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Protesta Bogotá 18 mayo
Un oficial de policía pasa junto a los manifestantes antigubernamentales antes de sacarlos del bloqueo de una terminal de autobuses en Bogotá, Colombia, el martes 18 de mayo de 2021. Los colombianos han salido a las calles durante semanas en todo el país después de que el gobierno propuso aumentos de impuestos a los servicios públicos. combustible, salarios y pensiones, pero han continuado incluso después de que el presidente Iván Duque retiró el aumento de impuestos. (Foto AP / Fernando Vergara) | Foto: AP

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La mujer que se inventó un abuso sexual de la Policía en Bogotá para ocultar que se fue de rumba

La Fiscalía estableció que la mujer engañó a su pareja mientras aseguró que la Policía la detuvo y en una estación abusaron de ella. Ahora la investigan por falsa denuncia.

25 de mayo de 2021

Por redes sociales una mujer denunció que mientras se dirigía a su casa en la localidad de Usme en el sur de Bogotá, una patrulla de la Policía la requirió y como portaba una mochila, los uniformados aseguraron que era manifestante y decidieron trasladarla a una estación en calidad de detenida. Dijo en su publicación que mientras estaba en la unidad policial fue víctima de abuso y agresiones de parte de los uniformados, el caso se viralizó y la Fiscalía arrancó con la investigación.

La mujer llegó hasta el hospital de Kennedy, en el sur de Bogotá y desde allí insistió en los abusos y agresiones de parte de la Policía, sin embargo, la investigación arrojó un resultado lamentable para la administración de justicia. Los médicos establecieron que las heridas que ella manifestó ocurrieron meses atrás y no encontraron, de manera preliminar, signos de abuso. Ese primer análisis médico levantó sospechas en los investigadores al punto de iniciar una reconstrucción de los hechos.

Dada la gravedad de la denuncia, el propio fiscal Francisco Barbosa ordenó priorizar la investigación. Diez funcionarios se encargaron de verificar minuto a minuto qué ocurrió y de qué forma la mujer fue víctima del abuso que dejó como responsables a policías. Las indagaciones arrancaron con interceptaciones telefónicas, declaraciones y los videos de seguridad que establecieron el recorrido de la mujer, mientras, según lo que ella había dicho, se dirigía a su casa.

El recorrido que quedó en video muestra cuando la mujer sale de un establecimiento nocturno, un bolirana en la misma localidad. De camino a su casa efectivamente se encuentra con una patrulla de la Policía y ocurre algo que cambió el rumbo de la investigación. Los uniformados siguen su ruta y la mujer hace lo mismo en dirección contraria, no la detienen e incluso logra llegar a su casa sin problemas.

Cuando los investigadores, después de dos días de revisar horas de grabación, confrontan a la víctima, esta termina por reconocer que no es cierta su denuncia, que no la detuvieron, no hubo abuso, ni agresiones y que llegó al hospital de Kennedy después de estar en su casa para afinar una coarta por escaparse de su novio y terminar hasta muy tarde en el bolirana.

La mujer de 28 años de edad y madre de un niño le dijo a los investigadores que fue víctima de hurto, le robaron un celular que le regaló su novio y necesitaba dar una explicación que no incluyera su paso por el establecimiento de diversión nocturna, de ahí que inventó la detención y el abuso de los policías que supuestamente la detuvieron antes de llegar a su casa.

El problema para la mujer es que su caso resultó priorizado y los investigadores lograron en tiempo récord poner al descubierto su patraña. Ella misma le reconoció a la Fiscalía que fueron bastante diligentes con la investigación, nunca creyó que su caso terminara en el despacho del fiscal y menos que destinaran más de diez funcionarios para resolverlo o atender su supuesta condición de víctima.

Ahora la mujer que inició esta historia como una víctima de abuso sexual y agresión física de policías, tendrá que enfrentar a la justicia que desgastó de manera descarada, mientras trató de engañar a su pareja e hizo lo mismo con la Fiscalía, los médicos y las miles de personas que le creyeron su tragedia contada por redes sociales.

Será investigada por falsa denuncia y la Fiscalía plantea una imputación por esa conducta que puede dejarle una pena superior a los seis años de prisión y que esperan convertir en un ejemplo para la sociedad, de cómo no se puede llevar a engaños a las instituciones y menos en momentos tan difíciles para el país.