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| Foto: Archivo Particular

COSTA CARIBE

“Me van a matar a mí y a mi familia”

Uno de los testigos contra Silvia Gette denunció amenazas. Él conoció sobre homicidios, sobornos y del envío de dinero.

12 de diciembre de 2013

Un nuevo capítulo se dio a conocer este jueves en el caso de la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe de Barranquilla, Silvia Gette, investigada por el presunto delito de homicidio del ganadero Fernando Cepeda y por intentar extorsionar a un importante jefe paramilitar de la Costa. 

Hace pocos días, Semana.com reveló la explosiva declaración del exsacerdote José Benito Cadrazco Salcedo, quien se desempeñó como profesor de ética y valores de la Uniautónoma y fue asesor espiritual y confidente de Gette. Él contó en una declaración jurada ante un notario las actividades irregulares de la exrectora, entre los que se encontraban homicidios, sobornos planeados en Uniautónoma y del envío de grandes sumas de dinero al exterior.

Ahora se sabe que Cadrazco, quien fue despedido de la universidad sin justa causa, ha sido objeto de amenazas. Así por lo menos quedó claro en una denuncia del pasado 8 de noviembre revelada por El Heraldo, en la que Cadrazco le dijo a Fiscales de Bogotá que ha recibido amenazas a través de su teléfono celular. 
 
“Nos dicen que me van a matar a mi persona, mi esposa y a mis hermanos, si yo llego a hablar sobre el caso de Silvia Gette”.
 
En la denuncia, Cadrazco dice Guillermo Gette, hermano de la exrectora, le dijo que se fuera de la ciudad y “por eso estoy aquí en donde estoy escondido y ahora se presentan estas amenazas por celular y cuentas de redes sociales. Nos tocó mudarnos de apartamento porque nos seguían a mi esposa y a mí aquí en Bogotá unos tipos en una moto”.
 
El tema deberá ser revisado por las autoridades porque Cadrazco se ha convertido en una testigo de excepción contra Silvia Gette y sabe buena parte de las cosas irregulares que ocurrieron durante su gestión como rectora.
 
Pero ¿qué fue lo que contó Cadrozo? el pasado 18 de octubre, Cadrazco aseguró al notario que recibió su declaración y que será incluida en el proceso contra Gette que “era su asesor espiritual y confidente y me fui ganando su confianza. Fui conociendo todas sus habilidades y su deseo de conseguir poder. La doctora Silvia tenía conquistado al doctor Mario Ceballos (exrector de Uniautónoma y marido de Gette) y él hacía lo que ella dijera. Ella (Silvia) muchas veces me comentó que quería desaparecer a María Paulina (hija de Ceballos). Luego me dijo que no era María su enemigo, sino Fernando Cepeda (esposo de María)”, dijo el exsacerdote. Cepeda fue a la postre asesinado y por eso Gette se encuentra detenida.

En su declaración el exsacerdote asegura que Gette le contó que hizo dos reuniones con alguien que le iba ayudar con el asesinato de Cepeda. Según él, Juan Carlos Rada, jefe de sistemas de la Universidad, un hombre que montó, al parecer, una estructura delincuencial dentro del claustro y que habría planeado asesinatos. 

“Luego de que mataron a Fernando Cepeda, Juan Carlos Rada fue puesto preso y condenado. Estando Rada en la cárcel de Cómbita, mataron al representante legal de la Universidad, David Mattos. Eso lo planeó Rada en la cárcel con el consentimiento de Guillermo Gette Ponce, hermano de Silvia aduciendo que Mattos era marido de Silvia y le estaba quitando dinero”.

Más adelante el exsacerdote, de manera categórica, aseguró “La señora Silvia una noche que estábamos hablando me pidió que me fuera a la casa porque tenía algo que hacer. Llegó uno de sus escoltas de confianza y bajaron al baño central con el administrador de la cafetería. Yo bajé pero no me fui. Luego ella salió sola y más tarde salió su escolta y el administrador no salió. En la mañana comenzó el escándalo del asesinato del administrador de la cafetería. Un año después ella me contó que lo habían matado porque estaba robando”.

El exjefe espiritual de Gette declaró también sobre los dineros que de la Autónoma salieron supuestas cuentas en el exterior a nombre de Gette, como revelaron hace poco algunos medios. “En el 2009 le quitaron la visa a Estados Unidos por un error de uno de sus empleados. Ella les conseguía pasajes a sus empleados de confianza y los mandaba con cierta cantidad de dólares a Estados Unidos. Llevaban dinero Ricardo Ospino; Orieta Martínez, y su ama de llaves, Patricia Pérez, que hacían hasta cuatro viajes al año”.

Más adelante este hombre cuenta en detalle cómo Gette orquestó el publicitado y fallido soborno al paramilitar Édgar Fierro, alias ‘Don Antonio’, para que este negara la responsabilidad de la rectora en el asesinato de Cepeda. El soborno fue realizado por el abogado Arcadio Martínez, quien hoy se encuentra detenido por ese episodio. Lo que sorprende es que en esta declaración el exsacerdote involucra a la estrella del equipo de fútbol de Uniautónoma que acaba de llegar a la primera división del fútbol, Orlando Niebles, quien ha sido identificado como compañero sentimental de Gette.

“El soborno fue planeado en el apartamento de la señora Silvia en el edificio Belagio. La primera reunión se hizo a comienzos de enero cuando ella regresó de un tour que hizo con Orlando Niebles, su novio. 

Arcadio fue el encargado de ir a la cárcel a negociar con Ignacio Fierro. El soborno se acordó por 1.000 millones, de los cuales 500 millones sacaron de la universidad. Este dinero fue entregado en efectivo por el señor Otto, el pagador de la Universidad y la señora Orieta Martínez, asistente personal de Gette. Los que planearon el soborno fueron la señora Silvia, Orlando Niebles, Guillermo Gette, Mariano Romero, Otto, Lilia Cedeño y Gustavo Salcedo”.

El extrabajador de Uniautónoma asegura en la parte final de su declaración que luego de urdido el plan fallido del soborno Gette compró el silencio del abogado Arcadio Martínez con 800 millones de pesos. 

Luego aseguró que un grupo de empleados del claustro cercano a Gette comenzó a despedir y a amenazar funcionarios que no colaboraban con las exigencias de la entonces rectora. “Amenazaron a Graciela Martínez, amiga de la señora Silvia, me amenazaron a mí y me prohibieron la entrada a la Universidad además de despedirme, debido a que yo no quise ir a Bogotá a visitar a Arcadio a la cárcel y a proponerle un soborno para que favoreciera a Silvia Gette. Ellos afirmaban que ella no podía ser condenada por homicidio porque no tenían pruebas y que los que sabíamos no íbamos a hablar porque el que hablara se moría”.