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Congresistas de EE. UU. piden a Kerry condenar asesinato de líderes en Colombia

En una carta enviada al secretario de Estado, el demócrata Jim McGovern invoca medidas más duras para contrarrestar los recientes brotes de violencia. Por su parte, el enviado especial de Obama pide apoyar a Colombia.

14 de diciembre de 2016

La preocupación por el asesinato de líderes sociales alcanzó una escala internacional. En una carta divulgada este martes, un grupo de 37 congresistas estadounidenses, en cabeza del demócrata Jim McGovern le piden al secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, medidas para frenar los recientes brotes de violencia.

Más de 86 defensores de derechos humanos han sido asesinados en el transcurso del 2016, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz). Esa creciente ola de ataques tiene al grupo de parlamentarios tocando las puerta de la Casa Blanca para que de la mano del gobierno colombiano se amplíen los mecanismos diseñados para evitarlos y proporcionar una mejor seguridad para los defensores de derechos humanos, sindicalistas, LGBT, mujeres activistas, campesinos, afrocolombianos e indígenas.

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"Estamos dispuestos a proporcionar todo el apoyo que podamos para proteger a estos activistas y defensores y avanzar en su papel en la construcción y consolidación de una paz justa y duradera en Colombia", se lee en el documento.

Para los congresistas demócratas es imperativo que las autoridades implementen los acuerdos que tienen que ver con la Comisión de Garantías de Seguridad y la Unidad Especial de Investigación.

A su juicio, "Colombia no necesita más víctimas", sino por el contrario fortalecer un sector de la población que será clave para la implementación de los acuerdos que se firmaron en el Teatro Colón con las FARC.

"Son el capital humano que el país necesita ahora que se enfrenta a la implementación de los acuerdos de paz, la promoción del desarrollo y la participación política y a brindar las garantías para la verdad, justicia, reparación y el fin de la violencia", concluyen.

Finalmente, le manifiestan a John Kerry que aunque el embajador estadounidense Kevin Whitaker denunció los homicidios de la mano de los embajadores de Suecia, Reino Unido, Alemania, Francia, Noruega y Canadá, es necesario que se desplace una comitiva a los zonas afectadas.

Aronson pide apoyar la paz de Colombia

Washington está atenta a los acontecimientos relacionados con la paz en Colombia, como evidenció también una columna en The New York Times de Bernard Aronson, el enviado especial de Barack Obama para la negociación con las FARC.

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El acuerdo de paz puede cerrar la brecha histórica entre las dos Colombias: el país desarrollado de grandes ciudades y el del campo empobrecido, con escasa presencia estatal, donde se libró la guerra, explica el texto, firmado desde Oslo, donde Aronson se encontraba con ocasión de la entrega del premio Nobel de Paz.

Para lograr ese propósito, el Gobierno se comprometió a un amplio programa de desarrollo agrario integral, y como parte de ese esfuerzo se deben remover las minas sembradas durante las décadas de conflicto, añade. También destaca que las víctimas serán compensadas.

“Para cumplir estos y otros compromisos, el Gobierno debe crear programas y políticas de largo alcance que costarán miles de millones de dólares y tomará años implementar”, recuerda Aronson. “Debe establecer un sistema de justicia transicional, una comisión de la verdad y unidades de investigación y protección para salvaguardar la vida de los excombatientes desmovilizados y activistas de derechos humanos”.

Aunque la mayor parte de la responsabilidad recaerá en Colombia, la comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, debe seguir ayudando, clama el diplomático norteamericano.

“Estados Unidos no tiene un socio estratégico más cercano en América Latina que Colombia, y nuestros intereses en la región están entrelazados”, argumenta. “Si el acuerdo de paz tiene éxito, Colombia se convertirá en la democracia más fuerte de América Latina, un modelo político y económico para la región”.

Como lo ha hecho en el pasado, Estados Unidos debe ayudar a Colombia a alcanzar sus objetivos al mantener el apoyo bipartidista al país, concluye.  “Aprobar la solicitud del presidente Obama por 450 millones de dólares en el año fiscal 2017 para un programa de asistencia económica llamado Paz Colombia enviaría al hemisferio, donde el apoyo al proceso de paz de Colombia es universal, una señal alentadora”.