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| Foto: Ejército Nacional

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La historia de José Bayron Piedrahita, el extraditable al que relacionan con el Chicho Serna

Desde 1997, Estados Unidos le sigue la pista a este hombre que se presentaba como un ganadero y adinerado comerciante. SEMANA habló con él hace seis meses.

20 de octubre de 2017

El pasado 25 de abril, José Bayron Piedrahita llegó a la cita acompañado de uno de sus abogados, vestido con un saco negro impecable del que sobresalía una pañoleta de seda en el pecho.

Por aquellos días, este hombre ya estaba bajo la lupa de la Justicia de los Estados Unidos y había sido incluido en la lista Clinton como cabeza de una red de empresas asociada a la Oficina de Envigado.

Frigorífico del Cauca, Subasta Ganadera de Caucasia, Distry Panamá, entre otras, eran firmas que para el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos habían lavado activos para la organización criminal.

Pero hasta ese momento no existía una orden de captura en contra de José Bayron. Sin embargo, las investigaciones se movían. El 13 de octubre de 2016, la Fiscalía colombiana había llegado hasta una finca suya en Envigado, para llevar a cabo una diligencia de embargo y secuestro, procedimiento que posteriormente José Bayron con sus abogados logró tumbar.

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A esa diligencia, que hacía parte de un proceso de extinción de dominio, asistió un agente de la DEA, cuyo nombre SEMANA se abstiene de publicar. Eso indicaba, al menos, que Estados Unidos estaba tras los pasos de este potentado que vivía en Caucasia, Antioquia.

La suerte de este hombre, que se presentaba como un próspero empresario, terminó de cambiar el 27 de septiembre pasado cuando fue capturado por agentes del CTI  en cumplimiento de una circular roja de Interpol. Era muy temprano en la mañana y José Bayron se estaba despertando en su lujosa finca de Caucasia cuando tuvo lugar el operativo. Había una orden de extradición.

Esta semana Piedrahita volvió a las primeras planas de los diarios, no solo de Colombia, sino de Argentina, país en el que vivió durante algunos años. El Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 3 de Morón, lleva una investigación en la que un declarante relacionó a José Bayron con Mauricio El Chicho Serna, el exjugador e ídolo de Boca Juniors y Atlético Nacional.

El escándalo en Argentina no fue de poco impacto. Todo comenzó con el testimonio del empresario Mateo Corvo Colcet, quien, según una investigación del diario El Clarín, le dijo al juez Néstor Barral que Priedrahita y Serna habían hecho “un cambalache” de inmuebles: “lo cual significaba que él al venir a la Argentina intercambiaba propiedades suyas en Colombia con propiedades que en Argentina tenía el Chicho Serna, por lo cual Piedrahita recibió de parte de este último una Land Crusier de último modelo, un Bora, una casa amoblada en el Country San Diego, por un valor superior al millón de dólares”, dice la declaración que publicó El Clarín.

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Las visitas de Piedrahita a la Argentina habían comenzado en 2006. De hecho, él mismo le dijo a SEMANA, aquel 25 de abril en la entrevista, que en 2008 y desde ese país había gestionado la entrega a la DEA del capo de la Oficina de Envigado, Carlos Mario Aguilar Echeverri, alias Rogelio. 

José Bayron aseguró que Rogelio, a quien conocía de años atrás, lo citó a un restaurante de Buenos Aires. En ese momento el jefe de La Oficina estaba prófugo de la Justicia y solicitado en extradición. Y ahí fue cuando –prosiguió José Bayron- le propuso a Rogelio que se entregara a las autoridades. 

La pregunta es, ¿por qué lo hizo? Según José Bayron por una motivación desinteresada. Sin embargo, para Estados Unidos se trataba de algo más. El hombre de Caucasia dijo que Rogelio le pidió el favor de que le prestara dinero para pagar el abogado y los gastos de hotel en Miami para él y su familia, y demás gastos que se derivaran de las conversaciones con los agentes de la DEA.

SEMANA: ¿Cuánto dinero gastó usted en todo eso?

José Bayron Piedahita: En los hoteles 23 mil dólares, pero en total con préstamo a los abogados como un millón de dólares.

Abogado: Un millón de dólares que valió la defensa y valió todo.

SEMANA: Y, ¿esa plata se la devolvieron?

J.B.P.: Sí, él me la pagó a mí con propiedades en Colombia.

SEMANA: Y, ¿qué propiedades?

J.B.P.: Propiedades, unas fincas.

SEMANA: ¿Fincas ubicadas dónde?

J.B.P.: En la Costa.

Abogado: No, y que inclusive las vendió porque lo hizo como un negocio.

J.B.P.: Yo no tenía por qué regalar mi plata.

SEMANA: ¿Cuántas propiedades le entregó Rogelio?

J.B.P.: Me entregó dos propiedades.

Pero una vez se entregó a la DEA, Rogelio comenzó a decirle a las autoridades de ese país que su relación con José Bayron iba más allá de un simple favor. Y fue en ese momento en el que se activaron las investigaciones.

Pero no fue precisamente la declaración de Rogelio la que terminó llevando a José Bayron a la cárcel. El detonante fue un viejo indictment –de 1997- en el que aparecía su nombre al lado de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela.

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José Bayron insistía en que se trataba de un homónimo y que nunca se había logrado identificar a la persona que aparecía en el documento. Sin embargo, a mediados de septiembre de este año, se conoció que un agente anti mafia había sido acusado en Estados Unidos de haber recibido un soborno de José Bayron para alterar los viejos registros que pesaban en su contra en el Departamento de Seguridad Nacional.

Piedrahita le pagó supuestamente al agente Christopher Ciccione, acusado de obstrucción de justicia, corrupción y conspiración, con 20.000 dólares, una fiesta y prostitutas. Ciccione habría intercedido para hacerle creer a las autoridades gringas  que el nombre que aparecía en el indictment de 1997 carecía de número de identificación.

En abril, SEMANA también le preguntó a José Bayron por el indictmen y por los hermanos Rodríguez Orejuela.

SEMANA: ¿Usted no sabía que había sido mencionado en un indictment? ¿Cómo se enteró? 

Abogado: Con este proceso.

SEMANA: ¿Cuántas veces ha viajado a Estados Unidos?

José Bayron Piedrahita: Yo viajaba por todo el mundo común y corriente. Viajé a Europa. Luego a mi me retiran la visa en el los 90 y no me dicen por qué, pero mi familia sigue con la visa.

SEMANA: ¿Hace cuanto no va usted a Estados Unidos?

J.B.P.: No voy a Estados Unidos desde el 1990. 

SEMANA: Y el indictment es del 97...

W.H.: Sí, del 97.

SEMANA: ¿Y usted como se entera que tiene un indictment?

J.B.P.: Ahorita

SEMANA: ¿En 20 años nunca se enteró?

J.B.P.: No, yo no sabía.

SEMANA: ¿Usted conoció alguna vez a los hermanos  Rodríguez Orejuela?

J.B.P.:  Sí claro, yo era el dueño de Frigo Jumbo, los ganados de las fincas de ellos los enviaban allá a sacrificar. Entonces eran ganaderos común y corriente, yo conocía a todo el mundo allá, así como me toca conocer en Caucasia porque en Caucasia me ha tocado conocer a todos los que han pasado por allá: a Macaco a Cuco Vanoy y a todos los demás que han estado por esa zona de violencia me tocó conocerlos. 

SEMANA: ¿Tuvo una amistad con ellos?

J.B.P.: Amistad no, o sea, la amistad del negocio. De que ellos llegan, llevan su ganado y les pago con cheque y normal. Y todo está documentado en mi contabilidad.

Ahora José Bayron está a la espera de ser extraditado. Pero su historia aún tiene varios vacíos por llenar. Uno de ellos es el capítulo en el que aparece el nombre del Chicho Serna, quien todavía no se pronuncia sobre los bienes que supuestamente que intercambió con hombre de Caucasia.