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| Foto: Archivo particular

JUSTICIA

Francisco y Catalina Uribe se declararon inocentes

La Fiscalía les imputó cargos por el delito de favorecimiento al secuestro y no pidió la medida de aseguramiento.

30 de diciembre de 2016

El viernes en horas de la mañana los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera cumplieron su segunda cita con la justicia en el caso por la muerte de Yuliana Samboní. En el complejo judicial de Paloquemao se realizó la audiencia de imputación en la cual la Fiscalía los señaló de haber cometido el delito de encubrimiento en relación con los hechos que sucedieron después del crimen de la pequeña, confesado ya por su hermano.

La Fiscalía sólo les imputó cargos por el delito de favorecimiento al secuestro y no pidió la medida de aseguramiento, ni cautelar para que los hermanos Uribe Noguera puedan salir del país, una decisión que sorprendió. 

Para la Fiscalía es claro que los hermanos habrían conocido del secuestro o la retención ilegal de la pequeña Yuliana y pese a saberlo nunca informaron a las autoridades.

Una de las pruebas que tienen los investigadores es que Francisco Uribe encontró el zapato de una niña en el carro que conducía el día del rapto y a pesar de que la Policía había reportado que el vehículo estaba relacionado con un secuestro, Francisco no informó de manera oportuna al Gaula.

Tampoco llamó a las autoridades cuando encontró a su hermano en el balcón del apartamento del edificio Equss 66, inmueble donde se cometió el crimen. Para la fiscal que adelanta la investigación, esa acción habría permitido que Rafael Uribe fuera indagado por la Policía y con ello establecer el paradero de la niña.

En la audiencia, la defensa de los dos hermanos en cabeza de Pedro Aguilar señaló que no existe claridad de parte de la Fiscalía en la cronología de los hechos y la imputación.

“Es importante que la Fiscalía nos precise la hora probable de muerte de la menor también nos determine el número de teléfono al que llamó el oficial del Gaula que tuvo contacto con los abogados”, señaló el defensor.   

Aguilar pidió claridad en la hora probable a la cual llegó Francisco con su hermana a la clínica Montserrat y con ello se pueda ajustar los horarios. 

La audiencia arrancó hacia las 6:00 a. m. aunque estaba previsto que se iniciara a las 8:00 a. m. La misma fue a puerta cerrada y se adelantó con la idea de protejer a los hermanos Uribe del asedio de los periodistas.  

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Investigación

La Fiscalía busca demostrar que Catalina y Francisco le colaboraron a Rafael para eludir la acción de la autoridad o entorpecer la investigación. Los investigadores del ente acusador aseguran tener evidencias de que las versiones de los hermanos no coinciden con el material probatorio que ellos han podido recaudar en los últimos días. Agregan que el registro de llamadas, que fue analizado por el FBI de Estados Unidos, arrojaría unas conclusiones diferentes sobre lo que habrían hecho ambos después de haber encontrado a Rafael en el apartamento ubicado en el edificio Equus 66.

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La línea de investigación de la Fiscalía se ha centrado en analizar lo que sucedió entre las 3:00 de la tarde y las 7:00 de la noche de ese domingo. En esas horas, Francisco Uribe se separó de los agentes del Gaula y comenzó la búsqueda de su hermano por su cuenta. El abogado se comunicó nuevamente con las autoridades sólo en las horas de la noche cuando estaba en camino a llevar a Rafael a la clínica Monserrat. 

Francisco Uribe, en una entrevista con SEMANA, relató su versión de lo que pasó esa tarde. Según él, alrededor del medio día se reunió con el Gaula en el CAI de la 72 con séptima y fueron juntos al apartamento de la calle 64 donde vivía su hermano. Para la Policía lo prioritario era encontrar el vehículo en el que, según los registros de video de las cámaras de seguridad del barrio Bosque Calderón, habían raptado a Yuliana.

Francisco aseguró que mientras tanto, su esposa fue al apartamento de la calle 66, que se encontraba vacío y en proceso de arriendo, para buscar a Rafael. Sin embargo, el celador le aseguró que él no estaba ahí y que el carro tampoco. Agregó que horas más tarde su hermana volvió y ante la negativa del portero de dejarla seguir, lo llamó para que se vieran en ese edificio e intentaran entrar por la fuerza. 

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"Al llegar le pregunté al portero por mi hermano y por el carro, y por primera vez él reconoció que mi hermano estaba en el apartamento y que le había pedido el favor de dejarlo parquear en el segundo sótano. Fui a buscar el carro y cuál no sería mi sorpresa cuando lo abrí y vi el zapato de una niña. Ahí se me paralizó el corazón y decidí subir y tratar de entrar al apartamento", relató a SEMANA.

Rafael no los dejó pasar, pero los dos hermanos cuentan que entendieron que él estaba adentro por el olor a cigarrillo que salía del apartamento. Francisco entró por una terraza comunal y a encontró a Rafael pasmado detrás de una columna. 

"Yo le pedí a mi hermano que entrara, él entró y empecé a zarandearlo completamente salido de mis cabales para que me dijera qué estaba pasando y dónde estaba la niña. Él me dijo que no sabía por qué recogió la niña y que la niña se bajó en la 65 con circunvalar", agregó. 

Según ellos, lo que siguió fue una conversación álgida en la que Rafael se negaba a contestar claramente qué había pasado. Los hermanos aseguran que él estaba muy mal y que por eso decidieron llamar a un abogado para contarle la situación y preguntarle si podían llevarlo a una clínica mientras todo se aclaraba. "Él en ese momento no estaba en este mundo... Además repetía en voz baja: “Me quiero morir, me quiero morir”. Estaba blanco, lleno de sudor y decía que no podía respirar", le dijo Francisco a SEMANA.

Francisco agregó que por cuenta de esa situación decidieron trasladarse a la clínica Monserrat, que trata los problemas relacionados con adicciones. Tomaron un taxi. Catalina se bajó en la 72 con séptima y los dos hermanos varones continuaron su camino al centro médico.

"En la calle 134, Rafael me dijo en voz baja que me iba a contar la verdad. Y me confesó que él la había matado... Yo me desmoroné y lo único que pude hacer fue llorar durante todo el trayecto de la 134. Cuando nos bajamos en la clínica le pregunté que cómo la había matado y que dónde estaba. Él me dijo que en el carro la niña había empezado a gritar, él le había tapado la boca y la niña se había ahogado, y que la había ocultado bajo el jacuzzi. Por lo que me enteré después, lo de la muerte en el carro no era verdad, pero en ese momento yo se lo creí. Inmediatamente volví a hablar con el Gaula y les dije que estaba en la Clínica Montserrat" le dijo Francisco a SEMANA. 

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Esa es la versión que no le cuadra a la Fiscalía. Según trascendió, el ente acusador quiere demostrar en juicio que las horas y los detalles no coinciden con las evidencias que arroja la investigación. Desde hace días era un hecho que la Fiscalía no le creía la versión a Francisco Uribe. Al punto de que la entidad comenzó una búsqueda incesante del taxista que los había llevado a la clínica para contrastar si era verdad que había sido en su vehículo que Rafael había confesado que había matado a Yuliana. El de ese taxista será uno de los testimonios clave en el proceso contra Francisco Uribe. 

Hubo dos hechos adicionales que generaron malestar en el ente acusador. El primero tiene que ver con los bienes de la familia Uribe Noguera, pues hace algunos días se hizo público que ellos habían acordado entregar el apartamento donde vive Rafael en dación en pago para saldar una deuda. 

Lo segundo tendría que ver con el hecho de que Catalina Uribe decidió pasar sus vacaciones de fin de año en Estados Unidos. Según se supo después, a la hermana de Rafael le notificaron en el aeropuerto que la Embajada de Estados Unidos le había cancelado la visa. En ese momento, ella podía realizar ese viaje pues no era hasta ahora sujeto de ninguna investigación penal en su contra. Sin embargo, en el ente acusador señalan que ellos les habían sugerido de manera informal que no salieran del país mientras se avanzaba más en la investigación. 

Aunque ninguna de las dos cosas eran ilegales, sí dejaron un mal sabor en quienes llevan el caso. Al punto de que la Fiscalía decidió adelantar la audiencia de imputación de este viernes 30 de diciembre.