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Preocupante aumento de la presencia del ELN y disidentes de las FARC en Venezuela

De acuerdo al reciente informe de Crisis Group, la minería ilegal y la presencia de estos grupos armados ilegales en el país vecino ha crecido de manera vertiginosa. Según la ONG, las bandas criminales colombianas hacen presencia en 13 de los 24 estados venezolanos.

28 de febrero de 2019

El reciente informe de Crisis Group revela el aumento de la minería ilegal y de la presencia del ELN y de bandas residuales de las FARC en el Sur de Venezuela. De acuerdo a la ONG, la crisis petrolera ha llevado a miles de venezolanos empobrecidos a dirigirse a esta zona y trabajar en la minería ilegal de oro, coltán y otros minerales, negocio que se encuentra en manos del ELN, los disidentes de las Farc y los sindicatos (forma como se le dice al crimen organizado en Venezuela). La presencia de esos grupos también ha disparado los asesinatos y las amenazas a los miembros de las comunidades, en su mayoría indígenas.

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Pero eso no es todo. El informe da cuenta del daño ambiental que la minería ilegal está causando al ecosistema venezolano con la contaminación por mercurio. Además, explica cómo miembros de la Guardia Nacional Bolivariana harían parte de este lucrativo negocio y actuarían en complicidad con el ELN, los grupos desertores de la FARC y los sindicatos. Según las fuentes de Crisis Group, los mineros pagan pequeñas sumas de oro a la Guardia Nacional por protección. A su vez, el ELN y las disidencias de las FARC sobornan con grandes cantidades de este mineral a altos oficiales militares. Se dice, por ejemplo, que los generales del estado de Amazonas podrían recibir hasta 20 kilos de oro al mes.

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En cuanto al ELN, el informe describe su expansión en el territorio venezolano. Hace presencia en 13 de los 24 estados de Venezuela, “controla las estaciones de radio, influye en el currículo de las escuelas rurales y está estrechamente vinculado con políticos locales. E incluso se informa que existe un campamento del ELN en la Sierra de San Luis, que se encuentra entre los estados Lara y Falcón, a 30 km de la costa del Caribe, una ubicación estratégica que podría, en teoría, garantizarles el control sobre las rutas de tráfico hacia el Caribe holandés”.

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Para la ONG, entre 2017 y 2019, esta guerrilla ha utilizado el territorio venezolano, no solo para resguardarse del ejército colombiano, sino para instituir todo un orden para-institucional en Venezuela. Y se ha enfocado a controlar el negocio de la minería ilegal cuyos ingresos financian buena parte de las estructuras del ELN, tanto en Colombia como en el país vecino. En su lucha por aumentar el control del territorio y de las minas, esta guerrilla ha empezado a enfrentarse a los sindicatos y le ha arrebatado el poder en zonas del estado Bolívar.

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De acuerdo a las entrevistas realizadas por Crisis Group, “el ELN grava las operaciones mineras ilegales y las actividades relacionadas, como el transporte de suministros a las minas. Subcontrata a otros actores armados para sus operaciones, lo que dificulta saber exactamente cuán extensas son las actividades de la guerrilla. Y controla un corredor de oriente a occidente a través de las principales regiones minerales del sur de Venezuela, lo que consolida su autoridad en algunas zonas mineras mientras busca extenderse hacia otras”.

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Junto al ELN se encuentra el grupo disidente Acacio Medina, liderado por Géner García Molina, alias Jhon 40 y compuesto por ex miembros de nueve frentes de las FARC. Hace presencia en las orillas colombiana y venezolana del rio Negro, controlan las minas ilegales de la región y el transporte fluvial. Según los informantes de Crisis Group, esta disidencia transporta de Venezuela a Colombia entre 15 a 20 kilos de oro semanales.

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Finalmente, el estudio concluye que la expansión del ELN y de las disidencias de las FARC y el auge de la minería ilegal amenaza con convertirse en un problema regional que podría expandirse a Guyana y Brasil.