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Gilberto Valencia y Jesús Adier Perafán Correa | Foto: Archivo particular

SEGURIDAD

Con luto los líderes sociales reciben el 2019

Jesús Adier Perafán en el Valle y Gilberto Valencia en Cauca fueron asesinados a sangre fría mientras millones de colombianos recibían el nuevo año junto a sus familias. ¿Qué está pasando?

4 de enero de 2019

A Gilberto Valencia le arrebataron la vida antes de tiempo. El primero de enero a las seis de la mañana, mientras participaba de las festividades típicas que se realizan en Suárez para darle la bienvenida al nuevo año, un hombre le gritó: -¡Deje de ser sapo! Y en seguida, descargó el revólver en la cara. 

Inconsciente, su cuerpo se desplomó en el pavimento frío. El agasajo acabó, los asistentes se atomizaron y el responsable del asesinato emprendió la huida. El 1 de enero el norte del Cauca perdió a su mayor exponente de la cultura. Durante más de dos décadas, incluso siendo un niño, por cuenta propia o través del sector público, este líder de 32 años se dedicó a trabajar por los suyos. De eso están convencidos en su pueblo. 

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Aunque terminó una carrera técnica en Control Ambiental en el Sena, a Gilberto se le recuerda más por los procesos culturales y sociales que jalonó siendo representante legal de la Fundación Arte Cultura y presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Los Almendros, donde vivía. Era un hombre sociable, trabajador y entregado a una causa: el diálogo como una solución que no solo sirvió para ponerle fin a una guerra de 50 años, sino también para resolver las diferencias en sus expresiones más pequeñas. 

Aunque se desconocen detalles del responsable del homicidio y las causas que llevaron al fatal deselance que enluta desde el primero de enero el municipio, muchos habitantes comentan que antes de que se escucharan los disparos el joven se había acercado al victimario para hablar con él y evitar que se enfrascara en una pelea con otros asistentes a la verbena de la que ambos participaban

Gilberto Valencia saltó a la fama en 2015 con un grupo de amigos que desde la infancia habían conformado el conjunto musical Los Herederos de Suárez. Corría la negociación de paz con las Farc cuando la personera de aquel entonces, Nasly Lycumí, los impulsó a participar en el concurso anual de RECON, una iniciativa de la Federación Nacional de Personeros y las Personerías Municipales de Colombiauna que apoya el emprendimiento y la innovación social para el desarrollo, "que permitan transformar realidades para construir futuros distintos en los territorios". 

"Con su iniciativa ‘Diálogos itinerantes para la paz‘ fueron ganadores de la versión de la convocatoria en 2015. Su iniciativa buscaba a través de la música la construcción de paz, socializando con canciones cada uno de los puntos de los acuerdos logrados en los diálogos de paz de La Habana. Su música y su mensaje llegaron a diferentes rincones de Colombia y se convirtieron en una herramienta de pedagogía para socializar y explicar los acuerdos", informó la organización a través de un comunicado. 

Gilberto Valencia fue uno de los ganadores junto a Jair Viveros y Alexander Lucumí. Con ocho canciones que mezclan los ritmos del rap, el hip hop, el reggae y de la región Pacífico, sus letras se comenzaron a entonar en todo el territorio nacional. De hecho, con apoyo de cooperación internacional, específicamente de Alemania,el grupo de amigos financió un estudio de grabación donde este martes, embriagados de nostalgía, sus dos amigos le compusieron una canción en su honor. 

"Hoy no existe alegría en nuestra letra, pues uno de nosotros ya no está. En nombre de Dios, LG descansa en paz. No es fácil decir adiós, son muchos recuerdos hoy. No es fácil decir adiós, lo que vivimos, te llevo en el corazón. No es fácil decir adiós, tú no te haz ido, son muchos recuerdos hoy. No es fácil decir adios, te llevo en el corazón. Hoy sabemos que no es fácil despedir a un hermano, con el que compartimos los momentos buenos y malos. Aquel que sus ideas en canciones convertía, con el que recorrimos el país con alegría apostándole a la paz junto a la comunidad. Un líder incansable de esos que no nacen más", le cantaron este jueves sus compañeros durante las exequias que se llevaron a cabo en el cementerio del pueblo. 

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Los amigos lo recuerdan como un hombre empeñado en integrar a los jóvenes, "muy abierto a dialogar y trabajar por la comunidad". Esa labor no solo la fue labrando desde la fundación sino también cuando se puso al frente de la Oficina de Deporte y Cultura de la administración municipal -2012 y 2015. Desde allí, junto a Alexander y Jair, ayudaron a sacaron adelante campañas para prevenir el uso de sustancias psicoactivas, impulsar el deporte y el teatro.  

"La violencia y la descomposición social nos están arrebatando a los líderes y gestores sociales, quienes desde sus acciones buscan la construcción de paz y la generación de oportunidades para la transformación social. No podemos permitir que en nuestro país todos los días sigan asesinando líderes sociales”, aseguró Andrés Santamaría, director de RECON, después de conocer la noticia. 

Más que cifras disparadas

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El asesinato de Gilberto Valencia se dio horas después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró su preocupación por los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos en el país. De acuerdo con el informe trimestral que fue presentado por el organismo internacional, desde septiembre de 2018 se han verificado siete homicidios y 22 se encuentran en proceso de verificación.

Pero el desangre es más grande, según registro de la Oficina dela Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia desde la firma del Acuerdo de Paz en noviembre de 2016, se han verificado 163 asesinatos de líderes sociales y defensores de los derechos humanos y se ha informado de un total de 454 casos. 

"Esta situación ilustra la importancia de una efectiva implementación del Plan de Acción Oportuna (PAO) de Prevención y Protección individual y colectiva de los derechos a la vida, la libertad, la integridad y la seguridad de defensores de derechos humanos, líderes sociales, comunales, y periodistas lanzado por el Gobierno el 19 de noviembre", adviertió el organismo internacional a través de un comunicado. 

Y es que el panorama es aterrador por donde quiera que se le mire. Al tiempo que el país conocía y se lamentaba por la muerte de Gilberto, unos kilómetros más arriba, en el norte del Valle, a tiros también fue asesinado Jesús Adier Perafán Correa. Testigos del hecho aseguran que el hombre, que se encontraba en una tienda de su propiedad el pasado 31 de diciembre, no tuvo tiempo de defenderse y que los asesinos huyeron en una motocicleta por las calles del municipio.

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Jesús Perafán era el presidente de la Junta de Acción Comunal y dirigente de causas sociales. El reconocimiento de su labor llegó por su incansable lucha contra los actos de corrupción que constantemente se veían en su departamento. “Se destacó como veedor ciudadano y de la salud y como fundador de la organización política ‘Coraje Caicedonia’. Que en paz descanse”, manifestó a través de su cuenta de Twitter el magistrado del Consejo Nacional Electoral y exrepresentante a la Cámara, Heriberto Sanabria. 

La Defensoría del Pueblo, po su parte, recientemente informó que 2018 fue el año más violento para los líderes sociales en el país con 164 muertes, la cifra más alta registrada anualmente desde 2016. Entre las víctimas hay activistas, campesinos e indígenas. En su mayoría, hombre y mujeres que trabajan en defensa de los derechos de sus territorios.