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JUSTICIA

“Con dolor y vergüenza acepto mi responsabilidad": Moreno por sus negocios con Lyons

El exfiscal anticorrupción aceptó cargos por haber pedido dinero al exgobernador a cambio de información privilegiada sobre los casos que adelantaba en su contra. Ese delito fue el que abrió la caja de pandora del 'Cártel de la toga' e hizo que Estados Unidos lo pidiera en extradición.

11 de diciembre de 2017

La primera vez que el exfiscal Anticorrupción Luis Gustavo Moreno Rivera intentó aceptar cargos por haber ofrecido información privilegiada al exgobernador de Córdoba sobre los procesos que cursaban en su contra a cambio de dinero, el hombre rompió en llanto y la audiencia tuvo que ser interrumpida.

Moreno informó que estaba siendo presionado para aceptar delitos, por lo que el magistrado Fernando Pareja no tuvo otra opción que negar el acuerdo por "vicios de consentimiento". El momento fue tan dramático que llevó a la renuncia de Francisco Bernate, el abogado del exfiscal, ese mismo 14 de junio, y dejó el proceso de colaboración con la justicia en un limbo nada prometedor.

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Desde entonces mucha agua ha corrido bajo el puente y este lunes, finalmente, Moreno aceptó públicamente los cargos de concusión y utilización indebida de información oficial privilegiada en el marco del principio de oportunidad adelantado con la justicia colombiana.

“Con dolor y vergüenza acepto mi responsabilidad (...) Mucho antes de que se conocieran los cargos, he manifestado ante la opinión pública mi interés en colaborar (...) Porque el hecho de que hubiera guardado silencio hasta la audiencia de imputación me hubiera evitado la exposición a la picota pública", expresó durante la audiencia de acusación.

Moreno aceptó haber aprovechado su posición de fiscal anticorrupción para pedir dinero al exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons Muskus a cambio de obstaculizar las investigaciones que se adelantaban en su contra por los presuntos desfalcos del dinero de las regalías y del cártel de la hemofilia realizados durante su mandato en el departamento. Además de generar una estrategia basada en la información privilegiada de la que disponía para desacreditar a los testigos que iban a colaborar en contra del mandatario departamental.

Especial: Luis Gustavo Moreno y el mapa de la corrupción

Moreno fue capturado después de que viajara a Miami para cobrar el dinero del ‘acuerdo‘ y de que la DEA grabara la negociación que realizó con la ayuda del abogado Leonardo Pinilla. Este acto, que desató la investigación sobre el escándalo conocido como el ‘Cártel de la Toga‘ y tiene bajo la lupa a varios exmagistrados de la Corte Suprema de Justicia, fue también el motivo para que Estados Unidos lo pidiera en extradición.

A cambio de su aceptación de los delitos, Moreno podría recibir una rebaja de entre 30 y 50 % de su condena. Moreno pidió permanecer en el batallón de artillería en el que se encuentra por temor a represalias que se podrían dar en su contra.

La ruta de la corrupción en Córdoba

En la práctica, la finalización de la negociación del preacuerdo entre la Fiscalía General de la Nación y Luis Gustavo Moreno Rivera se dio desde el pasado 18 de octubre. Pero después de varias circunstancias, apenas pudo formalizarse ante un magistrado este lunes 11 de diciembre.

Lo que quedó claro en la audiencia fue que desde su posición de funcionario público de alto rango, Moreno intentó aprovechar el desorden y la corrupción que se apoderaron de Córdoba durante el mandato de Lyons Muskus para obtener dinero.

Como coordinador de los operativos Bolsillos de Cristal, Moreno granjeó información acerca de los testigos que iban a declarar en contra de Lyons Muskus y le ofreció tantos las declaraciones como la matriz de colaboración a cambio de 100 millones y de una promesa de pago posterior. Además de asegurarle que podía saturar de tareas a sus investigadores para que no priorizaran su investigación.

Según explicó en la audiencia de Lyons Muskus la fiscalía, esos dos testigos eran Maximiliano García Bazán y Jesús Eugenio Henao Sarmiento, ambos fichas claves en el desfalco de regalías en la región. El primero era un especialista en estructuración de proyectos y el  segundo un contratista público. Ambos, junto con María Bechara, habrían manipulado los cinco convenios interadministrativos con cargo al fondo de ciencia y tecnología, valorados en más de 80.000 millones, que habrían terminado en manos de Lyons y de sus aliados.

Pero el caso no acabó allí, sino que, de acuerdo con la lectura que hizo hoy el magistrado, Moreno habría suministrado a los medios historias acerca de los procesos adelantados contra Lyons -como el de la construcción del coliseo Happy Lora- para presionar el pago de la coima, así como en torno a los 20 delitos que le fueron imputados por la fiscalía.  Todos estos hechos fueron aceptados por el fiscal anticorrupción y negados por Lyons Muskus.

Su papel en el Cartel de la Toga

Lo que no se dijo en la audiencia, sin embargo, pero que dejó claro Moreno en sus testimonios ante la Corte Suprema de Justicia, es que él habría aprendido su ‘estrategia de negociación‘ al lado de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte.

En el máximo tribunal, Moreno explicó que conoció a Leonidas Bustos en la Universidad Libre mientras era todavía estudiante de derecho penal y que este sería quien lo vinculó primero al abogado Gerardo Torres y luego al exmagistrado Francisco Ricaurte, con quien abrió una oficina desde la que adelantó las ‘negociaciones‘ realizadas con los congresistas acusados por casos de parapolítica.

Los acuerdos, según dijo, consistieron en frenar y tratar de archivar o dejar precluir procesos gracias a la venia de magistrados como Gustavo Enrique Malo a cambio de grandes sumas de dinero. Moreno ha mencionado explícitamente los casos de Julio Archbold, Musa Besaile y Álvaro Ashton como procesos en los que sí se realizó el pago de coimas a cambio de los favores de ‘la oficina‘.

Aunque los magistrados aludidos han negado hasta el momento estas acusaciones, desde Guatemala, el magistrado auxiliar José Reyes ratificó algunas de las circunstancias que presentó Luis Gustavo Moreno y abrió la puerta a nuevas inquietudes que no se han estudiado hasta el momento.