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Experimento social en Córdoba: regalaban tierras a campesinos que se hicieran la vasectomía

El cineasta colombo-suizo Erwin Göggel convenció a más de 200 hombres de someterse a la operación.

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10 de agosto de 2021, 2:52 p. m.
Vasectomía
Experimento social en Córdoba ofrecía vasectomías a cambio de 3.5 hectáreas de tierra. | Foto: Getty Images

El cineasta colombo-suizo Erwin Göggel, productor de la película ‘La vendedora de rosas’ en 1998, hizo un experimento social en el departamento de Córdoba, a donde llegó en 1984: les ofreció 3,5 hectáreas de tierra a campesinos de la vereda dispuestos a someterse a la vasectomía. Más de 200 hombres fueron operados tras aceptar la propuesta.

“Ese cuento de donde come uno, comen cinco es mentira. Comerán yuca o tierra, pero no carne, huevos y leche. Alimentarse cuesta mucha plata. Todo el mundo lo sabe, pero a la hora de la verdad se hacen los locos. Por lo menos, la gente que más hijos tiene es la más pobre, la más ignorante”, le dijo Erwin Göggel al periódico El Espectador.

El cineasta colombo-suizo llegó inicialmente a la vereda El Tigre, ubicada en el corregimiento de Río Cedro, zona rural del municipio Moñitos. Allí empezaron a llamarlo ‘Cachaco loco’ luego de que se popularizara su particular oferta, que tenía como condición no arrendar ni vender la tierra.

“Al principio, Erwin sí tenía una obsesión como de película. Él quería un fenómeno de película, porque vos sabes que él es productor de cine. Él quería vasectomizar a todo el que se le atravesara. Tanto que la gente le decía: ‘¡Uy, ya llegó la vasectomanía!’”, relato Elena Posada ‘La Mona’, quien vivió cerca del experimento social desde el principio.

Las autoridades se enteraron de la oferta que Erwin Göggel les estaba haciendo a los campesinos, incluso funcionarios de la Fiscalía le preguntaron al cineasta de dónde obtenía los recursos para su experimento. “Él les dijo que quiénes eran ellos para preguntarle, que esto era un desorden de país muy grande y que él estaba poniendo orden”, narró ‘La Mona’.

El dinero para comprar las tierras que el cineasta les dio a los campesinos, más de 30 millones de pesos para cada uno, salió de su padre, quien para 1949 había popularizado el queso parmesano entre los colombianos. A pesar de que Erwin Göggel cedió esas tierras, confirmó las escrituras siguen estando a su nombre: “lo único que pasó fue que dejé de pagar el predial... que el Gobierno los saque a ver si puede”.

Al principio del experimento hubo algunos problemas. Por ejemplo, las primeras hectáreas eran estériles, así que el cineasta tuvo que comprar otros terrenos para trasladar a varias familias.

Luego de llevar a cabo su experimento social en El Tigre, Erwin Göggel compró otras 214 hectáreas en la vereda Arroyo de Arena, ubicada en el municipio de Puerto Escondido, también en el departamento de Córdoba. En esta nueva etapa del experimento, agregó otra condición para entregar los terrenos: las mujeres debían esterilizarse junto a sus compañeros, quienes además tenían que haber nacido en la zona. Adicionalmente, creó la Fundación Tierra y Casa.

En otra entrevista concedida al portal web ‘Kien y Ke’, el cineasta aseguró que “la tierra que se les entregó a los campesinos es y será para los hijos que ya tienen y no para que se reproduzcan más. Tener más hijos de los que se puede mantener es una irresponsabilidad. Es más, tener más de dos hijos es un acto irresponsable con el planeta, donde ya casi ni cabemos”.

Finalmente, Göggel dijo: “¿Qué futuro tuvieron los hijos sin padre, los hijos abandonados de las zonas rurales de Colombia? ¿No se metieron de guerrilleros y paramilitares? ¿Acaso no era mejor estar en el monte, con la comida asegurada, que en la calle o en sus casas aguantando hambre? El abandono de niños es la violencia más grande y el generador de toda violencia que hay en el mundo entero”.