institución: 

1) El relevo del general Nicacio Martínez

Este viernes, el presidente Duque anunció la salida del general Nicacio Martínez de la comandancia del Ejército. En los últimos meses, el saliente comandante del Ejército estuvo en medio de la polémica por las advertencias sobre las directivas que podrían incentivar de nuevo los falsos positivos. Es él quien habría reconocido haber emitido esas directrices y exigido que los oficiales establezcan objetivos concretos para matar, capturar o forzar la rendición de los grupos criminales y rebeldes. 

Martínez Espinel fue el segundo comandante de la Décima Brigada Blindada (2004-2006), a la cual la Fiscalía le abrió una investigación por 23 ejecuciones extrajudiciales perpetradas por los soldados que la integraban mientras él estaba a su cargo. En entrevista con María Isabel Rueda, Guarín insistió en que se trató de un relevo absolutamente institucional a partir de la decisión voluntaria del general por razones personales.

El saliente comandante del Ejército aparece mencionado en el pliego de cargos que abrió la Procuraduría contra dos oficiales: el general Eduardo Quirós y el teniente coronel William Roberto Medina. Ellos son investigados por supuestas órdenes para realizar una "cacería" interna en el Ejército que tenía como propósito hallar a los responsables de las filtraciones sobre graves irregularidades.

2) Más Esmad 

La nueva política de seguridad también plantea el aumento de la cantidad de efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). “Deberá fortalecerse la capacidad de los escuadrones móviles antidisturbios, multiplicar su número, mejorar su respuesta, intensificar su entrenamiento, del mismo modo que la formación”, dice. 

Esa determinación resultó polémica en el contexto del reciente paro nacional, en el que algunos sectores incluso pidieron el desmonte del escuadrón y la creación de nuevas formas de atender la protesta. Esto, tras la muerte del joven Dilan Cruz, en Bogotá, quien recibió el impacto de un proyectil de baja letalidad disparado por un agente. Además de las denuncias de varios excesos de fuerza por parte de esta unidad en la atención de las manifestaciones.

Sobre este punto, Guarín aseguró que la Policía hace estudios para actualizar el recurso que tiene para el uso de la fuerza, con el fin de que haga el menor daño posible, conforme a la jurisprudencia de la Corte Constitucional, que además establece que el uso de la fuerza es la última alternativa.

3) El aumento del personal activo dentro de la Policía

La disminución del cuerpo policial había hecho sonar las alarmas desde hace rato. Mientras las amenazas delincuenciales se vuelven más sofisticadas, el número de agentes ha venido cayendo sostenidamente en los últimos cinco años. De 149.000 efectivos que había en 2014, este año quedaban 10.000 menos. 

Por eso, una de las directrices del nuevo marco de seguridad producido por la presidencia es revertir esa tendencia. El número no solo crecerá, según la directriz, también muchos de los agentes que se han dedicado a labores administrativas serán destinados para el patrullaje. Además, se planea que gradualmente la policía deje de prestar el servicio del control del tránsito, que le corresponde brindar a los municipios, para integrar a esos agentes a labores de seguridad. Sobre esto, el consejero presidencial Rafael Guarín enfatizó en que se trata de racionalizar el uso de recurso humano de la Policía Nacional. 

4) La vigilancia como centro de la Policía

Frente a la lucha contra el delito, el Gobierno espera fortalecer las labores de inteligencia y, por esa vía, aumentar la eficacia de los organismos de seguridad. En la presentación de su nueva política, el presidente Duque afirmó: “La forma en que se aborda el combate al delito también cambiará. La orden es mejorar la eficacia, para lo cual las capacidades de inteligencia e investigación criminal se deberán enfocar en la disrupción de las redes delictivas asociadas a rentas criminales urbanas. Esto permitirá afectar estructuralmente los negocios ilícitos”.

Según el consejero presidencial Rafael Guarín, "eso significa medidas que incentiven a quienes prestan este servicio, como por ejemplo que se tenga en cuenta en el proceso de evaluación para los ascensos, con un puntaje mayor". Para eso, se presentará un proyecto de ley para la creación de agentes de policía, que reforma el estatuto de carrera policial del nivel ejecutivo. 

5) Una ley para crear un régimen especial de carrera

Rafel Guarín también dio luces sobre el proyecto de ley con el que el Gobierno buscará crear un régimen especial de carrera con una nueva categoría denominada agente de policía. "lo que se busca es que las personas que ingresan como agentes de policía siempre mantengan el mismo nivel jerárquico desde su incorporación hasta la asignación de retiro", explicó el consejero. 

En plata blanca, lo que pretente el proyecto es que una persona, aunque no sea ascendida durante los 25 años siguientes a su ingreso, reciba incentivos periódicos que se verán reflejados en un incremento salarial. "Ese es un problema que viene ya desde hace más de dos décadas y eso desincentiva el servicio, y lo que queremos tener aquí es personal especializado en una nueva categoría que se denomina agente de policía".