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NARCOTRÁFICO

Santiago Gallón, la caída del capo

Desde el asesinato del futbolista Andrés Escobar, una estela de narcotráfico y paramilitarismo seguía los pasos de los hermanos Pedro y Santiago Gallón. A este último las autoriodades lo capturaron esta semana con fines de extradición.

20 de enero de 2018

La semana pasada capturaron en Cúcuta a Santiago Gallón, un narco de vieja data que, no se sabe muy bien cómo, por años les hizo el quite a las autoridades. El operativo contó con la ayuda del servicio de inteligencia británico, MI6, y de la Justicia estadounidense. Según la Fiscalía, a Gallón se le acusa de enviar toneladas de coca a Europa por medio de un sofisticado proceso químico que mezclaba el alcaloide con comida para mascotas y arena para gatos.

Dirigía esa estructura delictiva el ciudadano británico Andrew Mark Deamer, capturado en una lujosa finca de Rionegro, Antioquia, el 1 de noviembre en compañía de su pareja. Ese mismo día, en una redada las autoridades capturaron a 19 personas en Bogotá, Medellín, Barranquilla, Santa Marta y Villavicencio. Según la Fiscalía, Gallón robustecía la estructura con su capital, lo que permitía “sostener el engranaje narcotraficante y el perfeccionamiento de una nueva modalidad de camuflaje de estupefacientes, en la que mediante un proceso químico lograban que la cocaína tuviera la forma, textura y olor de los productos veterinarios”.

En video Así fue la captura de Santiago Gallón Henao

Los laboratorios de Gallón y sus socios estaban ubicados en Antioquia, aunque las autoridades creen que los tentáculos se habían extendido hasta zonas selváticas de Panamá. En los últimos 3 años incautaron unas 5 toneladas de cocaína, lo que hizo que la Justicia estadounidense pusiera los ojos de nuevo en uno de los presuntos herederos más discretos del cartel de Medellín.

Las autoridades conocieron de Santiago Gallón por primera vez en la madrugada del 2 de julio de 1994, cuando el conductor de su camioneta, Humberto Muñoz Castro, le descargó 6 disparos al futbolista Andrés Escobar. Muñoz pagó 12 años de cárcel y su patrón, 15 meses. Durante la investigación, Gallón contó con testimonios de los miembros del grupo conocido como los 12 del Patíbulo, narcos amnistiados por haber ayudado al Estado a cazar a Pablo Escobar.

Después de esa irrisoria condena, Santiago pasó de agache ante la Justicia hasta que con la desmovilización de las AUC se le señaló de participar en la creación del temido bloque Metro, comandado por Carlos Mauricio García, alias Doble Cero. Estas acusaciones quedaron corroboradas el 10 de julio de 2009 cuando Santiago se entregó a la Justicia tras aceptar que durante varios años financió estructuras paramilitares.

Sin embargo, durante todos estos años los Gallón se hicieron a una fachada muy bien fabricada de empresarios del levante de animales de ceba con su empresa Clamasan S. A. y así los conocían en las ferias de ganado de Antioquia. La mencionada empresa recibió un subsidio de 140 millones de pesos del polémico programa Agro Ingreso Seguro.

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El principio del fin llegó cuando la Justicia estadounidense se centró en cortarles la respiración a las estructuras narcotraficantes colombianas al bloquear las empresas que les sirvieron de testaferros. Esto sucedió el 24 de junio de 2015 cuando la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac), que hace parte del Departamento del Tesoro, incluyó en la Lista Clinton a tres exmilitantes del cartel de Medellín, entre los que estaban los hermanos Gallón Henao.

A esto se suma que el 31 de mayo de 2017 el Departamento del Tesoro ingresó a otras cuatro personas en la Lista Clinton: Mariana Gallón Aristizábal, hija de Santiago Gallón; también a su esposa Claudia Mercedes Vargas Giraldo y a su abogado Gabriel Jaime Aguilar Ramírez. Todas las empresas sancionadas en ese momento tenían que ver con Santiago y eran Clamasan S. A. S., Guisanes S. A. S., C. M. V. Carnes S. A. S., Agropecuaria Mais S. A. S. y Agroindustrias Cima S. A. S. Ese fue el fin de uno de los pocos narcos que logró evadir la cárcel por varias décadas.