Home

Nación

Artículo

Mauricio Archila es historiador y docente en la Universidad Nacional de Colombia. | Foto: Fotomontaje SEMANA

EDUCACIÓN

El ensayo del profesor de la Nacional que pudo indignar a Uribe

Un trino del senador en contra de Mauricio Archila, docente e historiador de la Universidad Nacional provocó un debate que no cesa. SEMANA habló con él.

14 de noviembre de 2017

Un trino del expresidente Álvaro Uribe Vélez en contra de un profesor universitario fue suficiente para levantar una enorme polvareda en el mundo académico. Mientras el Comité de Escogencia meditaba quiénes serían los integrantes de la Comisión de la Verdad en el marco del acuerdo de paz con las Farc, el senador utilizó su cuenta de Twitter para cuestionar a Mauricio Archila, uno de los nominados a integrar el nuevo cuerpo.

"Los escritos de MAURICIO Archilla, integrante del Cinep y de la Comisión de la Verdad, son calumniosos y apologistas del terrorismo".

Este trino del expresidente causó conmoción. De inmediato, sus alumnos, estudiantes de otras carreras, docentes y académicos rodearon filas alrededor del profesor Archila. Diferentes organizaciones académicas como la Asociación Latinoamericana e Ibérica de Historia Social (ALIHS), el Seminario Permanente de Profesores y Profesoras por la Universidad y la Asociación Colombiana de Historiadores también rechazaron públicamente la posición del senador.

Puede leer: El reclamo de los profesores de la Universidad Nacional a Álvaro Uribe

“Yo tengo la idea de que no me ha leído, pero le habrán pasado mal el dato”, dijo Mauricio Archila en conversación con SEMANA.

Al preguntarle sobre los escritos a los que el expresidente hizo referencia, el profesor afirmó que no está seguro de cuáles de sus textos le disgustaron a Uribe. Sin embargo, el historiador dijo que puede tratarse de algunos ensayos académicos que publicó en el pasado.

En la edición 198 de la revista Controversia, publicada por el Cinep, por ejemplo, Archila participó en un compendio de escritos sobre la violencia sindical en Colombia. En la redacción de esta publicación, el profesor hizo parte del comité editorial y aportó un artículo titulado ‘Luchas laborales y violencia contra el sindicalismo en Colombia, 2002-2010. ¿Otro daño “colateral” de la Seguridad Democrática?‘, un documento en el que expone que en los años del Gobierno de Uribe la violencia en contra de los sindicatos, lejos de disminuir, mutó de diferentes maneras.

(Consulte la publicación aquí)

En su texto, Archila hace un recuento crítico de hechos que durante los años de Álvaro Uribe, según su criterio, habrían ayudado a la violencia en contra de los sindicatos, entre ellos la política de seguridad democrática. Según el profesor, la bandera política del Gobierno de Uribe “tuvo un resultado fatal para los sindicalistas”.

Durante el ensayo, Archila enumera diferentes argumentos por los que, según su criterio, los años de Uribe convirtieron a Colombia en un país peligroso para el sindicalismo, pues de acuerdo con datos entregados por el estudio, los años entre 2002 y 2010 muestran un promedio mayor de violaciones a los derechos de los sindicatos que todos los 27 años estudiados por el Cinep.

Le recomendamos: "No hubo sesgo ideológico para escoger la Comisión de la Verdad"

“Si entre 1984 y 2010 la media anual de violaciones fue de 177, durante el Gobierno de marras alcanzó a 203”, dice el estudio, que resalta que en estos años, aunque bajaron las tasas de homicidios en contra de los sindicalistas, aumentaron otras formas de presión como las amenazas y los desplazamientos.

En una de las conclusiones del estudio, Archila argumenta que “a pesar de su retórica, o precisamente por ella, el Gobierno de la Seguridad Democrática, la confianza inversionista y la cohesión social causó muchos “daños colaterales” en el mundo del trabajo colombiano”.

En conversación con SEMANA, el profesor Archila habló sobre el episodio y cuestionó las maneras en las que el expresidente ha buscado deslegitimar la recién instituida Comisión de la Verdad, que ha sido fuertemente criticada por sectores afines al uribismo pues argumentan que está “parcializada”.

Le puede interesar: “El país necesita con urgencia una Comisión de la Verdad”

“Con calificarme como un calumniador y un apologista del terrorismo no solo buscaba deslegitimar a Mauricio Archila, sino también al Cinep y a la academia crítica”, dijo el docente a SEMANA. Sin embargo, de acuerdo con el académico la jugada de Uribe le salió al revés pues “al parecer le dieron mal el dato de lo que escribía”.

De acuerdo con el historiador, las críticas del expresidente y de sectores afines al uribismo radican en que hay un “temor” en que se revelen hechos en los que podrían estar involucrados agentes del Estado. “Esa es una reacción desesperada buscar una persona académica, anónima, y cogerla de chivo expiatorio junto con las organizaciones sociales que lo postularon muestran no una intención de oposición, sino de profundo temor”, explica el profesor.

Archila asegura que efectivamente es una persona con un pensamiento de izquierda y que ha sido crítico de los gobiernos de los últimos años, no solo del de Uribe. Pero según él, su posición política no ha sido un impedimento para hacer sus investigaciones que aclara han sido “en un 95 por ciento históricas”.

Puede leer: Los 11 que pondrán a andar la Comisión de la Verdad

“Yo no pretendía hacer una lectura sobre esos años, sino a partir de las fuentes de los testimonios, así sean contrarias a mis visiones, llegar a una opción ética de la verdad”, le dijo a SEMANA.

“Este país necesita la verdad de lo ocurrido, especialmente las víctimas. Pero no solo víctimas del paramilitarismo, sino también las de la insurgencia. Una verdad que no es de derecha ni de izquierda”, asegura.

Aunque Archila finalmente no quedó entre los seleccionados para hacer parte de la Comisión de la Verdad, el historiador se mostró entusiasmado por los hombres y mujeres que la conforman. Y aunque algunos de sus miembros han sido cuestionados por sectores críticos al proceso de paz por ser afines a los pensamientos de izquierda, para Archila lo importante es que aquellas personas aboguen por la “verdad verdadera”.

“El punto no es tanto que uno provenga de una corriente ideológica, sino que se comprometa con los datos de la realidad y que sea éticamente responsable con eso”, asegura.