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¿Fue un intento de atraco el ataque de seis hombres con armas de fuego contra del director de la UNP? Hay nuevas pistas
Por su posición como director de una Unidad Nacional de Protección, y por las contundentes denuncias de corrupción en la entidad, todo apuntaba a un ataque sicarial. Sin embargo, la investigación fortalece la hipótesis de un intento de robo.
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El martes siete de marzo de este año el director de la Unidad Nacional del Protección (UNP), Augusto Rodríguez, vio la muerte de frente. Mientras llegaba a su casa en compañía de su hija y escoltas fue atacado por presuntos sicarios, en el hecho se dio un cruce de disparos y murió uno de los criminales.
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Todo apuntaba a que habían tratado de matar a Rodríguez, y no era para menos, pues había hecho contundentes denuncias de cómo la corrupción está carcomiendo a la UNP. Sin embargo, hoy, las investigaciones van dando fuerza a la tesis de que se pudo tratar de un intento de robo, eso sí, sin descartar el intento de homicidio.
La primera sospecha para las autoridades es que en esta ocasión, de forma inusual, Rodríguez bajó antes que su escolta de la camioneta de protección en la que se moviliza. En ese momento fue abordado por los delincuentes y se dio el cruce de disparos. Sin embargo, ahí está la primera duda, si la intención era matarlo, ¿Por qué los sicarios no abrieron fuego tan pronto lo vieron por fuera de la camioneta blindada cuando era un blanco fácil?.
Pero ahora, según se pudo confirmar, surge un nuevo hecho que fortalece la tesis de que pudo tratarse de un atraco. Luego de revisión de cámaras en el perímetro y recolección de pruebas llegó un importante testimonio que abre esa otra línea de investigación. Esa persona había declarado que minutos antes del tiroteo había sido atracada por los mismos sujetos armados que se movilizaban en moto.
Otro factor que valoran las autoridades es el tipo de armas que se usaron en el hecho. En el lugar, los agentes del CTI de la Fiscalía General encontraron tres ojivas de bala calibre 38 y casquillos de pistola 9 milímetros, es decir, son armas pequeñas. Esto fortalecería por el momento una de las hipótesis frente a que el hecho estaría más relacionado con un intento de robo de la camioneta Toyota Prado blindada, avaluada en 350 millones de pesos.
Sin embargo, se quiere establecer el origen de estas balas, puesto que los restos encontrados pudieron ser del arma accionada por el escolta del director de la UNP que respondió a la interceptación de los hombres. Para esto, se espera el informe de Medicina Legal del cuerpo del sicario que fue abatido en la acción.
Una fuente cercana a la investigación señaló que la hipótesis de un atentado estaría perdiendo fuerza, puesto que para esta acción habrían utilizado armas de largo alcance y que pudieran afectar el blindaje del vehículo, esto si se parte de la premisa que le vendrían haciendo un seguimiento.
Esta es una versión que viene sonando desde que se realizó el ataque contra Rodríguez. Sin embargo, las autoridades siguen trabajando en la tesis principal, pues es un hecho que el director de la UNP ha destapado la caja de pandora que había en la entidad frente a temas de corrupción como el alquiler ilegal de esquemas de seguridad, el transporte de droga y cientos de millones en efectivo en los carros de protección, blindajes falsos, entre otros.
Esto ha puesto en una situación de alto riesgo a Rodríguez, incluso en la misma entidad, donde por sus señalamientos con nombre propio, contra el sindicalista Wilson Devia, su gestión se ha visto cuesta arriba.
Cómo fue el ataque
SEMANA pudo establecer lo que sucedió en la noche en el intento de homicidio y cómo este hecho era algo que el director de la UNP sabía que podía pasar, puesto que Rodríguez ya sabía de seguimientos en su contra y por ello había tomado medidas con su esquema de seguridad.
Cambió sus rutinas, no iba a los mismos lugares, tomaba rutas diferentes para ir a su casa, al trabajo y a las distintas reuniones que tenía. Incluso, desde su esquema y él mismo habían notado movimientos extraños en su entorno.
Repudio y solidaridad frente atentado a Augusto Rodríguez pic.twitter.com/uycHNABiMR
— Unidad Nacional de Protección, UNP. (@UNPColombia) March 8, 2023
El hecho se dio ayer entre las 10:30 y las 10:35 p. m. En ese momento Rodríguez llegaba al barrio Ciudad Montes, acompañado por su esquema de seguridad compuesto por un carro de protección y dos hombres, fuertemente armados y entrenados, quienes al final fueron los que le salvaron la vida.
Lo más delicado es que el director de la UNP iba acompañado por su hija, a quien había recogido en la universidad y luego tomaron el camino a casa. Anoche sucedió algo que no es habitual; por lo general, al llegar a la casa, el primero en bajarse es uno de los hombres de su cuerpo de escolta y abre la puerta. Pero ayer, Rodríguez se bajó del carro con su hija e ingresó de inmediato a su residencia. El cambio, al parecer, dejó sin rango de acción a los seis criminales que lo seguían en motocicletas.
Y fue justamente el sonido de las motos, en medio del silencio de esas horas de la noche, el que alertó al primero de sus escoltas que lo acompañó a la puerta. El hombre de inmediato alistó su arma para responder, pero aún no se había dado el ataque.
Uno de los escoltas, el primero en bajar del carro, abrió fuego y cruzó disparos desde el flanco derecho del carro. Al otro lado, por la puerta del conductor, el otro hombre de protección también actuó de forma inmediata con su arma y con una pelea casi que cuerpo a cuerpo, enfrentamiento en el cual resultó herido en un pierna.
En el cruce de disparos, y por la rápida reacción de los hombres de seguridad, uno de los sicarios resultó herido; trató de huir, pero cayó al piso a los pocos metros y murió en el lugar. Se sabe que se trataba de un joven de 25 años con un vasto prontuario delictivo.
En el lugar de los hechos, en la casa de Rodríguez, donde se presentó el cruce de disparos, quedaron muchas vainillas tiradas en el suelo, no fue un enfrentamiento de poca monta. Y ya las autoridades investigan el suceso.
El verdadero campanazo se dio cuando otra moto se arrimó al carro de seguridad, justo al lado de la ventana del conductor. Mientras Augusto Rodríguez se refugiaba en en la casa protegiendo a su hija, se presentó el enfrentamiento a bala limpia entre los hombres de seguridad y los sicarios.