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La senadora del Centro Democrático votará Sí la consulta anticorrupción. | Foto: Juan Carlos Sierra

ENTREVISTA

"Voy a votar la consulta anticorrupción": Paloma Valencia

En diálogo con SEMANA, la senadora dice que es difícil que algunos apoyen la consulta cuando Claudia López, su promotora, trata al Centro Democrático como un partido de paramilitar. Niega cualquier división en la bancada del partido de Álvaro Uribe.

24 de agosto de 2018

SEMANA: Faltan horas para que se vote la consulta anticorrupción. Desde afuera se ve que en el Centro Democrático hay dos vertientes, los que la apoyan abiertamente como el presidente Duque y los que no como Uribe, ¿qué ocurrió?

Paloma Valencia: El Centro Democrático fue definitivo para que la consulta viera la luz, sin nuestros votos en el Congreso no habría salido. Lo hicimos con el ánimo de creer que las causas que son buenas para el país se pueden tener por encima de las diferencias políticas. En la plenaria del Senado, el Centro Democrático animó al resto de los partidos a que se sumaran y se diera el aval a la consulta. Lo que pasa es que las causas políticas también tienen dolientes políticos y en este caso una de las promotoras más importantes, la exsenadora Claudia López, ha seguido maltratando e irrespetando al presidente Uribe y a los miembros del partido. Eso hace muy difícil en la política que la gente pueda pedirle a los electores que voten cuando Claudia López está tratando al partido de paramilitar y corrupto.

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SEMANA: Claudia López no es la única promotora, también está Antonio Navarro, Angélica Lozano, diferentes fuerzas de varios partidos. ¿El beneficio para el país no supera las diferencias con una sola persona?

P. V.: Claro, precisamente por eso hay unos que seguimos apoyándola. Pero hay otros que simplemente se sienten muy desanimados por los constantes ataques. Es que nadie entiende que nos llamen corruptos y que al mismo tiempo nos consideren aliados para derrotar la corrupción.

SEMANA: ¿Cree que la consulta anticorrupción va a pasar el umbral?

P. V.: Esperemos que sí, yo creo que es una iniciativa que necesita que los colombianos participen. Ojalá sean millones los que salgamos a votar el próximo domingo.

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SEMANA: Independientemente del resultado de la consulta siguen andando en el Congreso los tres proyectos de ley que presentó el Gobierno Duque. ¿En caso de que no pase la consulta apoyarán los proyectos de ley de Duque?

P. V.: Claro, es nuestro compromiso. Yo voy a votar la consulta -que después tendrá que tener un trámite legislativo- pero sobre todo voy a apoyar esos proyectos del presidente Iván Duque y voy a radicar otros tantos que incluyen la prohibición de la pauta estatal para los medios de comunicación. Creo que tenemos que avanzar por la senda de depurar todas las ventanas que hoy se utilizan para la corrupción a través de los espacios normativos.

SEMANA: El Centro Democrático fue oposición durante ocho años, ¿cómo ha sido para ustedes ser ahora de Gobierno?

P. V.: Para nosotros es exactamente lo mismo porque estamos rodeados de unos partidos que no tienen muy claro cómo se van a relacionar con el nuevo gobierno y que están en la durísima prueba de definir si se le montan a un gobierno que no quiere gobernar ni con mermelada, ni con corrupción y deciden gobernar como nosotros lo hemos hecho: a punta de servirle a los colombianos y de la política de opinión.

SEMANA: ¿Era más cómodo ser de oposición?

P. V.: No, pues mucho más cómodo es ser de gobierno porque uno está construyendo, en vez de tener que criticar. Es una labor mucho más grata la de construir que la que tener que ir en contra.

SEMANA: Tras la elección del contralor se ha dicho que el Centro Democrático perdió. ¿Usted cree que es así?

P. V.: No señora, no me parece que hayamos perdido. El Centro Democrático -como cualquier partido- puede tener su candidato, ganar o perder. Pero en realidad nosotros ya ganamos la Presidencia, no creemos que ahora el deber del CD sea apropiarse de todos los demás cargos.

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SEMANA: ¿Temen que Felipe Córdoba sea un contralor de bolsillo de los partidos?

P. V.: Yo espero que el contralor Felipe Córdoba -que tiene una muy buena hoja de vida- sea un contralor que se convierta en un aliado del gobierno para combatir la corrupción, para hacer todo el ejercicio de control que requiere el presupuesto general de la nación y ojalá nos informe con mayor precisión los hallazgos que ha hecho el saliente contralor Edgardo Maya.

SEMANA: ¿Hay una división dentro del Centro Democrático?

P. V.: Absolutamente no. Me parece que esa es una versión que ha hecho carrera de quienes no entienden al Centro Democrático, un partido donde tenemos criterios distintos, donde internamente tenemos discusiones como las tuvimos también en el pasado. Lo cual no significa que estemos divididos. Es un partido que delibera y que toma decisiones de acuerdo a lo que considera que le conviene al país. Lo hemos hecho siempre, me parece errada la idea de creer que por que hay unos que están pensando una cosa y otros otra el partido se está dividiendo. Eso no es cierto, siempre ha sucedido en todos los partidos. El problema no es ese, es cómo se solucionan las controversias al interior del partido.

SEMANA: ¿Cree que se está conformando una corriente duquista?

P. V.: Absolutamente no. Este es un partido monolítico, con todas las estructuras ilusionadas por poder gobernar bien a Colombia. Por supuesto hay un periodo de transición donde tanto el partido como el presidente están tomando un nuevo rol y ese periodo genera por supuesto un necesario reacomodamiento de las personas, de sus funciones y lo que vamos a hacer. Creo que en eso estamos, se nota en el partido mucha energía e ilusión.

SEMANA: ¿Habrá coalición de Gobierno?

P. V.: No es una coalición de gobierno como la han llamado, es una coalición de Congreso. Trataremos de presentar proyectos de gran importancia - como lo ha hecho el gobierno- para convocar la reflexión de los partidos y que ello se traduzca en que podamos sacar adelante esos proyectos por que le conviene al país. Sin que para ello haya retribuciones burocráticas o clientelistas.

SEMANA: El tiempo corre, faltan menos de 15 días para que los partidos tengan que decir ante el CNE si van a ser oposición, independientes o de gobierno, ¿cómo ve esa elección de los partidos?

P. V.: Pues yo espero que muchos de esos partidos se declaren de gobierno, que se le sumen a un proyecto político que resultó elegido por los colombianos pero que supone una enorme diferencia con el proyecto político de Juan Manuel Santos. En este gobierno no habrá mermelada ni contratistas al servicio de los congresistas, yo creo que quien se suba a ser partido de gobierno entiende claramente que lo que vamos a hacer es discutir con toda las instancias de este país para buscar las soluciones a los problemas de los colombianos. La función de los políticos será esa: vigilar las políticas públicas, ser canales de comunicación y la de distinguir las prioridades de inversión a puerta abierta en el Congreso de la república para que el gobierno lleve los recursos que se necesitan. No habrá transacciones ni con contratistas ni con puestos del Estado.

SEMANA: ¿Cómo está el clima en el Congreso para que se apruebe el proyecto del expresidente Uribe que aumentaría del salario mínimo?

P. V.: Es muy importante que se haga por que Colombia necesita superar el discurso de odio social que tan efectivamente trataron de sembrar algunos candidatos en la elección pasada. Ojalá podamos, más bien, buscar mecanismos institucionales que nos permitan avanzar hacia una economía cristiana, donde haya un entendimiento entre los trabajadores y empresarios, y esa dupla de progreso se le opone a los discursos de odio de clases.

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SEMANA: Finalmente, ¿cómo les ha parecido la presencia de las Farc en el Congreso?

P. V.: ¡Hombre!, me ha parecido bastante insignificante. No han tenido ningún aporte importante en ningún debate ni tampoco veo un cambio en la política colombiana por la llegada de las Farc. Lo que sí le duele mucho a uno es pensar que criminales de lesa humanidad que no dijeron la verdad, que no pagaron ni un solo día de cárcel lleguen al Congreso, ocupen esas sillas sin tener los votos, es un irrespeto para las víctimas de la violencia en Colombia.