Así fueron los momentos de terror en el norte de Bogotá

La primera alerta de que algo no andaba bien este sábado en el Centro Comercial Andino, ocurrió en el baño de mujeres del tercer piso. Un hombre alto y misterioso fue sorprendido por un grupo de mujeres que le reclamaron por estar allí. Las versiones señalan que se retiró sin intentar responder a las recriminaciones.

Sin embargo, lo que sería su objetivo criminal no se frustró. Minutos después, en el segundo piso, un artefacto explosivo compuesto al parecer por Amonal fue instalado en un inodoro y su detonación sacudió uno de los centros comerciales más lujosos del país. 

En la víspera del Día del Padre, Bogotá sufrió un ataque terrorista desalmado que dejó a tres mujeres muertas y nueve personas más heridas.

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El hecho rápidamente llenó los titulares de los principales medios de comunicación del país y del extranjero. El País de España destacó que el ataque se produce cuando las Farc “están a punto de culminar la entrega de armas”. The New York Times, por su parte, recoge las versiones de analistas que indican que el aumento de la violencia en las ciudades colombianas está ligado al deseo del ELN de conseguir concesiones por parte del Gobierno en la mesa de negociación.

Lo cierto es que después de las cinco de la tarde, Bogotá revivió un capítulo sangriento de su historia: cuando la mafia de Pablo Escobar tenía como blanco la población civil en sus lugares de concentración. En las calles que rodean el centro comercial, pasadas por la lluvia y acordonadas hasta por dos cuadras a la redonda, apenas se reunían algunos curiosos. El sentimiento generalizado era de pánico y nerviosismo. Era una escena desoladora en la que sobresalían policías, militares, ambulancias, medios de comunicación y el sobrevuelo de helicópteros. 

Por ello, cuando el presidente se dirigió a los colombianos a las 11 de la noche, el llamado fue a la calma y a la tranquilidad. Descartó que exista la posibilidad de otros ataques terroristas, hizo abrir de inmediato las puertas del centro comercial y le pidió a los bogotanos continuar con la celebración del Día del Padre. "El terrorismo quiere cambiarle la agenda la país y la respuesta debe ser la normalidad".

Familias inconsolables

A pocos metros del centro comercial, en la Clínica del Country, decenas de familiares pasaban por momentos de angustia y dolor. A esa hora era dada de alta Nathalie Nadine Veronique Levrand, de 48 años, y de nacionalidad francesa. No revestía heridas físicas de gravedad, sin embargo, acababa de sufrir el peor golpe de su vida: la muerte de su hija Julie Hyunh, de 23 años.

El cuerpo de la joven fue trasladado directamente desde el centro comercial a Medicina Legal. Su muerte fue instantánea. La joven dedicaba su vida a causas sociales y al cuidado del medioambiente. En sus redes sociales dejó recuerdos de sus viajes a Cuba, Ecuador, Marruecos, Inglaterra, Países Bajos, España, Estados Unidos, Vietnam. Decenas de mensajes escritos por colombianos en su perfil de Facebook apenas atinaban a pedirle perdón por haber sido en Colombia donde el terrorismo le cegó sus sueños.

Su madre, que no habla nada de español, vino a Colombia a visitarla y se diponían a regresar juntas a Francia en los próximos 15 días. 

Julie fue la única que murió en el lugar de la explosión. Paola Jaimes Ovalle, de 31 años, y Ana María Gutiérrez, de 41 años, alcanzaron a llegar con vida a la Clínica del Country. Los reportes oficiales aseguraban que la edad de Ana María era de 27 años, por lo cual los familiares se negaron a creer hasta último momento que había sido ella una de las víctimas fatales este sábado.

Ana María vivió en México hasta hace muy poco. Allá tenía con su esposo un negocio de representación de artistas y organizaban grandes giras para famosos; uno de ellos habría sido Juan Gabriel. Sin embargo, tomó la decisión de regresar a Colombia luego de separarse de su pareja.

Anoche, los médicos de la Clínica del Country, el Hospital Militar y de la Clínica El Nogal atendían a una decena de heridos, que estaban estables. La única que estaba en delicado estado de salud era Pilar Molano Villamizar, quien permanece en cuidados intensivos.

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El drama de los familiares de las víctimas apenas se escuchó este sábado en medio del revuelo político que causó la noticia en el país. Todos los sectores salieron a reclamar la captura de los responsables. Los primeros en rechazar el ataque a través de Twitter fueron los voceros del ELN: “Jamás haría acciones cuyo objetivo sea afectar a la población civil”. Calificaron de “infundadas y temerarias las acusaciones en su contra”.

El jefe de las Farc Rodrigo Londoño, alias Timochenko, se solidarizó con las víctimas en Bogotá y aseguró que dicho acto “solo puede venir de quienes quieren cerrar los caminos de la paz y la reconciliación”.

Aunque no dio mayores detalles de las pesquisas, ni confirmó o descartó ninguna hipótesis sobre la autoría, se destacaron en el discurso de Santos dos frases: “Nosotros sabemos cómo hacer estas investigaciones” y “El terrorismo no le va a cambiar la agenda al país". A las diez de la mañana de este domingo se convocó a un Consejo de Seguridad en Presidencia de la República, donde se trazarán las medidas de emergencia y se lanzará un programa de recompensas para dar con los responsables.

Declaraciones de testigos y las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, tendrían a las autoridades muy cerca de la identificación de los autores materiales. 

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