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Guerrilleros que realizarían labores de intelgiencia en Bogotá | Foto: Archivo SEMANA

CONFLICTO

Plan de las FARC en Bogotá pone en alerta a las autoridades

El alcalde Petro, que no es un exponente de la mano dura, se toma en serio los informes reservados del Ejército.

25 de junio de 2015

Hace unos días Semana.com reveló un documento reservado del Ejército en el que queda en evidencia un supuesto plan de las FARC con el que buscarían realizar un atentado de gran impacto en Bogotá.

En dicho informe, firmado por el coronel del Ejército Juan Carlos Salcedo, comandante del batallón de Policía Militar No. 24 General José Joaquín Matallana Bermúdez y conocido en exclusiva por Semana.com, se dejan al descubierto los presuntos planes criminales de la compañía ‘Mariana Páez’ del bloque Oriental de las FARC.

El documento describía cómo cinco integrantes de esa compañía guerrillera fueron enviados a la capital para realizar actividades de inteligencia delictiva con el ánimo de “ejecutar acciones terroristas contra Unidades Militares y miembros de la fuerza pública en Facatativá (Cundinamarca) y Bogotá”. Por eso el oficial impartió la orden de extremar las medidas de seguridad a los comandantes de esquemas y así evitar cualquier atentado terrorista.

Pero el tema no quedó allí. En la comunicación se dijo que el bloque Oriental, que históricamente estuvo comandado por el ‘Mono Jojoy’, tenía la finalidad de realizar una acción terrorista en la capital del país con el fin de presionar al gobierno de Juan Manuel Santos y alcanzar un cese bilateral del fuego, así como para que avancen los diálogos de paz con esa guerrilla, que se escenifican en La Habana.

El informe despertó reacciones muy diversas. Que unas FARC acorraladas y golpeadas en lo militar tengan capacidad de hacer un atentado contra la capital no es una hipótesis muy creíble. La tendencia de los últimos años ha sido, precisamente, que la acción de las Fuerzas Armadas ha desplazado a la guerrilla hacia la periferia.

Y en el plano político, la crisis por la que atraviesa el proceso de paz no parece el mejor momento para una acción provocadora en el campo militar. Si algo se les ha criticado a las FARC es su insistencia en dar golpes violentos que han mermado la credibilidad en los diálogos y que dan pie a los enemigos del proceso para fortalecer el argumento de que no se puede negociar con terroristas. No faltaron quienes interpretaron que el informe de inteligencia buscaba, precisamente, golpear el apoyo a la negociación de La Habana.

Pero ahora, altas fuentes de la Policía Metropolitana de Bogotá le confirmaron a este portal que tras conocer el informe, en conjunto la Policía y la Brigada 13 estaban haciendo patrullajes especiales para detectar cualquier hecho irregular.

Los patrullajes se desarrollan en Bogotá en diferentes localidades y barrios en lo que en el argot militar se denomina “seguridad perimetral”. “Son operativos preventivos y disuasivos”, dijo la fuente.  

A la par de estos controles se intensificó el trabajo de inteligencia, con lo que se buscaría detectar y capturar milicianos. Este jueves el propio alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, dio la orden de evitar que la capital viva el escalamiento de la guerra por los presuntos atentados. “El riesgo en conflicto y en violencia siempre existe, los contextos políticos lo pueden disminuir, mitigar o aumentar. Mientras disminuyó hace dos meses, ahora no, y el alcalde tomó las medidas y protocolos que el caso implica”, dijo.

Al alcalde Gustavo Petro lo critican por muchas cosas, pero su pasado en la guerrilla, su defensa del proceso con el M-19 y su apoyo a todos los intentos de buscar una salida política al conflicto no permitirían alinearlo como un partidario de la mano dura ni como un enemigo de la paz. Que ahora, con la información disponible, afirme que “tomó las medidas” que “el caso requiere”, tiene implicaciones mucho más serias de las que tendrían esas mismas declaraciones en boca de alguno de los llamados “enemigos agazapados de la paz”.

En un momento tan difícil como el que atraviesa el proceso de paz, los sobresaltos de la mesa pueden llevar a múltiples actores a tratar de pescar en río revuelto. Por algo los países garantes del proceso de La Habana, Noruega y Cuba, pidieron hace poco que se acelere un acuerdo de cese al fuego bilateral. Saben, igual que el alcalde Petro, que el momento se caracteriza por su alta tensión.