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De izquierda a derecha Alex Alberto Córdoba, Henry Holguín y Darío arias, miembros de Sinergia. | Foto: Pablo Andrés Monsalve

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El proceso de paz con los combos de Medellín que nunca fue

SEMANA habló con quienes proponen una salida al conflicto de bandas en la capital antioqueña. La negociación no fue acogida en su momento por el exsecretario de Gobierno, Gustavo Villegas, quien, según la Fiscalía, terminó negociando con Julio Perdomo.

19 de agosto de 2017

El proyecto Sinergia es la unión de varias organizaciones sociales de Medellín que pretenden impulsar la paz en las comunas y que desde hace más de 20 años articulan procesos de convivencia que hacen fuerza contra la violencia. Fueron estas organizaciones las que le presentaron un posible proceso de paz al alcalde Federico Gutiérrez, sin embargo el plan se truncó cuando el hoy capturado secretario de Seguridad, Gustavo Villegas, quiso implementar un acuerdo de sometimiento a la Oficina con la ayuda del desmovilizado Julio Perdomo, quien por entonces hacía parte de Sinergia y que hoy también tiene medida privativa de la libertad. SEMANA habló con Henry Holguín, un líder social de vieja data, para conocer la historia.

SEMANA: ¿Cómo llegó Sinergia a la Alcaldía de Medellín?

Henry Holguín: Sinergia no llegó a la Alcaldía, por el contrario, la Alcaldía de Medellín llegó a Sinergia, ya que nuestro proceso existía antes de postularse como alcalde el señor Federico Gutiérrez. El proceso que impulsamos es de cara a la sociedad en su conjunto y mediante los buenos oficios de un funcionario se generó una reunión con el alcalde para presentarle la propuesta.

SEMANA: ¿Quién fue ese señor?

H.H.: Carlos Arcila, subsecretario de Derechos Humanos de la Alcaldía.

SEMANA: ¿Cómo fue la reunión que tuvieron con él?

H.H.: Fue una reunión oficial y en su despacho,  desarrollada en términos cordiales. Se le dio a conocer la iniciativa ciudadana que impulsamos, en la que le manifestamos nuestra voluntad de convocar los diferentes sectores de la sociedad para construir colectivamente una propuesta de tratamiento al conflicto armado urbano. Él dijo que en su administración no pretendía ocultar las realidades que vive la ciudad y que le complacía que personas con experiencia y trayectoria estuvieran al frente de la iniciativa, fue así como delegó el acompañamiento institucional en la Subsecretaría de Derechos Humanos y la Secretaría de Seguridad.

SEMANA: ¿Entonces el proceso lo dirigió Villegas?

H.H.: Él no dirigió ningún proceso de paz, él solo estaba al frente de la Secretaría de Seguridad de la Alcaldía. El proyecto que presentamos lo dirigíamos nosotros. Este es un proceso de muchos años, desde 1995 estamos trabajando con líderes de varios barrios que hacían parte de procesos de convivencia que ayudaban a contener la violencia. El alcalde, cuando era concejal, conoció nuestro activismo social. Ahora bien, Villegas no tenía ningún proceso, lo que tenía era un proceso de sometimiento a la justicia de una parte de la Oficina, pero de eso nos dimos cuenta cuando lo capturaron. Él nos dijo en la reunión que tuvimos que tenía toda la disposición y que había buen dinero para apoyar la iniciativa. Quedamos de elaborar el proyecto a Villegas, él delegó a Jorge Gaviria para que fuera el enlace de la Secretaría de Seguridad con nosotros. Elaboramos el proyecto de cómo hacer mesas sociales de convocatoria masiva, todo muy especificado. La propuesta está radicada, la presentamos, Gaviria nos pidió mejorar presupuesto, la entregamos y luego la desaparecieron. De ahí en adelante nos canceló citas y cuando nos reunimos con Villegas y nos dice que no va a desarrollar la propuesta con Sinergia.

SEMANA: ¿Cómo apareció Julio Perdomo en el proceso y por qué no estuvo en la reunión con el alcalde?

H.H.: En octubre de 2015 nosotros realizamos la presentación de esta propuesta en el Hotel Nutibara, en la que conformamos una comisión de impulso de varios líderes sociales para buscar la paz de la ciudad. A este evento asistieron Julio Perdomo, Edwin Tapias y Mara Toro. Julio Perdomo nos habló de su proceso, que había estado en la cárcel pero ahora quería trabajar por la paz y que incluso estaba estudiando Veterinaria en la Universidad de Antioquia. Todos lo conocíamos como exactor del conflicto. No estuvo en la reunión con el alcalde porque para ese momento no hacia parte del comité impulsor de la propuesta. Él aparece después, que tenía muy buena relación con Villegas. Después de que nos sacaron nos dimos cuenta de que Villegas siguió tratando con Perdomo, según la Fiscalía.

SEMANA: ¿Perdomo nunca les dijo que él siguió tratando con Villegas?

H.H.: No. Lo que sí notamos en cierta ocasión fue que estaba detrás de las entregas de algunos hombres de La Terraza y nos dijo que era algo que estaba planteado por unos acuerdos anteriores con la fiscal de Vida, Alexandra Vélez. Eso fue lo único que nos dijo. Fue algo aislado y no tuvo que ver con nosotros. Además porque nosotros creemos que el sometimiento solo genera más violencias.

SEMANA: Si Julio Perdomo no hacía parte de Sinergia en una primera etapa, ¿cuál era la relación entonces con él?

H.H.: Era una relación institucional sustentada en el reconocimiento que le dábamos a su labor como líder de la Corporación Guadalupe Social

SEMANA: ¿Ellos salieron de Sinergia antes de la captura?

H.H.: Ellos no hacen parte de Sinergia, pero sí son parte del proceso de esta ciudad. Son personas a las que no podemos dejarles de reconocer su activismo. De la Corporación Guadalupe Social, que era la de ellos, tenemos documentos que les exigimos sobre su labor social, ellos sí tenían un trabajo. Ahora bien, la justicia tendrá que aclarar los delitos de que los acusan, ellos se declararon inocentes y tenemos que darles ese beneficio. Ellos no han sido juzgados. Y Edwin Tapias disfruta de su libertad.

SEMANA: ¿Villegas y Perdomo los traicionaron?

H.H.: No, se confundieron y se equivocaron. La Alcaldía no supo entender el proyecto, además lo engavetaron y no sabemos por qué. Nosotros no buscamos proyectos con intereses particulares y mezquinos, nosotros impulsamos un proceso ciudadano desde las bases sociales.

SEMANA: ¿Qué creen que pretendía Villegas?

H.H.: Él pretendió generar un proceso de sometimiento a la justicia de los grupos armados, pero históricamente se ha demostrado que a través de las distintas políticas de sometimiento implementadas por anteriores gobernantes no se ha logrado la solución al conflicto armado urbano.

SEMANA: ¿Qué opinan de la política de seguridad planteada por Federico?

H.H.: Son políticas de seguridad democrática encarnadas por el señor alcalde Federico a nivel local, lo cual consideramos que es demasiado peligroso para la región y la paz urbana en el país. Esa es una política muy desgastada, nosotros creíamos que él iba a impulsar otra clase de procesos. Aquí ya se han implementado políticas de sometimiento a la justicia, políticas que finalmente no solucionan el problema. Nosotros no queremos ser contrarios al alcalde, sólo no creemos que esa sea la visión.

SEMANA: ¿En esa política hay espacio a una negociación?

H.H.: Sí, por medio del sometimiento, pero esto no rompe los procesos cíclicos generadores de violencia, que es a lo que nosotros le hemos apuntado. Aquí es necesario atender verdaderamente a la población.

SEMANA: ¿Cómo sería el proceso de paz urbana?

H.H.: En este momento estamos en una etapa de socialización de la propuesta con el fin de sensibilizar y concientizar a la institucionalidad de la importancia de este proceso, de igual modo adelantamos los acercamientos a la sociedad civil para que se empoderen, apropien y participen activamente en esta alternativa diferente, articuladora e incluyente, que se nutre con fundamentos del contexto histórico, sociológico y jurídico de los procesos de paz vividos en la ciudad de Medellín; buscando afianzar una fase exploratoria para avanzar hacia el logro de un gran pacto social de acogimiento a la justicia de los grupos armados al margen de la ley, enmarcado dentro de los principios de la justicia transicional, restaurativa y ordinaria, para ayudar al Estado en la implementación de los acuerdos pactados en La Habana, fortaleciendo un tercer escenario donde se logre cumplir con el objetivo de llegar a una paz rural y urbana construida desde los territorios.

SEMANA: ¿Sí hay disposición por parte de los grupos armados?

H.H.: No solo tenemos la absoluta certeza que los grupos armados de la ciudad de Medellín y el área metropolitana se acogerían a una propuesta de tal envergadura, sino que creemos que otras estructuras armadas del país estarían dispuestas a sumarse.

SEMANA: Háblenos de su experiencia en estos procesos. ¿Cuál es la historia de ustedes y de Sinergia?

H.H.: En los años noventa, con todo lo que pasaba en Medellín, nosotros como sociedad civil nos reunimos con la Asesoría de Paz y Convivencia de la Alcaldía y la Iglesia católica para hablar de respeto a la vida y reconciliación. Conformamos mesas de trabajo para generar procesos buscando la concertación de pactos de no agresión y convivencia entre los grupos en conflicto, fue así que contribuimos al logro de una considerable disminución de la violencia en los barrios y al interior de las cárceles, proceso que generó una cultura de diálogo y solución pacífica de los conflictos entre los actores armados urbanos. 

SEMANA: ¿Se convertirán en un movimiento político?

H.H.: Somos un movimiento social con el interés de proponer una política nacional de acogimiento, no estamos de acuerdo con la politiquería actual corrupta y desmedida.