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Opinión

Los soldados de Colombia no son “ingenuos”

Algunos se acercan a la realidad de manera errónea solo por rentabilidad política. Sin justificar las necesidades actuales de seguridad, nadie que busca hacer política debería tildar a nuestros soldados de “ingenuos”.

Nicolás López Martínez
17 de septiembre de 2025

Con el respeto que se merecen los militares retirados, en especial quienes han llegado al generalato, quisiera expresar mi rechazo por ciertas declaraciones en redes sociales.

¿Cómo es posible que algunos pocos se refieran a los soldados de Colombia como “ingenuos”? ¿Acaso a esos pocos se les olvidaron las capacidades y el sacrificio de nuestros hombres y mujeres que lo dan todo por nuestra Patria? Dichas posturas dejan mucho que desear de quienes han tenido altos mandos dentro de ese ejército al que ahora, por posible rentabilidad política, tildan de “ingenuo”. Esos pocos sabrán quiénes son.

En las típicas reflexiones descontextualizadas de X, en las que se pretende dar cátedra y tener las soluciones del país como por arte de magia, he notado que algunos pocos generales retirados se han referido a los soldados e infantes de marina como “ingenuos”, como si dicha falsa característica fuera causante de las necesidades actuales de seguridad. Yo quisiera decirles a esas personas: ni los soldados, ni los infantes de marina, ni los pilotos, ni los policías o patrulleros son o han sido ingenuos. A pesar de la coyuntura, no se han detenido ni por un segundo en la defensa del país. Decir lo contrario sería mezquino con la verdad.

Esa conducta me lleva a preguntar si algunos no encuentran otra forma de hacer política que el señalamiento falso a los hombres y mujeres que lo han dado todo por la patria. El afán por conseguir “likes” está facilitando la caída en un error que en el pasado han renegado: las narrativas falsas. No ha habido un solo día en el que el compromiso de quienes portan el uniforme se quebrante, y nadie puede ponerlo en duda sin fundamento alguno. Así no es.

El deber de los militares retirados es el de apoyar a la institución, desde la vida civil, con la misma exigencia con la que lo hacían. Entiendo que un discurso pesimista y absolutista sea rentable para la política de la que algunos quieren hacer parte; sin embargo, no hay razón para cambiar de principios. ¿Qué dirán los compañeros retirados ajenos a esas prácticas? ¿Qué dirán los soldados al enterarse de estas afirmaciones que rayan con la politiquería?

Los soldados de Colombia no son ingenuos. De hecho, un grupo de ocho miembros de nuestras fuerzas militares acaba de coronarse como campeón del certamen internacional “Fuerzas Comando 2025”, realizado entre el 18 y el 29 de agosto, en la Base Aérea de Ilopango, El Salvador. Con un puntaje de 1.955, nuestros militares superaron a México y El Salvador, alcanzando su decimotercera victoria desde que el evento comenzó en 2004. Su triunfo ratifica a Colombia como líder regional en operaciones especiales.

¿Ingenuos? Al contrario. Nuestros comandos demostraron tener, según su entrenamiento, un alto grado de preparación en tiro de precisión, navegación, operaciones aerotransportadas, asaltos urbanos y rurales, y pruebas de resistencia física. Por tanto, no parece haber rasgos de ingenuidad ni en nuestras tropas ni en quienes los entrenan. Su disciplina contraargumenta las actuales posturas de algunos y no deberían seguir analizando la coyuntura de seguridad desde problemas inexistentes, sino desde el correcto acercamiento de las necesidades actuales, porque tampoco podemos obviar que las hay.

Hoy, los soldados de Colombia, a pesar de la coyuntura y polarización política, no se han detenido en el cumplimiento de sus deberes. Son audaces y a la vez prudentes. Quien diga lo contrario miente e irrespeta. Los recientes actos terroristas, repudiables desde donde se mire, son en respuesta a la presencia territorial de la tropa; retaliación cobarde de los criminales.

Ante esto, ciertos generales retirados no deberían estar jugando, con ínfulas de twitteros, con el carácter del soldado que goza de una riqueza virtuosa totalmente ajena a cualquier ingenuidad de la que algunos dicen que han tenido. El compromiso de las fuerzas militares es absoluto. Lo único que falta es que desde el uso del buen retiro se les siga dando el apoyo que merecen ante las dificultades y no se haga politiquería con ellas.

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