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Claudia López | Foto: juan carlos sierra-semana

VATICANO

Claudia López responde ante decisión del Vaticano de no bendecir el matrimonio gay

La declaración la dio tras conocer las declaraciones del papa Francisco sobre este tema.

17 de marzo de 2021

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, habló sobre el decreto dado a conocer por el Vaticano, que estipula que la Iglesia católica no podrá bendecir los matrimonios homosexuales, como una manera de aclarar luego de que el papa Francisco mostrara su apoyo al matrimonio entre parejas del mismo sexo en los diferentes ambientes eclesiásticos.

Claudia López, quien es abiertamente homosexual y es feligresa de la religión católica junto con su esposa, dijo en entrevista con NotiCentro 1 CM& que las creencias deben ser respetadas, al igual que las decisiones de cada fe.

No obstante, pese a que el matrimonio es uno de los sacramentos de la Iglesia católica, al ser Colombia un Estado laico, este debe ser considerado como un derecho de las personas. “Es una disposición del derecho civil para el Estado democrático y, en este, ese ejercicio de derecho civil se ejerce en igualdad de condiciones para todos sus ciudadanos”, dijo la alcaldesa de Bogotá en diálogo con el noticiero.

Sobre el tema también habló el arzobispo Luis José Rueda, quien mostró su desacuerdo por las declaraciones de la mandataria de la capital, pues según dijo, los matrimonios homosexuales no pueden tener la bendición de los sacerdotes. “Es que hay una distinción entre el matrimonio y cualquier otra forma de unión. El matrimonio es un sacramento, el sacramento como gracia incluye la pareja hombre y mujer”, dijo el sacerdote.

La decisión del Vaticano se debe a que Dios “no puede bendecir el pecado”, según la respuesta de la oficina de ortodoxia Congregación para la Doctrina de la Fe a una pregunta sobre si el clero católico puede bendecir las uniones homosexuales.

La respuesta, contenida en una explicación de dos páginas publicada en siete idiomas y aprobada por el papa Francisco, fue “negativa”. El decreto distingue entre la bienvenida y la bendición de la Iglesia a las personas homosexuales, que defiende, pero no sus uniones.

El Vaticano sostiene que los homosexuales deben ser tratados con dignidad y respeto, pero que el sexo homosexual está “intrínsecamente desordenado”. La enseñanza católica sostiene que el matrimonio entre un hombre y una mujer es parte del plan de Dios y está destinado a crear una nueva vida.

“Dado que las uniones homosexuales no están destinadas a ser parte de ese plan, no pueden ser bendecidas por la Iglesia”, dice el documento.

“La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos deben ser valorados y apreciados, no puede justificar estas relaciones y convertirlas en objetos legítimos de una bendición eclesial, ya que los elementos positivos existen en el contexto de una unión no ordenada por el creador”, dice la respuesta.

Dios “no bendice ni puede bendecir el pecado: bendice al hombre pecador, para que reconozca que es parte de su plan de amor y se deje cambiar por él”, agregaba el escrito.

El papa Francisco ha respaldado proporcionar a las parejas homosexuales protecciones legales en uniones, pero eso se refiere a la esfera civil, no dentro de la Iglesia. Sus comentarios fueron hechos durante una entrevista con una estación de televisión mexicana, Televisa, en 2019, pero fueron cortados por el Vaticano hasta que aparecieron en un documental el año pasado.

Meses atrás, la Secretaría de Estado del Vaticano envió un comunicado a los nuncios y obispos de la Iglesia católica para aclarar las declaraciones que el papa Francisco hizo en relación a las uniones homosexuales hechas en 2020.

En el documental Francesco, que se estrenó en el Festival de Cine de Roma a finales de octubre de 2020, el pontífice aparece en una entrevista expresando su apoyo a la legalización de las uniones civiles de parejas del mismo sexo y diciendo que los homosexuales tienen “derecho a estar en una familia”.

Esa postura, nunca antes expresada por un papa, tuvo una amplia repercusión, con varias solicitudes para que fuera incluida dentro de la doctrina católica, pero también con rechazo de parte del ala más conservadora de la Iglesia.

Las autoridades del Vaticano afirman que las palabras de Francisco fueron editadas y sacadas de contexto provocando “confusión”, y aclaran que la doctrina de la Iglesia católica no ha cambiado.