Festival de pullas en Barranquilla enciende la campaña presidencial

No es tradición en Colombia que los debates entre candidatos presidenciales se hagan con público, con barras de seguidores de uno y otro aspirante. Al menos los que convocan los medios de comunicación. Tampoco es usual que se hagan en horario matutino, por lo general la hora de los televidentes con los candidatos es en la noche, en horario prime time.

Es segundo debate regional, el de la Costa, pareció romper esos moldes. Sergio Fajardo, Humberto de la Calle, Germán Vargas, Iván Duque y Gustavo Petro, hicieron madrugar a medio país que durante dos horas se paralizó escuchando la primer gran confrontación directa que han tenido en la presente campaña. Y como si estuvieran en la final del festival por el trono del rey vallenato, improvisaban puyas (en este caso pullas) pero sin acordeón. Los estudiantes de la Universidad del Norte no solo fueron testigos de excepción, también el primer jurado que con sus aplausos o silbidos daban su veredicto. Obviamente, el auditorio estaba dividido entre simpatizantes de uno y otro.

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En los primeros minutos los candidatos se presentaron. Duque puso su edad como una ventaja –tiene 41 años- por ser parte de la generación que quiere que el país “pase las páginas”. Vargas Lleras, segundo en orden, no paró de enumerar los cargos que ha desempeñado en su vida y su larga trayectoria, todo esto después de que en sus redes sociales publicara un video llamado “La experiencia”, en el que dos actores son candidatos, uno de ellos lo representaría a él y el otro –el senador- a Duque.

Hablando de corrupción Fajardo lanzó otra pulla, sin decir nombres concretos. "Miren la foto de las campañas. Ustedes saben quién está con quién, y quién se va a robar la plata", aseguró en medio de un público exaltado.

Petro también aprovechó su turno con una indirecta. “Se habla hipócritamente de la corrupción y al mismo tiempo se acepta el apoyo de los congresistas que han comprado votos a Colombia”, aseguró.

El candidato del uribismo rechazó lecciones de moral: “Que no vengan ahora a quitarse del medio cualquier acusación cuando hacen coaliciones con el partido que Samuel Moreno utilizó para robarse Bogotá”.

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Como había una clara alusión a sus compañeros de debate, el moderador le dio paso a Petro para una réplica, pensando que se refería a él. El exalcalde de Bogotá se defendió, dijo que aunque fue del Polo Democrático –el partido en el que estuvo Samuel Moreno- cuando descubrió la corrupción se salió. Petro aprovechó para decirle a Duque si él sería capaz de hacer lo mismo: “La pregunta sería si Duque, que acaba de descubrir los falsos positivos del director de su partido, estaría dispuesto a salirse”.

Pero como en realidad la coalición con el Polo para estas elecciones la hizo Fajardo, al unirse con Jorge Robledo, también tuvo que contestar. Resaltó que la Coalición Colombia estaba conformada con Claudia López, adalid de la corrupción, y por Robledo, quien ha sido escogido como el mejor senador de Colombia por seis años consecutivos. Con esto intentó desmarcarse del pasado del Polo.

Cuando llegó la hora de hablar de los acuerdos de paz con las Farc y el ELN hubo más dardos. Los de Vargas Lleras fueron directos, al mentón: “Duque, usted dice que no quiere volver trizas los acuerdos, pero cada vez que interviene le da al corazón de los acuerdos, ¿cómo es su posición al respecto?”, lo interrogó, cuando todavía no era el turno de los cara a cara.

Duque le recordó a Vargas que su discurso también ha cambiado en las últimas semanas, y que lo que él trata de defender es que no haya impunidad. Para Vargas Lleras esto significa lo mismo, volver trizas los acuerdos. Pero Duque tenía un as bajo la manga, aprovechó para recordarle a Vargas que el gobierno de Santos también fue el suyo y que debería cumplir la palabra que dieron de que “ningún criminal de lesa humanidad podría hacer política antes de pasar por la justicia”.

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Vargas Lleras no se quedó con la espina y le recordó a Duque que él también trabajó con Santos, hizo parte de la Fundación Buen Gobierno, fue asesor del Ministerio de Hacienda en el 2000, y que trabajó 10 años en el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, “porque Santos lo mandó para allá. (Ver nota)

“Sí, trabajé con Santos, la última vez fue en 2001. Esa no es la discusión, sino los que gobernaron con él. Usted mantuvo el silencio cuando se estaban dando los grandes debates (...) usted es el copiloto de un avión que va en picada y se durmió todo el vuelo”, le respondió Duque.

El ambiente se caldeó tanto, que Petro bromeó sobre lo ocurrido: “Yo pensé que iban a pelear por Uribe y pelearon fue por Santos”. Las carcajadas del auditorio fueron unánimes.

Fajardo aprovechó para reiterar que el país no quiere más polarización. De la Calle se unió a la discusión al decirle a Duque que su propuesta agraria es la “resurrección de Agro Ingreso Seguro”, el programa del Ministerio de Agricultura del gobierno de Uribe que resultó en un escándalo de corrupción.

Luego, Duque llamó mentiroso a De la Calle, y le dijo que su afirmación era igual de creíble a su promesa de que ningún miembro de las Farc llegaría al Congreso sin pasar por la justicia. En ese momento De la Calle no se contuvo: “La JEP iba a hacer eso, pero entre otros partidos, el suyo lo impidió”.

“Su forma de hablar ya no parece la de un alto comisionado de paz”, dijo el candidato uribista, momento que fue interrumpido por los abucheos del público que censuraron esas palabras. “Eso no es ser agresivo, es defender la honorabilidad de la Constitución”, añadió.

La última pulla la dio Vargas Lleras en el tiempo en el que todos los candidatos le decían a la región Caribe por qué debían votar por ellos. “Ninguno de ustedes ha hecho nada concreto por la región Caribe”, subrayó el exvicepresidente.

Sin duda, el debate de Barranquilla, calentó la campaña.

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